10 febrero, 2025
El viernes pasado naufragó un buque pesquero cerca del puerto de Rawson cuando ingresaba cargado de langostino y la embarcación dio vuelta de campana hundiéndose nmediatamente. La principal noticia en ese momento fue que todos los tripulantes a bordo fueron rescatados y se encontraban a salvo. Pero el caso volvió a abrir la vieja polémica de la sobrecarga de los buques presuntamente bajo la vista gorda de las autoridades competentes: inspectores y Prefectura.
Esta es la principal sospecha de la autoridad de Pesca povincial que pidió la intervención de la Justicia Federal para dilucidar el caso y evitar situaciones de este tipo donde la sobrecarga pone en riesgo a las tripulaciones, pero además porque habría otra grave irreguaridad.
El secretario de Pesca de Chubut pidió a la Justicia Federal investigar el hecho
Según explicó el secretario de Pesca, Andrés Arbeletche, en declaraciones radiales, habría existido la presencia de un tripulante que no estaba registrado como embarcado, mientras que quien debía ocupar ese lugar estaba en tierra, un control a cargo de la Prefectura.
El hecho se registró este viernes por la mañana, a unas 17 millas al sur del puerto de Rawson, con un buque de la flota artesanal que dio vuelta de campana.
El titular de la Cámara de la Flota Amarilla del Chubut (CAFACh), Gustavo González, fue quien confirmó además que los 5 tripulantes de la embarcación fueron rescatados, sanos y salvos, siendo trasladados al puerto capitalino.
Los cinco tripulantes del «El Carlillo» fueron rescatados por otro pesquero sin registrar lesiones, pero habría un marinero no declarado correctamente en la partida
González señaló que el buque había zarpado del puerto a la 1 de la madrugada de este viernes y que al momento se desconocen las causas por las que el navío terminó dándose vuelta.
Precisó que el navío siniestrado fue “El Carlillo” y que los 5 trabajadores del buque fueron socorridos por el “Néstor V”, que luego los trasladó hacia el puerto nuevamente.
En este sentido, indicó que las causas por las que se produjo el hecho serán investigadas por las autoridades competentes.
Tras las declaraciones públicas del secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, no tardó en hacer su descargo el dueño de la embarcación, Julio César Dominguez.
El armador de «El Carlillo» aseguró que no tiene antecedentes de sobrecarga de esa embarcación en temporadas anteriores, porque fue un «error administrativo» que se subsanó precisamente con la secretaría de Pesca.
Dijo desconocer si había algún tripulante más a bordo no declarado, porque él no estaba en la zona y eso es responsabilidad del capitán a cargo y no del armador.
De paso denunció una persecución en su contra de competidores con la obvia intención de quedarse con el permiso de pesca y aseguró que en la banquina hay un sinnúmero de irregularidades, entre ellas que la flota artesanal desembarca mucho más que lo establecido a cambio -según dijo- del pago de un aporte económico de hasta 30 mil dólares.
El barco hundido el viernes pasado en las costas de Rawson era propiedad de Julio César Domínguez
Como si fuera poco explicó como en su caracter de marinero y tras años de experiencia y trabajo el pudo acceder al permiso en el marco de una baja de actividad donde habrían sido beneficioados trabajadores. Pero la anécdota resultó cuando contó como tramito ese permiso y no sabía que se lo habían concedido hasta que descubrió que lo estaba explotando su hermano Carlos -ahora fallecido- que era mozo en la Cantina de la familia González.
Como dato se suma que el hundimiento se da a un mes de la reunión mantenida por Julio César Domínguez y otro empresario local con el intendente Damián Biss y el presidente del Consorcio del Parque Industrial de Rawson (COPIR), Fernando Vosecky; para avanzar con la gestión de terrenos en zona industrial en el marco de un proyecto local de instalación de galpones y estructura a fin de generar mano de obra en Rawson.
Todo un entramado rodeando la zozobra de «El Carlillo» que amaga con aumentar el efecto succión.