2 junio, 2022
EL PROYECTO INGRESARÍA ESTE VIERNES. LA OPOSICIÓN SOSPECHA UN INTENTO DE 'BLINDAJE' JUDICIAL
Anunciaron la presentación este viernes del proyecto para crear un tribunal de 25 miembros; en la reunión estuvo Juan Martín Mena, hombre de confianza de Cristina. Mariano Arcioni fue de la partida.
El Presidente y trece gobernadores aliados acordaron ampliar la Corte a 25 miembros con representaciones Provinciales
El presidente Alberto Fernández se reunió esta tarde con 13 gobernadores en un encuentro cuyo eje central fue la presentación de un proyecto para ampliar la Corte Suprema de Justicia. Durante el encuentro, que se realizó en el Salón Eva Perón de Casa Rosada, asistieron no solo la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, de máxima confianza de Fernández, sino también el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, hombre de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Lo más importante es destacar la necesidad que proponemos desde las Provincias para la construcción de una Corte Suprema con carácter federal, plural y paritaria”, destacó Jorge Capitanich, de Chaco, durante una conferencia de prensa posterior a la reunión.
Lo secundó Alberto Rodríguez Saá (San Luis), que apuntó a la “inmediatez” que generaría para las provincias que la Corte tuviera un juez por cada uno de los 24 distritos del país. “Mañana vamos a dar a luz el proyecto definitivo”, agregó. Lo mismo planteó Axel Kicillof (Buenos Aires), que destacó el entendimiento entre el proyecto de los gobernadores y el de la Casa Rosada.
“Ratificamos la coincidencia que tuvimos la enorme mayoría”, resaltó Sergio Ziliotto (La Pampa). “Planteamos una Corte federal, ágil, eficiencia y con paridad de género. Nos interesa que el interior profundo participe de las decisiones que tienen que ver con la República Argentina. Queremos también que la Corte administre justicia para todos los habitantes del país”, añadió. Negó, además, que existan “cuestiones subterráneas” detrás de las motivaciones de los gobernadores. “No estamos buscando ningún atajo”, insistió.
A medida que avanzó la conferencia, los gobernadores repitieron que una corte de 24 o 25 miembros no solo resultaría más federal que la actual, sino más “ágil”. También más “sensible”, como afirmó Capitanich. Ante la consulta por la situación de los cuatro jueces que hoy integran el máximo tribunal, Rodríguez Saá destacó que no se piensa removerlos.
El planteo de los mandatarios provinciales por ampliar la Corte, adoptado por la Casa Rosada, se da en medio de la confrontación entre la Nación y la Ciudad por la quita de la coparticipación destinada a la seguridad porteña. También se enmarca dentro de la feroz interna del oficialismo.
Fernández tenía una idea propia para reformular el máximo tribunal y multiplicar la cantidad de miembros. Luego de que los mandatarios visibilizaran su reclamo por una Corte “más federal”, el Presidente decidió acompañar esa agenda. En lo que se constituye como un gesto hacia el máximo tribunal que va en sintonía con la postura que impulsa el kirchnerismo.
Enemistado con la Corte, donde descansan varios recursos que involucran a la exmandataria y donde inevitablemente terminarán todas sus causas judiciales, el kirchnerismo levanta desde hace tiempo la bandera para ampliar el tribunal y licuar el poder de los actuales cortesanos. Fernández, por su parte, antes de asumir se había manifestado a favor de la cantidad de miembros que tenía el tribunal y repetía que la Corte “funcionaba bien”.
Luego, en medio de la pandemia y también respondiendo a demandas del ala dura del Gobierno, como admiten en su entorno, el Presidente convocó a un comité de expertos para evaluar cambios en el sistema de administración de justicia y allí surgió la posibilidad de crear un tribunal intermedio.
A Balcarce 50 llegaron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires); Raúl Jalil (Catamarca); Jorge Capitanich (Chaco); Mariano Arcioni (Chubut); Gildo Insfrán (Formosa); Sergio Ziliotto (La Pampa); Ricardo Quintela (La Rioja); Omar Arce (vicegobernador de Misiones); Omar Gutiérrez (Neuquén); Arabela Carreras (Río Negro); Alberto Rodríguez Saá (San Luis); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Carlos Silva Neder, vicegobernador de Santiago del Estero; Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). Por Entre Ríos asistió también la vicegobernadora Laura Stratta, al igual que por San Juan, Roberto Gattoni. En tanto que por Salta asistió el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Esteban Amat Lacroix.
Los planteos para una ampliación de la Corte tienen como telón de fondo la discusión entre Ciudad y Nación, por la quita de la coparticipación. Esa decisión, que se tomó en septiembre de 2020 en medio de una revuelta de la policía bonaerense, motivó que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, judicialice el tema, sobre el que en las próximas semanas se espera un fallo de la Corte Suprema de forma cautelar. La decisión final podría demorar años, pero en principio si el máximo tribunal fallara a favor de Ciudad, sería un duro golpe al Ejecutivo Nacional.
En marzo de este año, la Corte dio a ambas administraciones 30 días para que realicen encuentros semanales y busquen una salida política al conflicto, lo cual terminó sin éxito. En ese marco, mientras se realizaban las reuniones, varios de los gobernadores que estarán hoy presentes se reunieron en Casa Rosada con el Presidente, su jefe de Gabinete Juan Manzur y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, para dar su apoyo al gobierno nacional en contra de la Ciudad, tanto que ya enviaron una carta al máximo tribunal.
Con esta cumbre participa además Alberto trata de desactivar el ‘estado de asamblea’ de los gobernadores, que se comenzaron a reunir desde hace un par de meses en el CFI sin la presencia de enviados del Gobierno. Incluso sugieriendo estrategias de gobernabilidad al poder central ante las internas de la alianza gobernante y la caída de imagen a nivel nacional.
El otro gesto es evidente para con la vicepresidenta, con quien Alberto no habla desde hace meses. El presidente insinuó esta semana una escalada de cristinismo tras atacar a Mauricio Macri y a los medios de comunicación y la buscaría coronar con una embestida contra la Corte. Este tema a medida del interés de la vicepresidenta se da luego de que Alberto fuera corrido de la mesa chica de decisiones del Frente de Todos, que quedó conformada sólo por Cristina y Sergio Massa.
Está claro que para la alianza gobernante garantizar una Justicia que no retome y active nuevas causas es fundamental en caso de sufrir una derrota en 2023. La experiencia dicta que a Juntos no le tembló el pulso para activar batería de denuncias contra Cristina y parte de su gabinete en ese entonces, y de volver al poder, la situación sería aún peor, reflexionan desde la oposición, e incluso hasta referentes del porpio gobierno.