12 octubre, 2021
Como el Banco Mundial, pronosticó este martes un crecimiento de 7,5% para 2021 y una fuerte desaceleración el año que viene para nuestro país.
Por Paula Lugones
El Fondo Monetario Internacional proyecta que la Argentina crecerá un 7,5% este año, más de lo que había previsto en su informe de abril, pero advierte que nuestro país ralentizará su economía sustancialmente el que viene. Además, estima que el 2021 terminará con un 10% de desempleo.
El Fondo presentó este martes su tradicional Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (conocido como WEO, por sus siglas en inglés), en el marco de la Asamblea del organismo y del Banco Mundial que se celebra esta semana en Washington.
En el apartado sobre Argentina, el informe pronostica que el PBI crecerá un 7,5% este año, una mejora respecto de las previsiones que el mismo Fondo hizo en su reporte de julio pasado, cuando estimó un crecimiento de 6,4%. Sin embargo, prevén que la economía argentina frenará su ritmo en 2022, cuando se pronostica un aumento del PBI mucho menor, cercano al 2,6%.
Las cifras están en sintonía con las emitidas la semana pasada por el Banco Mundial, que había pronosticado 7,5% para este año, 2,6% en 2022 y 2,1% en 2023.
A pesar de que es un informe global, y que es un problema que afecta particularmente a nuestro país, el Fondo no hace previsiones de inflación para la Argentina y en el casillero correspondiente se ven solo unos puntos suspensivos. En una llamada al pie, explica que no se dan datos por las negociaciones en curso y consigna las dificultades que hubo en el pasado con la confección de las estadísticas.
En cuanto al desempleo, el Fondo estima que será este año un 10% y el que viene disminuirá al 9,2%.
En la presentación del informe, la economista Jefe del Fondo, Gita Gopinath, señaló que “la recuperación mundial continúa, pero el impulso se ha debilitado, obstaculizado por la pandemia”. Dijo que, impulsado por la variante Delta, el número de muertes globales por COVID-19 “ha aumentado cerca de 5 millones y abundan los riesgos para la salud, lo que frena un retorno completo a la normalidad”.
La economista advirtió sobre el aumento de precios, un fenómeno global que inquieta al Fondo. “Los brotes pandémicos en eslabones críticos de las cadenas de suministro mundiales han provocado interrupciones del suministro más largas de lo esperado, alimentando la inflación en muchos países. En general, los riesgos para las perspectivas económicas han aumentado y las compensaciones de políticas se han vuelto más complejas”.
Y por eso, en comparación con el pronóstico de julio, la proyección de crecimiento mundial para 2021 se ha revisado con una baja al 5,9 por ciento y se mantiene sin cambios para 2022 en 4,9 por ciento.
“Las perspectivas para el grupo de países en desarrollo de bajos ingresos se han oscurecido considerablemente debido al empeoramiento de la dinámica de la pandemia. La rebaja también refleja perspectivas más difíciles a corto plazo para el grupo de economías avanzadas, en parte debido a interrupciones en el suministro”, dijo Gopinath.
El Fondo advierte además que las “divergencias peligrosas” en las perspectivas de los países es una “gran preocupación”.
Estas divergencias, explicó Gopinath, son consecuencia de la “gran división de las vacunas” y de las grandes disparidades en el apoyo a las políticas. “Si bien más del 60 por ciento de la población en las economías avanzadas está completamente vacunada y algunos ahora están recibiendo vacunas de refuerzo, alrededor del 96 por ciento de la población en los países de bajos ingresos sigue sin vacunarse”.
Además, agregó, “muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo, que se enfrentan a condiciones de financiación más estrictas y a un mayor riesgo de desanclar las expectativas de inflación, están retirando el apoyo a las políticas más rápidamente”.