El riesgo a la multiplicación del desastre

Por Trivia Demir

El desafío fue como innecesario pero por las dudas y respondiendo a la primera naturaleza política, el vicegobernador Ricardo Sastre lo lanzó al aire y al rostro de Mariano Arcioni: “Le hemos dado una herramienta importante. Ahora le toca al Ejecutivo ‘demostrar capacidad’ (sic) para poder implementarla de la mejor manera, por el bien de todos los vecinos”. Fue muy poco después que la Legislatura aprobara casi por unanimidad le reestructuración de deuda que venía resistiendo desde noviembre. Un proceso que cerró la semana, pero que también la abre.

El problema de la política ‘chicana’ es que a los únicos que perjudican es a los gobernados. Después de todo fue evidente que la aprobación masiva que se obtuvo después de tanta resistencia no fue ningún mérito de nadie, sino una avanzada condicionada cuidadosamente pergeñada para que quienes necesitan ‘las herramientas’, se estampen solitos y se metan el clavo en el dedo. Posiblemente de esa ‘capacidad’ habla Sastre al momento casi de gozar un trámite legislativo que no deja de generar sospechas de acuerdismos solapados.

No se entiende de otro modo como después de meses de cacareos y resistencia para terminar, terminaron levantando todos la mano sin siquiera ruborizarse, más allá de las peroratas de recinto. ‘¿Qué produjo tal convencimiento masivo?’, es la pregunta de rigor de cualquier vecino atento que sabe que esto no terminó acá.

Precisamente porque esa metodología utilitariamente corporativa de la Casa de las Leyes es la que más desacredita la gobernabilidad. Tal como en reiteradas ocasiones se dijo: “Le votamos todo lo que pidieron”. Una frase que de tan ‘de entrecasa’, le resta no sólo valor sino hasta decoro a los procesos institucionales así ‘apropiados’.

Que el Ejecutivo fue de ‘agachada’ con un inciso “hache” que buscaba tomar dicen que otros 1.600 millones de dólares de deuda, no es novedad. Pero está dicho que ninguna deuda se contrae para ser pagada, y ninguna renegociación se aceita si no le provee otra conveniencia inmediata a los prestamistas. De otro modo y más allá de las tasas, ¿porqué accederían a que le posterguen los pagos que están por vencer en años?

Con el condicionante a través de las modificaciones que los diputados le impusieron a la Ley que se aprobó, la toma de deuda quedará para una próxima petición, lo que asegura la refriega política y por ende las negociaciones necesarias para un nuevo acuerdo.

Además, estirando hasta 2025 los vencimientos difícilmente el Ejecutivo pueda convencer a los acreedores que de hecho tienen para cobrarse con regalías, sin temor a la entrada en default de Chubut.
Así las cosas, esta reestructuración que llevará meses y mucha polémica, deja varias cosas en claro.
Por un lado parece casi imposible evitar el vencimiento de octubre, por casi 40 millones de dólares sin toma de más deuda, lo que va a poner en jaque nuevamente el circuito de pagos y con ello cualquier éxito imaginado.

La otra cuestión es que aún cuando se lograra llegar a un acuerdo en el final de este año, en el mejor de los escenarios y logrando una prórroga de pagos hasta el año 2025 -como esperan los próximos candidatos-, la reducción del déficit provincial no será inmediata, ni mucho menos. Porque tal como lo advirtieron algunos diputados van a seguir faltando unos $1.500 millones por mes.

¿Se podrá sentar a los bonistas y convencerlos que más adelante nos va a ir mejor, en esta provincia que arrastra un déficit de 30 mil millones de dólares? Difícil, si se considera que no tienen necesidad los tenedores de los bonos de complicarse con contemplaciones. Después de todo tanto los Bocade como los Bopro cuyos pagos se busca pelotear, tienen pagos automáticos de lo que se recauda por regalías, ya que los fondos van a parar a un fideicomiso que maneja el banco Comafi.

Persuadir a los tenedores que apostaron a los bonos provinciales con una tasa del 7,75 %, un altísimo margen de ganancia que no obtienen en otras partes del mundo, no será tarea fácil. De allí que el costo de ese trabajito tampoco será barato. Otro tema que dará para el frontoneo político y para el acuerdismo, seguramente al final del túnel, como viene sucediendo según la tendencia.

Las comisiones dudosas

En ese marco, no son pocos los que ya ponen el foco en ese jugoso negocio de renegociación que es especializada de algunos actuales y exfuncionarios.

Ante esto, el secretario de Hacienda de Comodoro Rivadavia Germán Issa Pfister -quien realizó aportes técnicos al proyecto oficialista- exigió que ‘se siga lo pautado a nivel nacional’ por el ministro Martín Guzmán, advierte Elextremosur. Aparentemente, ese límite fue admitido por el oficialismo de Chubut y se fijaría un tope en las comisiones antes de empezar a negociar.

Aunque todavía no se oficializó por parte del gobierno de Arcioni cuáles serían las comisiones a pagar a la Unión de Bancos Suizos (UBS) y a consultoras intermediarias por la renegociación de la deuda provincial, afirman que una de las consultoras estaría ligada a uno de los más conspicuos asesores del gobernador-el diputado Manuel Pagliaroni, de Juntos por el Cambio, uno de los 25 que avaló el proyecto de renegociación enviado por el Poder Ejecutivo, quien reveló hace un tiempo que el gobernador les informó que dichas comisiones rondarían entre el 0,32 o 0,33% del total de la operación a concretar.

