9 noviembre, 2021
Lo confirmó el asesor de la Presidencia en temas energéticos, Ariel Kogan. Desde fines del mes pasado YPFB entrega al país menos gas que el mínimo fijado en el contrato.
Gas: Argentina inició acciones contra Bolivia por no cumplir con los envíos
El gobierno inició acciones en contra de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a raíz de los incumplimientos en el contrato de importación de gas natural desde ese país, ya que desde el pasado 22 de octubre los despacho hacia Argentina se mantienen por debajo del valor mínimo fijado en el contrato de importación.
La presentación del reclamo fue confirmada por el asesor de la Presidencia en asuntos energéticos, Ariel Kogan, durante un encuentro virtual organizado por el Mercado Electrónico del Gas (Megsa).
En la cita, Kogan aseguró que Integración Energética Argentina (Ieasa), la exEnarsa, «ya reclamó la aplicación de la cláusula de deliver or pay a YPFB» a raíz de los menores volúmenes que se están despachando hacia el país. Y detalló que «ayer enviaron cerca de 6,8 millones de metros cúbicos», cuando el mínimo fijado en la adenda contractual vigente marca que debe ser de 8 millones de metros cúbicos por día.
El pedido de activación de la cláusula que significa «entrega o pago», implica que desde la petrolera de Bolivia se deberá compensar económicamente a Ieasa, la titular del contrato de importación de gas, por el menor volumen enviado.
Si bien el monto que desde el vecino país se deberá abonar no fue aclarado, y de hecho se modificará si desde YPFB se mantienen los despachos deficitarios, a la fecha ya son más de 10 millones de metros cúbicos de menos los que la firma boliviana lleva entregados, aunque la penalidad sería superior al equivalente a ese gas.
La presentación del reclamo se suma al clima de duras negociaciones que el gobierno, a través de Ieasa, lleva adelante con YPFB por la renovación del contrato de importación de gas, cuya adenda vigente finaliza el próximo 31 de diciembre.
Según trascendió desde Bolivia se busca reducir un 15% las entregas para los meses del invierno del año que viene ante la menor producción que vienen registrando, un recorte que obligará a Argentina a tener que compensar esa reducción con la importación de más gas natural licuado (GNL) por buque, que es mucho más costoso.
En ese sentido, Kogan explicó hoy que «no nos interesa importar gas en el verano sino en el invierno, y eso estamos viendo pero la negociación es dura, como ya vimos el año pasado».
A todo esto, la coyuntura no es fácil. La búsqueda de la descarbonización desacoplada de los niveles de demanda en los países más desarrollados está generando una crisis en el sector energético por la escasez de gas natural que disparó subas de hasta el 250% en el hemisferio norte ante la llegada del otoño, generando coletazos que no solo están elevando el precio del petróleo ante la búsqueda de más combustibles para quemar en las centrales térmicas, sino que también llegarán a Argentina en el próximo invierno.
Así lo reconoció el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, quien si bien destacó que “al mundo le va a salir caro el gas, y a Argentina le va a salir menos caro por el Plan Gas Ar”, también reconoció que “todo lo que no se produzca acá y demandemos, lo vamos a tener que importar a un precio más elevado”.
“Este contexto internacional es producto de una velocidad del esquema de transición que no pudo dar respuesta y generó caos a lo largo y ancho del globo, y para Argentina el haber lanzado el Plan Gas Ar, con una previsibilidad a tres años y una estabilidad en cuanto a reglas claras, precios y volúmenes, es muy positivo”, indicó Martínez en diálogo con Cosechas y Negocios.
El secretario de Energía explicó que el éxito del plan de estímulos a la producción de gas “nos ha llevado también al desafío de topear los gasoductos y de entender que necesitamos la ejecución, no solo del gasoducto Néstor Kirchner, sino de todo el resto de las obras que hay que hacer, que cuestan en total unos 3.300 millones de dólares, pero que nos ponen en una situación en donde, si la licitamos en poco tiempo, vamos a poder ejecutar esa obra entre 18 y 20 meses”.
Precisamente ese plazo es el que Argentina deberá seguir importando gas, además del plazo del contrato con Bolivia que vence a fines de 2026, para cubrir el pico de consumo del invierno cuando la demanda se eleva casi al doble del consumo de la temporada plana como la actual.