10 julio, 2022
El historiador analiza en su nuevo libro la nomenclatura de las calles y avenidas porteñas, aunque su trabajo puede extrapolarse a cualquier punto del país, ya que los nombres de las arterias principales suelen repetirse. Contó cuáles son los nombres que faltan o que deberían cambiarse en la Ciudad de Buenos Aires.
Pero a ese inventario onomástico se suma el análisis certero de Pigna sobre las denominaciones elegidas. Es entonces cuando surgen datos capaces de sorprender al lector, como que el 94% de las calles y avenidas tienen nombres masculinos y solo un 6 % femenino y que la mitad de los barrios porteños no tienen una sola arteria con nombre femenino. También que Sarmiento y Colón son las dos calles más repetidas, con 13 y 14 calles respectivamente, y que en las dicotomías políticas, los unitarios se impusieron holgadamente a los federales y los radicales a los peronistas y en el éjido porteño solo un anarquista logró dejar su marca: Antonio Soto, sindicalista y líder de la Patagonia Rebelde.
Aunque la revisión del autor de “Los mitos de la Argentina” y las biografías de Manuel Belgrano y Eva Perón está centrada en la ciudad de Buenos Aires, el análisis puede extrapolarse a cualquier punto del país ya que los nombres de las arterias principales suelen repetirse en las grandes ciudades o los pueblos pequeños.
Sobre su mirada respecto de la cartografía porteña y los nombres que faltan o que deberían cambiarse en la ciudad.
¿El origen del libro está en una serie de columnas radiales?
Exactamente. Son los temas de las columnas que he tenido en radio a lo largo de los años. Actualmente estoy en “La inmensa minoría” con Reynaldo Sietecase en Radio con vos. Siempre busqué responder a la curiosidad de la gente para saber el origen del nombre de la calle que vivía. Por eso me pareció interesante entonces convertirlo en un libro recopilando esa información.
¿Cómo definirías el libro, ya que tiene una gran parte onomástica y otra de análisis de los nombres de las calles?
Está el diccionario onomástico y la otra parte que es un análisis de la cartografía porteña. Analizo los nombres de las calles teniendo en cuenta los temas.
Y surgen datos interesantes como la marcada impronta masculina en las calles, que vino a saldar el barrio más reciente de la ciudad: Puerto Madero…
Sí. La cuestión de género es tremenda. El 94 % tienen nombre de varón y solo un 6% homenajean a mujeres.
«Calles” no es un texto aislado sino que da origen a una colección…
Sí. Es solo el primer tomo y se refiere a las calles con nombres de personas. Pero habrá otros con fechas. Hay gente que vive en la calle 14 de Julio o 3 de Febrero y no sabe qué sucedió en esa fecha. En todos los casos habrá una primera parte temática, de análisis, y una segunda parte onomástica para que la gente busque lo que quiera.
También analizás las tendencias políticas y contás que hay muchas más calles que recuerdan a unitarios que a federales…
Hay un bando que tiene más representatividad. Claramente los unitarios han ganado la guerra en las calles. Hay una inmensa mayoría de ese bando y muy pocos federales. Juan Manuel de Rosas no tiene una calle en la ciudad y Juan Facundo Quiroga es una arteria donde no vive nadie porque es una avenida de circunvalación. Incluso la calle El Chaco puede mover a engaño ya que no recuerda a Ángel Peñaloza sino a un libro de Sarmiento que es absolutamente contrario al caudillo.
Rosas no es la única ausencia…
-F.P.: Hay una ausencia notable de pueblos originarios, y, por el contrario una gran cantidad de militares. Son más de 350. tiene donde nadie vive porque es una una avenida Circunvalación que está detrás de lo que era el parque Times la casa del Chacho puede llamar a engaño porque la gente puede suponer que son homenaje Ángel al libro de Sarmiento que es un folleto completamente contrario.
Pero además hay una ausencia notable después los originarios de homenaje a los pueblos originarios, una gran cantidad de militares, hay más de 350 militares.. Algunos muy merecidos que tienen que ver con las campañas de la Independencia y otros muchos más cuestionables como el coronel Ramón Falcón. La segunda calle más larga de Buenos Aires que homenajea a un policía represor, actor de una masacre de obreros en el año 1909.
A partir de tus búsquedas sobre las calles porteñas, ¿te han llegado consultas desde el interior bonaerense y las demás provincias del país?
