4 noviembre, 2020
LAS ELECCIONES PRIMARIAS DEMANDARÁN $17 MIL MILLONES Y YA FUERON SUMADAS AL PRESUPUESTO 2021
El Gobierno resiste por estas horas una fuerte embestida de algunos gobernadores del oficialismo y la oposición tendiente a pedir una suspensión de las elecciones primarias abiertas y simultáneas (PASO) para agosto del año que viene en función de la evolución de la pandemia de COVID-19 en la Argentina.
Además, las elecciones legislativas de 2021, en las que se renovarán 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado, demandarán al Gobierno nacional un costo estipulado de más de 17 mil millones de pesos ($17.171.091.891) de acuerdo al proyecto de Presupuesto 2021 ingresado por el Poder Ejecutivo nacional.
Por otra parte en relación a costo beneficio, es real que en muchas oportunidades el aporte a la democracia de las elecciones PASO fue muy relativo. Principalmente en el ámbito nacional resultaron escasas las contiendas dentro de los partidos o frentes para dirimir candidaturas con el voto de la ciudadanía independiente. Posiblemente haya que atribuir esa realidad a la decadencia de las agrupaciones partidarias como generadoras de corrientes de opinión y formadoras de dirigentes. Predominan los individualismos sobre las estructuras.
Por lo pronto, al pedido del gobernador de San Juan, Sergio Uñac, se le sumó el planteo de los gobernadores de Corrientes, Eduardo Valdés, de Misiones, Oscar Herrera Ahuad y de Tierra del Fuego, Gustavo Mellela, quienes confirmaron que piensan que las internas son “un gasto inútil” y que “nadie sabe qué va a pasar con la pandemia”.
A la vez, el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, evaluó en las últimas horas con su equipo de gobierno un mismo escenario complicado para armar las PASO el año que viene.
Ante esta embestida de los gobernadores que podría potenciarse con el reclamo de otras provincias, en la Casa Rosada dijeron que “por ahora todo el cronograma electoral sigue intacto”.
Desde el Ministerio del Interior que lidera Eduardo De Pedro dijeron que “por ahora nada se cambia” y recordaron que para hacer una modificación al cronograma de las PASO, se necesita de un acuerdo en el Congreso para reformar la ley electoral.
En este sentido, en la Casa Rosada ratificaron que “se está trabajando bajo el cronograma electoral vigente”, tal como lo reflejó la semana pasada la secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Patricia García Blanco.
La funcionaria de la cartera que conduce De Pedro se reunió la semana pasada con Diana Quiodo, titular de la DINE, y en ese contexto remarcó que “se sigue trabajando articuladamente con el Ministerio de Salud y la Justicia en la evaluación de medidas sanitarias y de prevención para las elecciones nacionales de 2021, en caso de persistir el escenario de pandemia que atraviesa la Argentina y el mundo”.
Sin embargo, en la Casa Rosada remarcaron que, a pesar del pedido de algunos gobernadores, por ahora no se piensa en un cambio y que cualquier propuesta de modificación o alteración del cronograma vigente “debe ser realizada por ley y debatida en el Congreso de la Nación”.
El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, fue quien desató la discusión al pedir que “a través del diálogo y el trabajo conjunto con los sectores políticos» se generen «los consensos necesarios para presentar un proyecto de ley destinado a la suspensión de las PASO para el año 2021”.
Uñac, que forma parte del Frente de Todos, dijo que la suspensión “significaría menor riesgo sanitario y mayor ahorro económico”. A la vez el mandatario aclaró que está pensando en esta idea en función de la segunda ola de contagios que se está viendo en Europa y porque un cambio en la ley electoral requiere de mucho consenso en el Congreso.
“Quiero avisar con tiempo para que llamemos a un acuerdo nacional y evaluemos con antelación que lo mejor para nuestra ciudadanía en un contexto de pandemia sería razonable suspender las PASO”, dijo Uñac públicamente.
En esta misma línea se manifestó el mandatario de Tierra del Fuego, Gustavo Melella: «La verdad es que sería razonable una suspensión de las PASO porque nadie sabe cómo va a seguir la pandemia”.
Asimismo, remarcó que tanto la situación del COVID-19 como la crisis económica ameritan que se revea la realización de las primarias porque “implican un gasto importante”.
Por su parte, el mandatario de Misiones remarcó que “las PASO constituyen un gasto del Estado que no definen nada”. Y aseguró que si persiste la pandemia de COVID-19 en la Argentina el año que viene será un riesgo hacer elecciones todo el tiempo. “Vamos a exponer a la gente injustificadamente”, dijo Herrera Ahuad al ser consultado sobre el eventual desarrollo de las internas en medio de la pandemia.
El radical Valdés, gobernador de Corrientes, fue más tajante: “Son un gasto inútil”.
En Mendoza, Suárez evalúa el mismo camino. “La idea de suspender las PASO se viene dialogando hace un tiempo y si hay un consenso general de todos los partidos vamos a acompañar esa idea de suspenderlas”, explicaron en su entorno.