Casi 3 millones de dólares

Si se toma como referencia que la deuda a ser renegociada asciende a 879 millones de dólares sin ningún tipo de quita, es de presuponer que esas comisiones a cobrar por la UBS ascenderían a unos 2,8 o 2,9 millones de dólares respectivamente. Si se toma un total de U$S 650 millones el monto de comisiones ascendería a U$S 2.190.000.000.

El diputado Pagliaroni indicó que «esto será un tema que observaremos, más allá de que le hice la consulta porque el Gobierno nacional ha dispuesto pagar 0,10 en comisiones, pero hay una explicación técnica que se podría ampliar en la Legislatura”.

“De ser tal como lo expresó el legislador opositor, Chubut triplicaría en el pago de comisiones por la renegociación de la deuda a las que pagará el Gobierno nacional y cuesta entender los motivos que propiciarían tamaña diferencia a favor de la UBS; porque el desfasaje ronda los 2 millones de dólares en comisiones”, advierte EES.

Barato y caro

Cuando se consulta a los voceros de este gobierno, dicen que es justamente el punto más fuerte para mostrar de la gestión Arcioni, porque la comparación con los endeudamientos anteriores, muestra un costo hasta 5 veces menor.

En primer lugar, hay que decir que lo acordado con los diputados en esta oportunidad para el reperfilamiento, es que el costo total de emisión será exactamente igual a lo que pagará la Nación a sus intermediarios, es decir que en todo concepto no puede superar el 0,38 % del total del monto final negociado. Cosa difícil de que se consiga.

Mirando hacia atrás, según los números oficiales que maneja el Ministerio de Economía, el Fideicomiso Chubut, tomado en 2010 por la gestión Das Neves-Cisterna y que se acaba de terminar de pagar este mes, tuvo un costo total de 2,14 %; el Bodic 1 (Buzzi-Dufour) tuvo un costo del 1,27 %; el Bodic 2 (Buzzi-Bestene) fue del 1,50 %; y el Bopro (Das Neves-Oca), del 1,69 %.

Lo que viene

Yendo a lo estrictamente técnico del proceso que tiene pasos formales y un cronograma etapa por etapa, el trabajo más inmediato en el que ya se está trabajando es la elaboración de las Cartas Mandato, que previamente deberá tener el aval de la Fiscalía de Estado y la Contaduría General, organismos que según marca la ley que exigieron los diputados de la oposición, supervisarán cada uno de los pasos, explicó el gobierno desde ADN Sur.

Se trata de los contratos que se van a firmar en un caso con el banco que va a ser estructurador y coordinador de la operación, que es UBS donde constan las pautas de trabajo; en otro con los asesores legales, que será el estudio DLA Piper; y el restante con los asesores financieros, que será la firma Proficio Investments.

Todos serán conducidos por el ministro Oscar Antonena, y armarán la convocatoria formal donde constan las razones por las cuales Chubut quiere iniciar la negociación de un total aproximado de 900 millones de dólares, que es el monto que surge del capital pendiente sumado a los intereses de ambos bonos.

La firma de estos contratos integra la primera etapa que recibe el nombre de la “debida diligencia legal”, es decir, realizar todos los trámites legales para generar las condiciones de una mesa de negociación.

Generado este ámbito, allí solicitarán sentarse lo que se conoce como los “portfolio managers”, es decir, aquellos que deberán acreditar que representan a determinados grupos de inversión que poseen bonos chubutenses. Se trata de una serie de pasos legales que llevarán una cantidad de días o semanas que es imprecisa. Por ello, los responsables de la negociación prefieren no acotar la expectativa a un mes en particular.

Lo que está claro, es que el mejor escenario consiste en que los bonistas estén en grupos lo más concentrados posibles. Cuanto menos gente se siente a la mesa, es más fácil lograr un acuerdo general, en vez de tener que negociar de manera individual con muchos inversores por separado. Lo que se sabe es que de manera informal ya hubo contactos con algunos representantes, y que el principio de acuerdo logrado por la Nación con algunos acreedores da una buena expectativa para Chubut, porque aproximadamente la mitad de los tenedores de bonos provinciales son también quienes negocian con Martín Guzmán.

Junto con todo lo anterior, un punto clave en esta primera etapa, será el que corresponde a las Agencias de Rating, es decir, la contratación de una calificadora de riesgo a nivel internacional que juega un rol imparcial, y que tiene la tarea de dar una nota que le dice al inversor la capacidad de poder cumplir que tiene en este caso la provincia del Chubut.

Recién después, cumplidos estos pasos, llegará otra etapa, como la distribución de un Memorándum de Intercambio, la revisión de las Opiniones Legales, y la etapa de Marketing. Los pasos finales, serán la publicación de la Oferta de Intercambio, su lanzamiento, y las fechas límite para Participación Temprana y para suscribir la oferta, luego de lo cual, si todo marcha de manera auspiciosa, se hará el anuncio de la transacción. O sea, con suerte y viento a favor, capaz que llegamos a brindar en diciembre.

Por eso, como decía Karr, “La oposición cuida siempre de pedir lo que está segura de no obtener, porque si lo obtuviese dejaría de ser oposición”. “Ahora que demuestre…” dijo Sastre. Habrá que ver…