20 abril, 2022
Lo adelantó en declaraciones radiales para responder a la acusación del exministro Federico Massoni. «Es un chata que desacredita y difama para posicionarse». ‘Primero parece Rambo, después el Pastor Giménez y termina siendo un chanta’. «Es lacayo de Arcioni», imputó.
Massoni había realizado ruidosas declaraciones nuevamente reposicionandose mediáticamente en el Valle, al deslizar que las empresas de Ignacio Torres estaban favorecidas por las compras de combustible de la flota amarilla, a las que a su vez denunció por evasión impositiva. El senador Ignacio Torres no ocultó su «enojo» y anticipó que lo demandará.
Lo adelantó desde los estudios de Radio Chubut en duros términos por tamañas acusaciones por considerar que no lo enlodan a él, que eligió hacer la actividad política y sabe a qué se somete a este tipo de ataques, sino porque afecta a su entorno directo, dado que las empresas son de la familia, heredada por generaciones.
Además adelantó que la demanda por injurias no solo las destinará contra el ex ministro sino también contra el propio gobierno provincial porque para Torres, «Massoni es lacayo de Arcioni» y «fingen una pelea entre ellos pero nunca dejaron de actuar en línea».
«Hay un claro daño moral y comercial que no pretendo dejar pasar» advirtió el joven político que viene pisando fuerte en la urnas chubutenses.
Para Torres la situación es exactamente al revés y el grupo económico de su familia en vez de ser beneficiado por empresarios prebendarios, fue perjudicado a pedido del gobierno para ahogar a las empresas de su propiedad.
Sostuvo que esto se lo transmiten los propios integrantes del gabinete provincial que, sospechando que habrá cambios en el escenario político, abandonan de a poco su pertenencia y le filtran la información de lo que ocurre en las entrañas del gobierno.
«Están preocupados porque se les termina la joda» dijo en referencia a los actuales funcionarios.
De paso recordó que Massoni, a la hora de hablar de quienes supuestamente beneficiaron desde el Estado a los empresarios de la cámara pesquera, no dió nombres de ex o actuales funcionarios, a quienes definió como «tristes empleados estatales que de pronto se encuentran siendo propietarios de mansiones frente al mar y tripulando autos de alta gama».
Reconoció que él en algún momento pensó que Massoni era un «outsiders» de la política, es decir una persona diferente en ese mundo, pero en la medida que lo fue conociendo notó que fue mutando de «ser Rambo al pastor Gimenez y de ahí a ser chanta».