12 abril, 2024
En la formación geológica La Colonia, en la provincia de Chubut, un grupo de paleontólogos descubrieron un nuevo titanosaurio que habría pesado unas siete toneladas y vivió en la Patagonia hace 66 millones de años, sobre el final del período Cretácico.
Aunque más pequeño que otros dinosaurios encontrados en Chubut –como Patagotitan mayorum, que medía casi 40 metros de largo, tenía un cuello de 12 metros y un peso estimado en 70 toneladas–, el nuevo gigante bautizado Titanomachya gimenezi es el segundo dinosaurio hallado en la formación La Colonia y el primer saurópodo, es decir, perteneciente al grupo de los vertebrados terrestres más grandes en la historia evolutiva caracterizados por ser herbívoros.
“La formación es conocida por haber revelado diversos fósiles, desde dinosaurios carnívoros y plesiosaurios hasta tortugas y otros reptiles. Los hallazgos en La Colonia no solo ofrecen información crucial sobre las poblaciones de saurópodos en la Patagonia durante el final del período Cretácico, sino también sobre la diversidad de los ecosistemas de la región en ese momento”, indicó Agustín Pérez Moreno, becario posdoctoral del Conicet en el Museo de La Plata y primer autor del trabajo, que fue reportado hoy en la revista científica Historical Biology.
Tal como explicaron los expertos, Titanomachya gimenezi habitó la Patagonia durante el Maastrichtiano, la última edad del periodo Cretácico (que precedió a la extinción masiva). Las reconstrucciones ambientales de la formación La Colonia –ubicada al norte del río Chubut– indican que, por entonces, esos ambientes estaban dominados por estuarios o albuferas, es decir, que su entorno contaba con una variada flora que incluía palmeras, plantas acuáticas con flores y coníferas.
Los investigadores sumaron que, a pesar de estar representado principalmente por elementos de las extremidades, el ejemplar encontrado en Chubut exhibe características únicas para un titanosaurio del Cretácico Superior. “La morfología del astrágalo –hueso responsable de distribuir la fuerza procedente de la tibia en el interior del pie– nunca fue vista antes en otros titanosaurios y muestra rasgos intermedios entre los linajes Colossosauria y Saltasauroidea, lo que destaca su importancia evolutiva. Además, estudios filogenéticos han revelado que precisamente es miembro del gran linaje de los Saltasauroidea”, advirtió Pérez Moreno.
Los primeros restos de Titanomachya gimenezi fueron descubiertos hace un tiempo, en el marco de una campaña realizada por investigadores del Conicet en el Museo de La Plata y el Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew. Posteriormente, en otras campañas junto a profesionales del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (Conicet, Universidad de Río Negro), el equipo pudo efectuar las excavaciones y recuperar elementos de los miembros anteriores y posteriores del dinosaurio, así como fragmentos de costillas y una vértebra caudal.
“El proceso de extracción fue muy minucioso e involucró a diez personas, ya que requirió recubrir los restos con camisas de tela de arpillera y yeso para protegerlos antes de su traslado a los laboratorios del Museo Paleontológico Egidio Feruglio”, contó Pérez Moreno.
Además, el reciente hallazgo se realizó en el marco del proyecto “Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia”, financiado por National Geographic. El proyecto tiene como objetivo investigar todos los aspectos biológicos y ecológicos de la época en la que se extinguieron los dinosaurios no avianos.
“Titanomachya gimenezi marca el inicio de una serie de descubrimientos esperados en la formación La Colonia y, a medida que el proyecto avance, se anticipa la revelación progresiva de nuevas especies de dinosaurios, acompañadas de reconstrucciones paleoecológicas y ambientales que proporcionarán una visión más completa del mundo prehistórico en el que estos magníficos animales vivieron y desaparecieron”, subrayó Pérez Moreno.
Y agregó: “Se erige como un descubrimiento intrigante que añade una nueva perspectiva a la rica historia de los dinosaurios saurópodos de la Patagonia durante el Cretácico Superior y abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en la diversidad y evolución de estos majestuosos gigantes”.
El paleontólogo sumó que el nombre que le dieron los autores al nuevo ejemplar evoca la Titanomaquia, la batalla que, en la mitología griega, fue librada por los dioses del Olimpo contra los titanes, en la que estos fueron finalmente derrotados: “Este nombre es especialmente apropiado, ya que Titanomachya gimenezi procede de la época en que se extinguieron los titanosaurios”.
A su vez, con la palabra gimenezi rindieron homenaje a la fallecida científica Olga Giménez, quien fue la primera paleontóloga en estudiar los dinosaurios de la provincia de Chubut. “Su legado ha dejado una huella imborrable, y esta denominación busca honrar su contribución pionera a la comprensión de la rica historia paleontológica de la región”, indicó Pérez Moreno.
*LN/ by Paz García Pastormerlo/ Fotos Gabriel Díaz Yantén