12 junio, 2023
Con el 15% de los votos procesados, el peronismo se imponía con el 68% de los votos en Tucumán, frente al 25% de Juntos por el Cambio (JxC).
El oficialista Frente de Todos (FdT), que llevaba como candidatos a gobernador y vice a Osvaldo Jaldo y a Miguel Acevedo, se impuso con holgura en las elecciones provinciales, de acuerdo a los primeros datos del escrutinio provisorio, que arrancó a las 22.30. Desde temprano había confianza en el oficialismo que se vio reflejado reflejado en la larga lista de invitados especiales que llegaron a Tucumán desde las 20. Con el 15% de los votos procesados, el peronismo se imponía con el 68% de los votos, frente al 25% que obtenía la fórmula de Juntos por el Cambio (JxC), integrada por el radical Robert Sánchez y el larretista Germán Alfaro.
Los primeros mandatarios provinciales en arribar fueron los gobernadores de Formosa, Gildo Insfrán; Catamarca, Raúl Jalil; de La Rioja, Ricardo Quintela; Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, y Oscar Herrera Ahuad, de Misiones. Se aguardaba que la llegada también del ministro del Interior de la Nación, Eduardo «Wado» de Pedro.
El resultado confirmó el poderío que conserva el oficialismo que, con el gobernador Juan Manzur como jefe de campaña, provincializó todo lo que pudo el período preelectoral, prescindiendo de las visitas de funcionarios nacionales. Tampoco se vio en la provincia cortocircuitos locales, de la interna nacional por la que atraviesa la coalición gobernante, lo que favoreció la cohesión de la dirigencia peronista tucumana para obtener el triunfo.
Con este resultado, más allá de la consolidación del FdT en la Casa de Gobierno, Manzur obtendría una foto junto a sus pares de la región y a De Pedro, que le permitiría jugar en la interna nacional de la coalición gobernante, en donde está en debate si habrá lista de unidad o PASO.
Manzur, en consonancia con lo manifestado por los miembros de la Liga de Gobernadores, apostaría por lo señalado por los mandatarios en el documento que se firmó en el Consejo Federal de Inversiones, en donde se pidió lista de unidad, con un representante del interior en la fórmula.
El triunfo del FdT es un mazazo para la coalición amarilla tucumana, que se había ilusionado con los resultados de las legislativas de hace dos años, en los que obtuvo un virtual empate técnico. La brutal interna que protagonizaron hasta marzo Sánchez y Alfaro terminó con el sueño de poder sentar a un opositor en el Sillón de Lucas Córdoba, el primer gobernador tucumano.