6 julio, 2021
Danielle Anderson estuvo trabajando en China hasta fines de 2019, semanas antes de que se desatara la mayor crisis sanitaria a nivel global en mucho tiempo
Desde que se detectaron los primeros casos de coronavirus en Wuhan, en China, a fines de 2019 y hasta el día de hoy, se crearon varias hipótesis sobre el origen del virus.
Sin embargo, ahora le tocó el turno de hablar a Danielle Anderson, la única científica extranjera que trabajó en ese centro de experimentación.
Ella trabajó allí hasta pocas semanas antes de que aparecieran los primeros casos en el centro de China.
Anderson es una científica australiana que se especializa en virología y hasta noviembre de 2019 se desempeñó como la única extranjera en el laboratorio BSL-4 del Instituto de Virología de Wuhan, el primer laboratorio de China equipado para manejar los patógenos más mortíferos del planeta.
«Era un laboratorio regular que funcionaba de la misma manera que cualquier otro laboratorio de alta contención. Lo que dice la gente no es cómo es», comentó la científica a la agencia Bloomberg, en referencia a los rumores que circulan desde que comenzó la pandemia en esa ciudad.
La científica dijo, entre otras cosas, que no cree que el virus haya sido creado de manera artificial y que para diciembre de 2019 no supo de casos de colegas que se hubiesen infectado, incluida ella. Ella cree que el origen del virus es natural, aunque no obstante expresó que es necesario descubrir cuál fue su origen.
«Si la gente hubiera estado enferma, supongo que yo lo habría estado, y no fue así. Me hicieron la prueba del coronavirus en Singapur antes de vacunarme y nunca lo había tenido», agregó.
«Desde mi punto de vista, no había nada extraño en ese momento que te hiciera pensar que algo estaba sucediendo aquí», señaló.
Entre las teorías del origen del virus, una indicaba que el virus se filtró hacia el afuera a través de uno de los científicos que se pudo haber infectado o por un objeto contaminado.
En Bloomberg señalan que la falta de transparencia de China al evitar comunicar públicamente o asistir a la prensa sobre el brote alimentó esas sospechas, es por eso que ahora se busca descubrir el origen del virus para evitar futuras pandemias.
Un informe sobre los orígenes del Covid-19 hecho por el Gobierno de Estados Unidos concluyó que la hipótesis que afirma que el virus salió de un laboratorio chino en Wuhan es «plausible» y merece una mayor investigación, informó The Wall Street Journal, citando a personas familiarizadas con el documento clasificado.
El estudio fue preparado en mayo de 2020 por el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California y fue remitido por el Departamento de Estado cuando realizó una investigación sobre los orígenes de la pandemia durante los últimos meses de la administración Trump, agrega el informe.
Este reporte atrajo el interés del Congreso ahora que el presidente Joe Biden ha ordenado que las agencias de inteligencia le informen en un plazo de 90 días sobre cómo surgió el virus.
El mandatario demócrata dijo que los servicios se han centrado en dos escenarios: si el coronavirus proviene del contacto humano con un animal infectado o de un accidente de laboratorio, de acuerdo con el periódico.
Semanas atrás, el asesor médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, instó a China a compartir las historias clínicas de nueve personas que padecieron una enfermedad similar al coronavirus antes de que comenzara la pandemia, y dijo que podrían ayudar a determinar si el virus pudo surgir de un laboratorio.
La teoría de la fuga de laboratorio ganó fuerza en las últimas semanas tras informes de que seis mineros se habían enfermado en 2012 y tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan habían sido hospitalizados en noviembre de 2019 con síntomas compatibles con covid-19 -aunque también con los de una «infección estacional»-, tras visitar una cueva con murciélagos en la provincia China de Yunnan.
Pekín rechaza la teoría de que el virus pueda haber surgido de un laboratorio de virología en Wuhan y acusa a Estados Unidos de vender «conspiraciones» y politizar la pandemia. Zhao Lijian, vocero del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, dijo que «el mundo conoce desde hace tiempo la oscura historia de los servicios de inteligencia estadounidenses», en referencia a Irak.
A un año y medio del comienzo de la pandemia, el origen del Covid-19 permanece como una incógnita. Con el fin de resolver el misterio, cada vez más organizaciones fueron involucrándose y realizando estudios para descubrir cómo se creó el virus.
Especialistas de todo el mundo se dedicaron a investigar el virus, entre ellos, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
Si bien un estudio de la OMS señaló que probablemente el coronavirus haya pasado a las personas desde los animales, el equipo no halló ninguna prueba decisiva de ello.
La teoría opositora de que se trató de una fuga del laboratorio tampoco pudo ser descartada por los mismos.
