28 abril, 2022
La Secretaría de Comercio los convocó para el viernes. Quiere que blanqueen en qué costos se justifican las subas, qué nivel de producción tienen y por qué gambetean la provisión de Precios Cuidados. Quiénes son los siete grandes que están en la mira.
Luego de que se comprobara que empresas del consumo masivo bajaron drásticamente los niveles de abastecimiento y siguen subiendo precios sin justificación aparente, el Gobierno jugó fuerte y convocó a gigantes del consumo para que muestren sus números y expliquen las razones de la supuesta especulación. La Secretaría de Comercio envió en las últimas horas sendas notas para que siete empresas de las grandes se reúnan este viernes con el titular de la cartera, Roberto Feletti, y poner blanco sobre negro en relación al fenómeno de las remarcaciones en góndola. Esta situación se da a semanas de que se conozca la inflación del mes de abril, que volverá a ser alta y con mucho impulso de los alimentos.
Las empresas que fueron convocadas, al menos al encuentro de este viernes, son Mondelez, Molinos Río de la Plata, Danone, Unilever, Arcor, Mastellone y Nestlé. En ese pelotón están las que, a priori, tuvieron más aumentos injustificados y problemas con la provisión general pero, sobre todo, de productos de Precios Cuidados. Este diario reveló la semana pasada que el abastecimiento a la canasta de precios de referencia pasó de un 80 por ciento a un 60 o 65 por ciento en los grandes supermercados, por decisión de las firmas de vender los mismo productos pero un 30 o 40 por ciento más caros por fuera de los híper, donde el Gobierno trabaja con las cadenas un control articulado de la evolución de los precios.
En el Gobierno aclaran que la intención no es cuestionar los niveles de ganancia, sino ordenar el frente desbocado de los precios. Según supieron algunas de las compañías antes mencionadas, lo que Comercio busca es que la guerra y los mayores costos no sean la justificación de aumentos per sé. «Quieren que mostremos los números de costos», se sinceró un ceo de una de esas firmas ante la consulta de este diario. Es que, hasta ahora, Comercio se viene enterando por el sistema on line de los supermercados -Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA)- que hay listas con aumentos de precios casi semanalmente, y que no todas se relacionan de manera lineal con mayores costos.
En el ámbito oficial no niegan que algunas de las firmas citadas, como Mondelez o Molinos, tienen problemas con los precios internacionales del trigo. Pero quieren ver la injerencia real de costos internos y externos en las remarcaciones. La convocatoria tiene, también, un componente político. El Gobierno, por pedido del Presidente Alberto Fernández, está tratando de ajustar las tuercas de los niveles de inflación general, con alimentos pesando mucho en la cuenta final. Y no puede dejar librado a la especulación al único canal sobre el que puede tener incidencia directa en el control. Sobre todo porque no se sabe cuál será la dinámica del precio de productos frescos y otros componente del IPC de abril, que seguramente será menor que el de marzo, pero que podría estar entre 5 y 6 puntos, en los cálculos más pesimistas. En la otra esquina, los que siguen los números finos aseguran que la primera quincena del mes tuvo precios muy al alza que luego se moderaron. Si eso se mantiene en la segunda quincena, el IPC podría romper la línea del 5 e instalarse en 4,8 o 4,9 por ciento. Vale decir que en marzo el IPC general fue de 6,7 por ciento, el más alto en el año, pero con los alimentos creciendo al 7,2 por ciento.
Así las cosas, en el Gobierno aseguran que, en el caso de que las empresas puedan justificar costos, se procederá a acordar un sendero lógico y pautado de incrementos. Hay casos previos, como el de Aceitera General Deheza (AGD), que mostró los costos y justificó algunas subas. «No puede ser que no se sepa cuánto aumentan ni por qué», contó a este diario un dueño de comercios grandes del interior del país. Las cadenas son, al fin y al cabo, las que lidian con los aumentos y no sólo eso, sino que el cliente no identifica al aumentador en el que produce, sino en el que vende. Por eso colaboran con información on line a los gobiernos.
«Hay un acta acuerdo y hay que cumplirla», dijo a este diario una fuente oficial, en relación a la provisión a Precios Cuidados, que la semana pasada también fue señalada como irregular por el ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires. El Gobierno de Axel Kicillof, previas inspecciones en municipios, constató fuertes faltantes de mercaderías en Precios Cuidados en territorio bonaerense. Es que, a diferencia de lo que ocurría hasta enero, el programa de referencia ya no actúa en base a una Resolución de Comercio Interior, lo que hace más laxo el cumplimiento. El otro tema a resolver en las reuniones, según diferentes interlocutores, es si, efectivamente, los grandes fabricantes están vendiendo el grueso de la mercadería a precio más caro por fuera de los hipermercados.
Todo esto surge, además, en el marco de un funcionamiento fluido y con demanda de Precios Cuidados. Según Feletti, representa el 18 por ciento de la facturación total de los super. Según los super, si los proveedores entregaran el producto con normalidad, podría escalar a un 25 por ciento de todo lo que facturan los grandes comercios. Un indicador de que la gente busca precios convenientes como salida a una inflación que el Gobierno aún no puede resolver.
*P/12/SCN