12 septiembre, 2021
El histórico líder del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, parece haber encontrado sucesor. Desde hace algún tiempo promueve a Carlos Pérez, presidente de la obra social del gremio, Osecac, para sucederlo en el próximo mandato al frente de la mayor organización gremial del país, de cara a las elecciones que se realizarán el año próximo.
El sindicalista de 87 años planea dejar un sucesor para el próximo mandato y Pérez sería el elegido, según testigos que participaron de la reciente reunión paritaria en el Ministerio de Trabajo, semanas atrás, en la que el sindicato renegoció su aumento salarial.
«Todo indica que es su delfín en Comercio, lo trajo a la reunión y Pérez estuvo muy activo. Prácticamente se los presentó a los empresarios como su sucesor», dijo a Gestión Sindical un representante del Gobierno que estuvo en la paritaria. «Es el rumor que se instaló fuerte, sobre todo después de la última reunión paritaria», confirmó un delegado de base del sindicato.
«Hay gestos que indican que Carlos Pérez sería el elegido. Está dejando lugares en la obra social y acercándose al sindicato, del que es secretario de Acción Social de la seccional Capital Federal», detalló el mismo delegado al sitio web Gestión Sindical.
Sin embargo, para tomar la posta del Cavalieri, Pérez, quien se desempeñaba como director de Osecac y saltó a presidente de la obra social en 2018, deberá ganarle los comicios a Ramón Muerza, el dirigente opositor con fuerte respaldo en empleados del supermercado COTO y de los Moyano, quien estuvo cerca de desbancar a Cavalieri en los último comicos de 2018.
Como es de esperar, cerca de Muerza critican a Pérez: «Es un tipo de saco y corbata con menos sindicalismo que Mirtha Legrand», intentan bajarle el precio. En cambio, los delegados consultados destacan su labor: «Pérez viene trabajando bien en la obra social, habrá que ver cuando le toque ser secretario general del sindicato, que ya es otra responsabilidad», señalan.
No obstante, Muerza perdió fuerza en los últimos años y actulamente no contaría con los mismos respaldos que hace tres años lo dejaron al borde del máximo sillón del sindicato.