En Chubut no ha habido pronunciamiento oficial al respecto, pero la situación provincial ameritaría una postergación, observan varios referentes políticos que ven difícil la situación social y financiera como para pensar en política electoral y gastos de campaña.
Lo que si se sabe es que si se realizan las PASO, la elección va a ser muy distinta a como la conocemos.
¿Qué ideas hay? Varias: desde desdoblar la elección y votar sábado y domingo, a ampliar el horario, o fijar turnos para las personas de riesgo, hasta que se vote con una boleta única o se utilice un scanner para los documentos de identidad de las personas y así las autoridades de mesa no tienen que tocarlo.
Auqnue no hay nada definido, el camino por recorrer es largo y cualquier cambio deben tener un amplio consenso. Inclusive algunas eventuales modificaciones las debería hacer el Congreso de la Nación.
“Una elección se organiza con un año de anticipación. Lo que cambió hoy es la intensidad y algunas formas. Por ejemplo, nunca pensamos que íbamos a tener que recurrir al Ministerio de Salud”, explica Hernán Goncalves Figueiredo, secretario de la Cámara Electoral.
El puntapié lo dio la Cámara Electoral, integrada por los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via. “La pandemia ocasionada por el coronavirus COVID19 es susceptible de incidir en el desarrollo de la organización del proceso electoral del año próximo”, dijeron los magistrados en una resolución de junio pasado.
Y agregaron: “a efecto de considerar los eventuales protocolos pertinentes para cada etapa del proceso electoral, deberán considerarse los diversos escenarios epidemiológicos en que se desarrollará el proceso electoral del próximo año. En tal sentido, deberán contemplarse como hipótesis de trabajo tanto la existencia de un contexto de pandemia, como así también de postpandemia, en la totalidad del territorio nacional o en partes del mismo”.
En el país ya se suspendió una elección por el coronavirus. Ocurrió en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, donde los comicios para intendente y concejales -se prorrogaron los mandatos de las actuales autoridades- se postergaron ya dos veces por un rebrote del virus que superó a la media de la provincia. La próxima fecha este 29 de noviembre.
Tras esa resolución, la Cámara comenzó a tener reuniones. Lo hizo con los jueces electorales de todo el país, con las autoridades de la DINE, con las del Correo Argentino y con representantes de organizaciones sociales. Lo harán también con el Ministerio de Salud de la Nación, con los partidos políticos y con los Tribunales Superiores de Justicia de todo el país. Por su parte la DINE, a cargo de Diana Quiodo, mantuvo encuentros con los apoderados de los partidos políticos nacionales y de las provincias.
“De las reuniones surgió un consenso de que si continúa la pandemia se van a tener que tomar medidas sanitarias de cuidado de higiene, de prevención y de distancia en los lugares de votación. Ahí apareció la pregunta de cómo hacer para que los votantes, las autoridades de mesa y los fiscales de los partidos puedan respetar esas distancias. Es muy habitual los días de la elección ver grandes filas, mucha gente. Para el votante por ahí es más fácil. Pero no para las autoridades de mesa y los fiscales que están todo el día”, sostiene Goncalves Figueiredo.
Ante eso surgieron algunas ideas con aceptación general. Por ejemplo, que haya más lugares de votación con menos mesas y menos votantes por cada una de ellas. Así la cantidad de gente será menor. En las elecciones presidenciales del año pasado se utilizaron en todo el país 14.500 lugares de votación y en casa mesa estaban habilitadas para sufragar 350 personas. En 2019 estuvieron habilitados 33.841.837 electores y votó cerca del 80 por ciento.
También se propuso extender el horario de votación -que es de 8 a 18 horas-, algo que requiere una decisión del Congreso ya que está contemplado en una ley. “Sobre el horario habría que ser muy riguroso en las aperturas de las mesas. Muchas veces abren con media hora o una hora de demora, se acumula gente. Eso habría que evitarlo si votamos en pandemia”, señaló Santiago Alberdi, apoderado electoral del PRO.
Sobre los votantes surgió el caso de las personas que son grupo de riesgo ante el coronavirus. Allí aparecieron varias propuestas: que se fije un horario especial para que voten, que sea con turnos o en una mesa y cuarto oscuro especial. También que no sean convocados como autoridades de mesa. En este tema surgió una pregunta: ¿puede quedar exceptuado del voto una persona de riesgo que quiere no exponerse a ir a un lugar con gente? “El voto es obligatorio y la gente siempre quiere votar. Por eso hay que arma protocolos específicos”, opinó Jorge Landau, apoderado electoral del Partido Justicialista a nivel nacional y de la provincia de Buenos Aires.
“Ni pensar en la discusión que se generaría si alguien propone que el voto no sea obligatorio”, plantea por su parte Pablo Secchi, director de Poder Ciudadano, una de las ONG que participó de las reuniones con la Cámara Electoral.
*IB, NA