6 octubre, 2023
Los Ministros del Superior Tribunal de Justicia de Chubut aceptaron este martes de manera unánime la renuncia del doctor Héctor Mario Capraro al cargo de Administrador General del STJ, «por motivos vinculados a su salud personal», pero no sin antes habiéndole cursado varias auditorías, sumariado e incluso cesado sin goce de haberes, pese a enfrentar una delicada enfermedad.
Pese a que sus problemas personales eran de público conocimiento, internamente el exadministrador del STJ, doctor Héctor Capraro, fue ‘rodeado’ por investigaciones por la nueva estructura judicial. Se le achacan designaciones que terminaron ‘sobregiradas’ supuestamente porque la Legislatura no aprobó el Presupuesto del Poder Judicial, y además le pusieron lupa en presuntas ‘discrecionalidades’ en el cobro de Tasas, una caja que mueve 500 millones de pesos anuales y que el nuevo pleno buscaría regentear más ‘democráticamente’.
Como se sabe, en las ‘cumbres’ del Poder, nada es tan lineal ni obvio. Capraro fue un funcionario poderoso de dos gobiernos radicales donde se desempeñó como Ministro de Economía, y en 2011 fue convalidado como Administrador General del Poder Judicial, un bastión que suelen reclamar las ‘oposiciones’, y aunque no es regla escrita, pareciera que se sigue dando, tal el descenlace actual.
Este martes el plenario donde se termió de desvincular a Capraro se realizó en la Sala de Acuerdos “Dr. Rubén Antonio Simonet” del STJ, bajo la presidencia de la doctora Camila Banfi Saavedra, y fue precedido por una fuerte tensión que terminó derivando en su apartamiento.
Oficialmente se dió a conocer que tras analizar la presentación de Capraro, se resolvió por unanimidad aceptar la renuncia del Administrador General por motivos vinculados a su salud, más allá del proceso que se sigue adelante en cuanto al resultado de dos auditorías y un sumario administrativo en trámite.
En los hechos, Capraro ya había sido apartado de sus funciones sin goce de haberes pese a estar luchando con una delicada enfermedad, y se encontraba en una situación incómoda tras 11 años de ejercer pleno poder.
Desde el mes de junio Capraro no ejercía en la Administración General, y ya habían comenzado a sonar nombres posibles para su reemplazo. En algún momento se sugirió que sería el puesto ideal para compensar el laborioso desempeño del actual ministro de Economía, Oscar Antonena, una vez finalizada esta gestión. Pero posteriormente eso se habría desestimado por no pertenecer al fuero, y conocerse a la par su intención de regresar al Banco del Chubut. Entre tanto, en el Judicial fue prosperando en el rol de Capraro desde hace meses, un empleado de carrera que fue reorganizando la estructura de acuerdo a las directivas de la nueva conformación Superior, el contador Mariano Pardini, quien sonaría para convertirse en reemplazo definitivo.
Recientemente el vicepresidente del STJ, Daniel Báez, precisó en declaraciones a la prensa que Capraro estaba «suspendido» de su cargo y sin goce de sueldo. «Si bien no son gratas estas situaciones, hay que hacerlas por la vida del STJ y la transparencia de la misma», dijo el vicepresidente del STJ, quien además está a cargo del sumario.
Capraro ocupaba hasta ahora una de las funciones más codiciadas en términos administrativos vinculada al manejo del presupuesto de uno de los tres Poderes del Estado, y terminó apuntado por la probidad del sistema, como señalara el doctor Baez. «La Tasa de Justicia es un tributo y detectamos una series de inconsistencias en el cobro de ésta, como también el no cobro o bien una rebaja de intereses con donaciones o multas que no se ajustan», especificó el ministro del Superior en declaraciones periodísticas.
Junto a Capraro, el STJ también avanzó contra su personal inmediato, Ligia Pérez -también sumariada- y la titular de Recursos Humanos del PJ, Marina Abraham, que fue destinada a la ciudad de Trelew. Todo esto derivó en el apresuramiento de su renuncia ante una situación que va afectando a otros empleados de carrera que respondían a su área.
En ese momento, Baez anticipó que en caso de que la investigación logre encontrar alguna irregularidad, se llevará a cabo la correspondiente denuncia. Si eso sucediera quedaría truncada la posible jubilación de Capraro, (a la cuál había sido ‘invitado’ el año pasado) ya que para lograr su retiro de la Justicia, requiere de un visado sin sumarios.
Con este nivel de presión, transitando una durísima enfermedad, condicionado a llegar a perder su jubilación, sumariado, sin percibir haberes y con parte de su personal también desplazado, es que se produce la formalización de la renuncia del administrador judicial.
Lo que genera una vacante en un rol y caja clave de lo que se considera el ‘poder paralelo’ y que el PJ buscaría colonizar plenamente, frente a una Ejecutivo y Legislativo que ya quedaron en manos mayoritarias de Juntos por el Cambio. Habrá que ver…
