17 abril, 2022
En su nuevo libro, «El peligro de estar cuerda», la española Rosa Montero construye una obra luminosa sobre la creatividad y su relación con los rincones oscuros de la inestabilidad mental, partiendo de los ataques de pánico que vivió entre los 16 y los 30 años, y recorriendo la historia de creadores y filósofos que sufrieron depresión o trastornos mentales, búsqueda que le ha permitido dar «un paso más hacia la aceptación de la vida y un paso más a perder el terror a la muerte».
«Tengo la sensación de que es el libro de mi vida», confesó Montero, periodista y autora de numerosas novelas y ensayos donde cruza el tema de la creación y el trastorno mental, una situación que la inquieta y que la ha llevado a preguntarse por «el sentido de la realidad y la irrealidad, de lo concreto y lo imaginario» y, como consecuencia, de la vida y de la muerte: «cómo podemos acostumbrarnos a esa cosa tan imposible, inmanejable e inhumana como es la conciencia de la inevitable muerte», se preguntó en la conferencia de prensa que ofreció desde Madrid, donde vive, para presentar el libro.
«Estos son los temas básicos de mi obra, porque estoy obsesionada por el paso del tiempo y por el sentido de la vida y el miedo a la muerte, y con en este libro he dado un paso más hacia la aceptación de la vida en todo su temblor, y un paso más en la perdida del terror a la muerte», afirmó la escritora nacida en la capital española en 1951.
«Entender qué sucede cuando tienes un trastorno mental era una necesidad de supervivencia, uno de los temas de mi vida», reveló la autora de 71 años, movilizada también por la pregunta acerca de «qué pasa con una cabeza -como la de los creadores- que está chisporroteando todo el rato, que está constantemente llena de imágenes e historias», como en su caso.
«La mal llamada locura es una ruptura de la narración colectiva o común. Lo que llamamos locura es una soledad de un calibre que si no has estado ahí no sabes lo que es»Rosa Montero
Al igual que a otros escritores, esa desbordante imaginación e invención de universos la ha llevado a escribir desde los cuatro años y a dedicar largas horas de su vida «a inventar mentiras, y esto, verdaderamente, es una actividad sumamente estrafalaria», dijo Montero, autora de «La loca de la casa», «La hija del caníbal» y «Te trataré como una reina».
A partir de aquellas ideas que definió como «persecutorias», hace cuatro años inició «una especie de indagación detectivesca, al estilo Sherlock Holmes, buscando respuesta a un misterio», indagando en investigaciones sobre neurología, psicología, psicoanálisis, psiquiatría y en las reveladoras biografías de escritoras y pensadores que han sufrido padecimientos mentales, como Virgina Woolf, Sylvia Plath, el filósofo Louis Althusser, el matemático John Nash, el sueco August Strindberg o Friedrich Nietzsche.
El resultado es este libro, editado por Seix Barral, que transita entre la realidad y la ficción, le ha permitido tocar «respuestas» que son como «una epifanía» sobre un padecimiento personal que se extendió por 15 años.
«La fórmula salvadora es escribir ficción, publicarla y que te lean, que te digan ‘esto lo entiendo, me siento como tu, me emocionan las cosas como te emocionan a ti'»Rosa Montero
«Somos un 15 por ciento de la población los que no tenemos la cabeza podada neurológicamente: el cerebro tarda 30 años en madurar -indicó Montero-. En la primera pubertad se produce una poda de las neuronas, que no son útiles, pero el 15 por ciento nos saltamos esa fase y tenemos el cerebro hiperconectado como los niños. Según los neurólogos, éstos son los cerebros de algunos enfermos mentales y de los creadores, y mi teoría es que no es solo de ellos, sino de la gente que termina por tener una obra, aunque no se conozca, o por ejemplo de los lectores apasionados que tienen una fisura con la realidad y la tienen que llenar con un puente de palabras».
Según su experiencia, los ataques de pánico dejaron de aparecer a los 30 años, cuando comenzó a publicar sus obras y fueron leídas. «La fórmula salvadora es escribir ficción, publicarla y que te lean, que te digan ‘esto lo entiendo, me siento como tu, me emocionan las cosas como te emocionan a ti'», escribir ficción «es algo muy parecido al delirio, un delirio controlado», aseguró.
«Si al cabo de un tiempo no encuentras a otro que te dice estoy contigo, entonces lo escrito se convierte en el delirio del loco, en un delirio que te aísla, en la ruptura de la narración común -señaló-, pero si hay alguien, te traen al mundo. Si a esa sensación de pérdida de la realidad le unes el estigma de que te empujen, es horroroso, pero si te traen, te cogen y te meten en la vida, te da la posibilidad de ser uno mas con los otros».
«La gente mas importante de la historia, que ha cambiado la historia, han sido personas con trastornos mentales: Newton tenía delirios psicóticos; Marie Curie tenía depresiones, es posible que fuera bipolar y anoréxica, y como ellos, montones»Rosa Montero
La autora citó el caso del autor estadounidense Nathaniel Hawthorne. En su famoso cuento «Wakefield», el protagonista se marcha de casa, alquila una vivienda cerca para ver qué ocurre en su ausencia con su familia y vuelve después de 12 años. Montero recordó que Hawthorne estuvo encerrado en la casa de su madre muchos años porque sufría agorafobia y pudo salir recién al publicar su primera obra. «La narración te mantiene en pie, es como un esqueleto exógeno que te mantiene en vida», afirmó.
Para Montero «es una desgracia» que la sociedad estigmatice a quienes padecen enfermedades mentales: «Se oculta que existan problemas de salud mental y es una barbaridad porque estamos intentando ignorar una realidad absolutamente común. Según la OMS -y me parece una estimación super conservadora- un 25 por ciento de la población mundial va a tener un trastorno mental una vez en su vida, lo que quiere decir que todo el mundo va a sufrir un trastorno mental, o sea alguien muy cercano a cualquiera de nosotros, amigos, mujer, marido, hijos o hermanos».
Según la autora, «la gente mas importante de la historia, que ha cambiado la historia, han sido personas con trastornos mentales: Newton tenía delirios psicóticos; Marie Curie tenía depresiones, es posible que fuera bipolar y anoréxica, y como ellos, montones. Gente con trastornos mentales de una utilidad y una brillantez increíble«.
La escritora señaló que «la mal llamada locura es una ruptura de la narración colectiva o común. Lo que llamamos locura es una soledad de un calibre que si no has estado ahí no sabes lo que es, es como si te salieras de la especie humana, por eso no la puedes transmitir, estás fuera, crees que has perdido la palabra. Si a esa soledad tremenda le añades la soledad impuesta por el estigma social puedes perder para siempre a esa persona, una persona que podría ser el próximo Newton», alertó.
Montero, que durante la pandemia inició, como muchos escritores, una serie de diálogos virtuales con sus lectores, que luego dieron paso a un taller literario, sostuvo que ese período de encierro permitió visibilizar los trastornos mentales: «Se ha quitado la tapa por primera vez con la pandemia, se ha empezado a hablar claramente en todas partes y ha sido un adelanto tremendo con un precio muy alto, porque la pandemia ha empeorado mucho la salud mental«, no obstante, «el avance es enorme -afirmó-, porque, cuando se ha destapado la olla, se vuelve irreversible».