11 junio, 2021
Valores y volúmenes muestran una clara tendencia a la baja para las pomáceas en la presente temporada. Este año dejarán de ingresar al país cerca de 60 millones de dólares respecto de la temporada anterior.
Los números de la presente temporada frutícola no son buenos. Estudios oficiales señalan que los valores en los mercados del exterior para las manzanas y las peras están en sus mínimos de los últimos años.Los datos surgen de las declaraciones juradas con los valores de venta (FOB) que realizan los exportadores regionales ante las autoridades fiscales de la Nación.
Teniendo en cuenta los valores y volúmenes de exportación proyectados para todo el 2021 (peras y manzanas) se desprende que a la región del Valle dejarán de ingresar cerca de 60 millones de dólares respecto del año anterior. El P (precio) X Q (volumen) muestran una clara tendencia a la baja en ambas variables para la presente temporada.
En el caso de la manzana, el valor FOB promedio de este primer cuatrimestre del año se ubica en los 0.65 dólares por kilo. El número refleja una caída del 6% respecto del mismo período del año anterior y un desplome cercano al 40% con relación a los primeros cuatro meses de la temporada 2018. Tal cual se observa en el gráfico adjunto, desde 2018 los valores declarados de la manzana vienen en picada y nada indica que se puedan recuperar en el corto plazo. Por otra parte, cuando se desgrana la estadística oficial de la presente temporada se observa que, si bien el valor FOB promedio se ubica en 0.65 dólares por kilo, los rangos de precios van de los 0.18 dólares a los 1.21 dólares por kilo. Todo depende de la empresa, la calidad de oferta exportable y el destino hacia donde se orienta la manzana.
Consultados distintos empresarios regionales sobre esta importante caída que registra el valor de la manzana del Valle de Río Negro y Neuquén que se destina a los distintos mercados externos, la mayoría de ellos coincide en señalar que existen tres factores clave para entender la tendencia de la estadística presentada.
-Mercados a la baja. La mayor parte de los destinos hacia donde se orienta nuestra oferta exportable están mostrando una desaceleración en el consumo y esto termina impactando en el precio final del producto. A esto hay que sumarle los problemas económicos que sufren algunos de los países que reciben nuestra fruta, lo que también presiona sobre este complejo escenario mencionado.
-Oferta con poca demanda. Nuestra producción, salvo algunas excepciones, está concentrada en las variedades tradicionales que hoy los mercados externos no demandan. Datos oficiales señalan que más del 85% de la oferta del Valle se centra en este tipo manzana. Esto queda claramente demostrado con el aumento de la participación de las exportaciones, en estos últimos años, de los mercados latinoamericanos. Los operadores cedieron destinos donde se pagaba por la calidad para reorientar sus ventas hacia mercados de bajos precios.
-Subfacturación. Este es un tema irritante para los exportadores. La diferencia existente entre la paridad oficial y el resto de los dólares presentes en el mercado se refleja en una brecha superior al 70%. Este escenario -generado por la propia impericia en el manejo económico del Gobierno Nacional- es un caldo de cultivo para todo tipo de maniobras fraudulentas. Desde CAFI aseguran que quienes se manejan en la ilegalidad son empresas marginales que no están afincadas en la región. Pero, en definitiva, muchas son las declaraciones juradas donde se plasma un valor FOB de exportación inferior a los precios reales que terminan, con el tiempo, por registrarse en el mercado.