A partir de esto, Tedros comentó en el mes de marzo que «no cree que esta evaluación fuera lo suficientemente profunda». Por otro lado, el reconocido científico Fauci explicó que «ciertamente existe la posibilidad» de que la pandemia se haya originado en un laboratorio.
Por su parte, Scott Gottlieb -el exdirector de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos- es otro partidario de que algunas pruebas circunstanciales podrían probar la teoría de la fuga del virus de un laboratorio. En la misma línea, se para Robert Redfield, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.
En una carta sustentando la teoría de fuga de un laboratorio, 18 científicos de distintos países se mostraron firmes en sus creencias.
Las dudas giran sobre el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), un laboratorio de bioseguridad de alto nivel donde se sabe que investigadores habían estado analizando los coronavirus previo al Covid-19. Este se ubica en Wuhan, la ciudad que según las autoridades hospedó el primer grupo de casos de coronavirus.
Los motivos por los que se cree que el virus pudo haberse fugado de un laboratorio son los siguientes:
. El Instituto de Virología de Wuhan investigaba los coronavirus antes de la pandemia
. El instituto, validado como uno de los pocos de nivel 4 de bioseguridad que existen en el mundo, solía investigar los patógenos más peligrosos del mundo.
Peter Ben Embarek, científico de la OMS especializado en enfermedades animales y participante de una de las investigaciones del virus, opina que es natural pensar en vincular el origen del virus con estos laboratorios. Esta idea se refuerza al considerar que el WIV se mudó a una nueva ubicación a principios de diciembre de 2019, que resulta estar a pocos kilómetros del mercado de animales vivos de Huanan. Ese fue el lugar vinculado al primer grupo de casos, aunque tiempo después se lo acabó por señalar como escenario de uno de los primeros eventos de superpropagación del virus.
Luego de investigar esa posibilidad, el personal del WIV declaró no haber detectado pruebas de que las muestras del nuevo coronavirus hubieran sido almacenadas en el instituto previo a diciembre de 2019.
En sus revisiones periódicas, la OMS no encontró registro de que los laboratorios chinos guardaran antes de ese mes ningún virus íntimamente relacionado con el nuevo coronavirus ni de ningún virus que, al fusionarse, pudiera crear el nuevo coronavirus.
Embarek alerta que ninguno de los investigadores del equipo pudo acceder a hacer una auditoría completa del WIV. En cambio, estos solamente estuvieron unas horas en el instituto, tiempo escaso para revisar los archivos y el inventario en las instalaciones. Además, destacan que el personal del instituto tampoco compartió todos sus archivos ni registros de seguridad.
A raíz de esto, Tedros opinó que esa evaluación «fuera lo suficientemente profunda». Él y Fauci son apenas dos de los tantos científicos que reclaman una investigación completa del laboratorio.
En contraste con estos expertos, Joanna Mazet -epidemióloga de la Universidad de California en Davis quien trabajó directamente con los investigadores del WIV- aseveró segura que los registros del laboratorio son irreprochables a Business Insider. «Está absolutamente segura de que nunca había identificado este virus antes de que se produjera el brote», explica Mazet a Business Insider, refiriéndose al trabajo de Shi, un virólogo de renombre de dichos laboratorios.
Otro elemento sospechoso es que, normalmente, un nuevo virus suele tardar más tiempo en adaptarse para lograr su gran capacidad de contagio entre personas.
Es por esto que especialistas como Redfield apuntan la gran capacidad infecciosa de virus como prueba de que puede ser un producto de la investigación. En este tipo de trabajo, los científicos suelen alterar los virus para hacer que los patógenos sean más transmisibles o más mortíferos, con el fin de entender la manera de detener futuras pandemias.
«No creo que esto haya llegado de alguna manera de un murciélago a un humano, y al llegar al humano se haya convertido en uno de los virus más infecciosos que conocemos en la historia de la humanidad en cuanto a la transmisión de persona a persona», declaró Redfield a CNN en marzo.
Sin embargo, en aquel momento Fauci comentó que era más probable que el coronavirus fuera eficaz a la hora de saltar entre personas mientras se propagaba «por debajo del radar» en China al terminar el año 2019. Cada vez se encuentra más evidencia que señala que el coronavirus se fue propagando a lo largo de varias semanas, o incluso meses, previo a que se informaran los primeros casos. Eso fue lo que según el experto, permitió que el virus «estuviera bastante bien adaptado cuando fue detectado por primera vez».