Sí, pero la denominación de calles se repite en todo el país. Hay una gran coincidencia. Muchas de las calles de acceso o el bulevar central de los pueblos y ciudades se llaman Bartolomé Mitre. Y después en algunas localidades se producen cruces extraños como San Martín y Alvear que fueron enemigos en vida.
Marcás un cruce extraño en el barrio de Belgrano, entre el Cabildo que fue el germen de la Revolución de Mayo y los virreyes a los que ella combatió.
Claro. Es insólito que la avenida que homenajea a la Revolución de Mayo con el famoso Cabildo del 22 de mayo esté cortada por una gran cantidad de Virreyes. Es toda una incoherencia. Y que esto suceda en el barrio de Belgrano, que fue uno de los protagonistas del primer gobierno patrio. No se piensa en el homenajeado.
Hay otras “revanchas” en la cartografía porteña…
Sí. La casa de los Dorrego estaba en lo que era el parque de artillería y hoy es Tribunales. A esa plaza le pusieron Lavalle y el monumento de quien fusiló a Dorrego miraba precisamente hacia la casa de su familia. Ocurrió también en el Parque Tres de Febrero, en Palermo, con el monumento a Sarmiento que quedó ubicado donde estaba la cama de Rosas ya que esa zona era su residencia. Y hay más aún, la avenida principal del parque Tres de Febrero se llama Sarmiento, el gran enemigo de Rosas.
Después de tu repaso pormenorizado, ¿qué nombres le faltan a la ciudad de Buenos Aires?
Para mí faltan personajes del rock que ha nombrado a muchísimas calles de Buenos Aires en sus letras y la ciudad no se lo ha retribuido. También el tango que tiene una representatividad muy pequeña. Tenemos enormes exponentes del folklore que no tienen su calle.
En busca de salvar esas ausencias contás la iniciativa para sumar nombres de mujeres…
Sí. Un grupo de mujeres reunió 990 nombres de mujeres notables para contestar los argumentos machistas que decían que no había tantas mujeres famosas y por eso había nombres masculinos. La deuda se empezó a saldar en Puerto Madero por una idea de una socióloga de Mar del Plata, Leticia Maronese, quien en 1995 propuso que para paliar el déficit en el resto de la ciudad, el nuevo barrio podría tener en sus calles solo nombres de mujeres. Pero el mapa quedó desbalanceado porque el 50% de los barrios porteños no tienen una sola calle con nombre de mujer, así que si sigue siendo este evidentemente es una gran desproporción.
También hay calles que “sobran”, que deberían ser reemplazadas…
Además de Falcón, Venancio Flores, un uruguayo que participó en guerras civiles en su país y provocó un golpe de estado y que en el territorio argentino protagonizó la matanza de Cañada de Gómez que se produce después de la derrota de Pavón, donde hay 200 prisioneros del ejército de Urquiza rendidos a los que se pasa a degüello. Y a pesar de ese accionar es una calle muy larga de Caballito, y en cambio a Juan José Castelli, el orador de la revolución le tocan solo tres cuadras. Yo creo que la dimensión de las calles también importa, si vive gente, si es un pasaje o una avenida.
Cuenta el autor de “Calles” que nunca tuvo que investigar a quién homenajeaba la arteria en que vivía. Desde chico, vivió en calles y avenidas con nombres emblemáticos.
“Es muy curioso porque he vivido y trabajado en calles con mucha historia”.
Luego enumera: Boulogne Sur Mer (el lugar donde murió José de San Martín), Reconquista (por la victoria patriota en las Invasiones Inglesas), Medrano (uno de los diputados del Congreso de Tucumán), Avenida Corrientes (por la provincia ), Defensa (de nuevo las invasiones inglesas) y Perú (el país latinoamericano).
Sobre la época en que vivía en Medrano 119, en el barrio de Almagro tiene una anécdota muy entrañable con Quino, el creador de Mafalda. “Vivíamos en el mismo edificio en Medrano y Bartolomé Mitre. Un día me lo crucé y forjamos una linda amistad. Lo curioso es que un día me pidió que lo acompañase a la juguetería que quedaba en la esquina, que se llamaba Cachavacha y ya no está más. Ahí compró un autito de juguete que le sirvió de modelo para dibujar el Citroen que usaba la familia de Mafalda en las historietas”.