3 diciembre, 2021
Tras el anuncio de ampliación del sistema de gasoductos, las autoridades empezaron a buscar financiamiento para construir nuevas líneas eléctricas que permitan seguir expandiendo las renovables. “Tenemos que resolver este problema muy pronto”, dijo Cabandié a EOL.
La inauguración oficial del parque eólico de YPF en la localidad de Azul será una de las últimas de este gobierno si no se hace una fuerte inversión en infraestructura de redes de alta tensión.
Luego del crecimiento vertiginoso de las energías renovables en los últimos seis años, quedan pocos sitios con capacidad de transporte para poder instalar un parque, especialmente en la Patagonia donde el viento es el recurso predominante.
Es por eso que las autoridades empezaron a buscar financiamiento externo y así solucionar este cuello de botella que le pone un freno a la expansión de las fuentes verdes. “Energía tiene un proyecto por 1.200 millones de dólares. Se está buscando financiamiento multilateral y bilateral para distintos tramos. Por lo menos se busca conseguir la mitad para el 2022 y el resto para el 2023. Es un tema que va a ser prioritario porque las líneas están saturadas”, indicaron fuentes allegadas a la Casa Rosada.
La idea es tener anillado el sistema eléctrico argentino en 500 kv y para eso se empezaría por la red entre Bahía Blanca y Vivoratá y de Vivoratá a Plomer en la Provincia de Buenos Aires, la interconexión de Puerto Madryn y Choel Choel en la Patagonia, y el anillo entre La Rioja Sur, Rodeo y Río Diamante en Cuyo para luego llegar a Charlone. Sería la base para poder alcanzar el 20% de la matriz eléctrica a base de renovables para el 2025 como marca la ley, pero quedaría lejos de los 3.000 millones de dólares que pide la cámara sectorial para poder llegar a un 30% de renovables para el 2030.
Si bien desde el oficialismo culpan a Cambiemos por no haber construido “ni un kilómetro de redes” en todo el mandato de Macri, lo concreto es que en estos dos años de gestión de Alberto Fernández tampoco se avanzó al respecto, más allá de los problemas que trajo la pandemia.
“Si Macri hubiese utilizado aunque sea el 10% de la deuda con el FMI en estos proyectos, hoy tendríamos 100 parques eólicos como este de Los Teros y todas las líneas necesarias para interconectarlos. Entonces, dan bronca ciertas cosas”, cuestionó Cabandié ante la consulta de EOL -a pesar de que el porcentaje de la deuda con el Fondo requerido para hacer semejantes obras sería de por lo menos el 30%- y agregó que “el gobierno tiene muy presente este problema, está en agenda y lo tenemos que resolver muy prontamente”.
Por su parte, el presidente de YPF Pablo González reconoció a este medio la dificultad de encontrar proyectos viables en la Patagonia por la falta de capacidad de transporte y reveló que el tema “lo estamos planteando en conversaciones entre nosotros”. “Ojalá el año que viene se pueda anunciar. Significaría que estamos en etapa de aumento de producción de energía y eso es positivo para el país”, subrayó.
El secretario de Energía Darío Martínez no manifestó la misma preocupación por este cuello de botella y con cautela, recurrió a la frase característica de Mostaza Merlo cuando ganó aquel recordado campeonato en el año 2001 con Racing. “Paso a paso. Primero entendimos que la ampliación de gasoductos era esencial y por eso lo ha anunciado el presidente. Pero por supuesto que tenemos que trabajar en eso. Porque no pensar que ese ahorro que nos va a generar el gasoducto Néstor Kirchner se puede destinar a esas líneas necesarias para que cada vez tengamos más parques renovables. Tengamos en cuenta que por cada dólar que se invierte en renovables, hay 90 centavos adicionales que hay que invertir en las líneas. Hace falta una gran inversión en redes que no se hizo en los cuatro años de la anterior gestión y ahora hay que recuperar”, dijo en diálogo con EOL.
Hasta que se llegue a una definición que podría demorar varios meses, el objetivo es intentar liberar algo de capacidad de aquellos parques ganadores de licitaciones Renovar que por las complicaciones financieras desatadas a partir de la crisis del 2018 o por la imposición del cepo a la compra de dólares, decidieron no terminar esos emprendimientos.
El problema es que las condiciones de recisión contemplan multas muy importantes para las empresas, que no están dispuestas a abonar al tratarse de un “cambio de reglas de juego” por el giro en la política económica del macrismo. Por el momento, la secretaría de Energía solamente dio incentivos para concluir estos proyectos, pero no dio soluciones a los empresarios que están decididos a rescindir. “Estamos trabajando en ese sentido. Tenemos que avanzar en un esquema para poder liberar esa capacidad que está en esos contratos que no finalizaron. Esperemos tener novedades lo antes posible”, ratificó Martínez.