31 diciembre, 2021
Se terminó el 2021 con la anti política como eje transversal del Estado permeando la estructura de poderes tanto en la Nación, como en la Provincia. El año que se inicia donde- no hay turno electroral- será sin embargo la gran arena para la puja de candidaturas, pero también una oportunidad histórica para levantar ‘la vara’ dirigencial, promover recambios y impulsar que surjan nuevas participaciones y alternativas políticas.
Basta un simple relevamiento por las mesas de este fin de año para rescatar una constante: los chubutenses piden a gritos una clase política más calificada, mejor intencionada y mucho más apegada al trabajo en pos del beneficio público.
Por El Horcón*
En el umbral del 2022 un sector del oficialismo y la oposición bonaerense votaron en el Senado y en Diputados para permitirles otro período a jefes comunales y otros cargos electivos que no podían volver a competir por la ley que con anterioridad había limitado a dos ciclos los mandatos. Resulta llamativo que el cierre del año -en una de las provincias medulares del país- lejos de tratar la pobreza, la inseguridad o la inflación se esté priorizando legislar para la continuidad y conveniencia de los que hoy están en ejercicio del poder.
La alternancia fortalece la democracia, limita los personalismos y favorece la separación de poderes. Lo que aprobaron hoy los legisladores bonaerenses va en sentido contario. Además, poca lectura se ha hecho de los recientes resultados de las elecciones de medio tiempo; hay una tendencia significativa de votantes que reclaman nuevos partidos o nuevas figuras.
¿Esta ley puede ser replicada en la provincia? Esperemos que no. Por acá solo observamos que, sin ningún empacho, lo que parecía un avance político y se había aprobado hace muy poco tiempo se deshizo sin mediar apenas debate.
En Chubut la relección de intendentes y gobernador quedó limitada a dos períodos. Pero lo cierto es que no hay nada que preocupe más a los políticos chubutenses que seguir de una forma u otra en algún cargo, De hecho, aun antes de la votación de las pasadas elecciones ya se hablaba de posibles gobernadores e intendentes para el 2023.
En Chubut -luego del intento de aprobar la zonificación minera- para los legisladores provinciales el receso de verano les viene como anillo al dedo, aunque el daño hecho hacia la ya resentida confianza de los ciudadanos en su dirigencia. no se va a recuperar para cuando se inaugure el próximo periodo de sesiones. (…)
Si bien los años impares -en los cuales se celebran elecciones- son prolíferos en la aparición de políticos que padecen un patológico frenesí por mostrarse, los pares –tradicionalmente- son propicios para que hibernen. No es lo que sucederá en este 2022.
Las redes sociales que de a poco y sin que se dieran cuenta los “expertos políticos” no dejan que nada pase sin que se visibilice con una rapidez que supera -en muchos casos- a los medios de la comunicación tradicionales; ello, unido al hartazgo que provocan muchas necesidades básicas no resueltas -en un escenario inflacionario y de altas tasas impositivitas- hacen prever un próximo año de necesarias definiciones políticas que acompañen los reclamos de muchos. No entenderlo a tiempo tendrá costos sociales importantes.
A su vez este panorama político de hoy es el incentivo para nuevas propuestas. Esquel, como las demás ciudades que componen el ramillete de poder provincial en término de peso específico electoral, no está ajeno a esta dinámica.
El 2022 no será un típico año par para la política local; se están diseñando nuevas alternativas que no esperaran a las elecciones del 2023 para captar el apoyo de los tantos que no se sienten incluidos en los espacios actuales.
Venga entonces un nuevo año de esperanza para mejor política, mejor debate y mejor país.
Despedimos este año con el humor de Mark Twain , escritor y humorista estadounidense-
El alcohol es malo, pero el agua es aún peor: ¡te mata si no bebes!
¡Feliz 2022!