En esta línea un reciente informe del Centro de Excelencia de la Eólica Marina Flotante de Offshore Wind Consultants, una consultora especializada en proyectos de energías renovables, examinó 246 territorios con potencial en todo el mundo.
El estudio fue elaborado para ORE Catapul (Offshore Renewable Energy Catapul) y logró identificar 54 países con potencial de desarrollo de esta novedosa tecnología de generación eléctrica en el mar a partir de plataformas eólicas flotantes.
La buena noticia para Argentina y otros países latinoamericanos es que están en el radar de los analistas –tal vez en el futuro también de los inversores-, aunque en la agenda de prioridades, los elegidos corren a distintas velocidades.
En un primer grupo, se incluyen 22 países con posibilidades de desarrollo a corto plazo, pensando en el período 2022-2035. Allí aparecen naciones de Europa, Asia y América, ocupando el top five el Reino Unido, Japón, Francia, Corea del Sur y Taiwán.
Los primeros 10 puestos de este ranking se completan con Noruega, Estados Unidos, China, Portugal e Irlanda. Entre los latinoamericanos, sólo aparece Brasil, en el puesto 18 entre los 22 identificados.
Recientemente, el gobierno de Jair Bolsonaro anunció la firma de un decreto que habilita la investigación y proyectos de generación eólica marina. Va en la línea de evaluar el desarrollo de energías renovables, como el caso de la perforación de pozos de agua a través de pequeñas plantas alimentadas a energía solar en comunidades alejadas.
“La eólica marina flotante será fundamental en la futura combinación energética, pero también conlleva sus propios retos y oportunidades, lo que significa que no todos los mercados están preparados o son adecuados para el futuro desarrollo de esta tecnología”, señaló Craig Brown, consultor principal de OWC.
El segundo pelotón
En el marco del estudio, se encontraron también 32 países con posibilidades de desarrollo de la energía eólica marina flotante en un largo plazo, período que va de 2035 a 2050, según los investigadores. Allí el ranking es encabezado por Lituania, Rumania, Colombia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
Argentina figura en el puesto 16 entre los 32 países de este lote, sumándose además de Colombia, al bloque de países latinoamericanos que incluye a Chile, México, República Dominicana, Puerto Rico, Costa Rica, Uruguay y Cuba. En el caso de Argentina el estudio no hace referencias a cuáles puede ser las zonas con más potencial, aunque se sabe que el área costera patagónica, tiene los mejores vientos y por ende podría ser un imán para los inversores.
Cada mercado se evaluó utilizando criterios ponderados que abarcan factores técnicos y políticos, un panorama de inversión comercial y facilitadores del mercado. Estos factores obtuvieron un puntaje con el fin de evaluar la “preparación” de ese mercado para la energía eólica marina, así como la velocidad de desarrollo del mercado.
El propio estudio aclara, sin embargo, que no todos los países van a buscar el desarrollo de energía eólica marina flotante con fines comerciales o de generación, sino que algunos de ellos podrían incluso transformarse en mercados de futuro especulativos, buscando captar el interés de inversores internacionales.
La energía eólica marina flotante empieza a ser considerada en los círculos especializados de energía renovable como una opción válida para generar energía cuando las profundidades son tan grandes que hacen inviable económicamente la instalación de los molinos en el lecho marino, por requerir torres de semejante altura.
Cada uno de los territorios analizados pasó la revisión de siete filtros y criterios relevantes para determinar su viabilidad y potencial. Así, por ejemplo, en el plano geográfico, se evaluó el acceso a la costa con una distancia de al menos 75 km del mar u océano.
En cuanto al potencial de recursos técnicos deberá alcanzarse al menos 6 GW de potencia eólica marina flotante, mientras que los mercados deberán tener al menos 10 TWh de consumo por año.
A nivel de la Gobernanza, en control de la corrupción y regulaciones deberán calificar al menos con 1,5 en el index del Banco Mundial. Además, el requisito de ingresos es contar con un PBI per cápita de al menos 2000 dólares/día, y no tener inestabilidad socioeconómica, producto de guerras o sanciones.