5 julio, 2020
Si hay algo que es de forma institucional en la Cámara de Diputados provincial, es no entrometerse en el gasto de otro diputado entre interpares. Sencillamente porque cada uno de los legisladores tiene que responder por su propia cara y en todo caso de haber objeciones deberán partir de la Presidencia.
Bueno, la semana que pasó, en la cortita y suspendida sesión presencial, el diputado Pablo Noveau rompió esa regla de oro de ´uso y costumbre´, y terminó reorientando la atención de los legisladores en un debate áspero sobre intereses personalísimos:los viáticos y gastos de bloque.
El diputado oficialista le cuestionó y votó en contra de una propia colega de bloque sobre un pase de viáticos por $100 mil que había hecho la diputada Mariela Williams (Chubut al Frente ´sastrista´).
Esos gastos habían sido ya aprobados y se trataban de reconocimientos ‘de servicios’ para la diputada por su viaje al interior provincial, donde visitó diversas localidades entre el 21 y 25 de mayo. También había pasado por un viaje de uno de sus asesores que había presumiblemente recorrido Comodoro Rivadavia.
Noveau no sólo le votó en contra a su compañera, sino que argumentó en recinto su postura explicando que su oposición se debía a una “cuestión moral y ética” ya que “en una situación como la que estamos viviendo, donde hemos optado en marzo por donar una parte de la dieta de los diputados, para favorecer a dónde se necesite, que hoy se esté pagando a un personal de la casa viáticos y comisiones me parecía al menos, no ético”.
Sin embargo extraoficialmente también acusó que la diputada había hecho una especie de ´gira desestabilizadora´, yendo a hablar con los intendentes presuntamente para juntar voluntades y oleaje para derrocar al gobernador.
Aparentemente es verdad que la diputada anduvo abordando temas de interés de las diferentes comunidades para su labor legislativa, y que en esos lares alguno de sus novatos asesores habría aprovechado para testear sin mucha discreción, ´el humor político´ contra Arcioni en su recorrida por los cascoteados pueblos del interior de la provincia, donde el crudísimo invierno, la pandemia y la malaria económica agitan descontentos.
Pero lo más increíble es que Noveau no sería la persona más indicada para señalamientos éticos, siendo que él también ha presentado y pedido viáticos por más de 100 mil pesos en lo que va del presente año.
Según el detalle de las solicitudes de Noveau, entre el 3 de enero y el 13 de marzo habría realizado viajes en su rol de legislador a distintas localidades de la provincia como Esquel, Comodoro Rivadavia, Corcovado, Carrenleufú, Colán Conhue, Gualjaina y Paso de Indios.
Todo este entuerto entre Noveau y Williams dejó en evidencia el desangre financiero que implica el trabajo de cada funcionario, sea del Poder que sea y la fina línea que ata los vínculos del bloque legislativo oficialista.
En este caso, cada viático tiene un valor de $ 5.282 por día. Con que por mes hagan alguna ´gira´ de trabajo de 10 días, suman a sus interesantes dietas unos $50 mil pesos cada legislador, a lo que hay que sumarle los movimientos de los innumerables asesores. Y la decisión de estos viajes es exclusiva de cada funcionario, presuntamente sin requerir aprobación previa de la Cámara.
La pregunta es, si ¿era momento para una discusión de ese tipo’ cuando se requiere desesperadamente que la legislatura sesione para avanzar con la reestructuración de deuda que necesita el oficialismo.
Esta visibilización de una “habitualidad” dentro de la Legislatura, además de disparar un nuevo debate en tiempos de ´malaria´ financiera provincial, puso en escena otra discusión y reclamo que tienen los diputados hacia el personal de paro, y es que, como no funciona la administración en la Honorable, y pese a contar con buenos fondos guardados, no sólo se les achicaron los ingresos extras, sino que no se les habilitan los pagos de viáticos y gastos de bloque.
Entrampados en sus propias inconveniencias.