La existencia de fugas de los laboratorios combinada del deficiente protocolo de seguridad del WIV
Las inadecuadas medidas de seguridad del laboratorio ya habían sido tema de conversación entre los funcionarios de Estados Unidos, cuando estos enviaron tres años atrás algunos documentos al Departamento de Estado de EEUU después de visitar Wuhan. No obstante, el instituto respondió a dichos comentarios al realizar estrictos cambios en esa materia, a lo que el equipo de la OMS le dio el visto bueno.
Según Ben Embarek, el WIV contaba con un «laboratorio de última generación», y que por eso piensa que es «muy improbable que algo pueda escaparse de un lugar así.»
Mazet, desde su lugar, fue otro en decir que es «muy improbable que se trate de un accidente de laboratorio», respaldándose en su experiencia de haber trabajado con el personal del WIV para desarrollar y aplicar un «protocolo de seguridad muy estricto.»
De todas formas, Ben Embarek planteó el beneficio de la duda al manifestar que «los accidentes ocurren», y añadió: «Tenemos muchos ejemplos en muchos países del mundo de accidentes pasados».
Sólo cuatro casos de la fuga de SARS anteceden este posible accidente, cuando se escaparon de los laboratorios de Taiwán, Singapur y Pekín.
Otro factor a tener en cuenta es la distancia entre las granjas de animales salvajes en las que el equipo de la OMS cree que pudo haber surgido el coronavirus y la ciudad de Wuhan, ya que se encuentran a entre 1.300 y 1.600 kilómetros de Wuhan.
Para alimentar esta teoría, la viróloga Marion Koopmans hizo de público conocimiento que el equipo de la OMS descubrió que conejos y hurones que se vendían en el mercado de Huanan habían sido transportados allí desde lugares de China donde los murciélagos están contagiados de virus similares al nuevo coronavirus. Ambos animales, conejos y hurones, pueden contagiarse con el coronavirus, lo que indica que estos podrían habérselo transmitido a los agricultores que más tarde viajaron a la ciudad, o mismo a los compradores del mercado.
Después de las investigaciones de la OMS en Wuhan, el grupo de científicos hallaron muy probable el salto del coronavirus de murciélagos a personas a través de un animal intermedio en su función de «huésped» en una granja de animales salvajes.
Esta fue la teoría que reinó en los inicios del coronavirus, basándose en que el 75% de las nuevas enfermedades infecciosas llegan a nosotros desde los animales y en que el código genético del coronavirus es semejante al de otros coronavirus que circulan en los murciélagos.
Para afirmar esta teoría, la OMS descubrió que, en el sur de China, muchas personas interactúan con civetas, visones, pangolines, conejos y perros mapaches en granjas, donde suelen ser criados para su alimentación.
Todas estas especies son suceptibles a ser contagiadas por el COVID-19, y el contacto con un animal infectado o con sus heces puede favorecer el salto del virus de animal a persona. En esto se basó la OMS para señalar esta la causa «más probable» de la pandemia.
Las conclusiones del equipo podrían cuestionarse después de que Tedros, publicara que los expertos de la OMS tuvieron dificultades para acceder a los datos de infección por COVID-19 y a las muestras de sangre de los pacientes de Wuhan y sus alrededores.
El SARS-CoV-2 comparte el 97% de su código genético con otros coronavirus encontrados en murciélagos
Los murciélagos tienen el historial de albergar virus que después provocaron los brotes de ébola, SARS y el virus Nipah.
La similitud de entre el nuevo coronavirus y los coronavirus de las poblaciones de murciélagos se probó, por ejemplo, en un estudio de mayo de 2020, el cual reveló que la nueva cepa del virus compartía el 97,1% de su código genético con otra variante hallada en estos animales en la provincia china de Yunnan entre mayo y octubre de 2019. Por otro lado, una publicación de la revista Nature señaló que un coronavirus llamado RaTG13 tenía una coincidencia del 96,2%.
Tres cuartas partes de las enfermedades infecciosas proceden del contagio natural
La estadística indica que 3 de cada 4 enfermedades infecciosas emergentes son contagiadas a las personas desde otras especies, lo que hace que se denominan enfermedades zoonóticas.
Peter Daszak, ecologista de enfermedades de EcoHealth Alliance y miembro del equipo de investigación de la OMS, opinó en abril de 2020 que «entre 1 y 7 millones de personas» se exponen todos los años a virus zoonóticos en el sudeste asiático. Así fue como aseguró que «Esa es la vía. Es muy obvio para todos los que trabajamos sobre el terreno».
Estudio muestran que los casos de contagio se han duplicado -o hasta triplicado- a lo largo de los últimos 40 años, lo que puede deberse a que cada vez más gente convierte zonas silvestres en granjas y campos para la producción ganadera, de acuerdo con Dennis Carroll, antiguo director de la división de amenazas emergentes de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.