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6 marzo, 2023

El alimento infalible que sumó Djokovic a su dieta: accesible, curativo y preventivo 

Novak Djokovic, no deja de sorprender. Luego de haber ganado el Australia Open hace un mes, deslumbra en el ATP 500 de Dubai. En lo que va del año, el tenista serbio lleva 19 victorias consecutivas y afianza su lugar en el puesto número uno del ranking mundial. Pero, ¿cómo lo hace? ¿Cuáles son los secretos de su éxito?

El alimento infalible que sumó Djokovic a su dieta: accesible, curativo y preventivo

Para dilucidarlo es necesario recapitular en el tiempo. Además de la disciplina que hay que tener en el entrenamiento, hay otros hábitos que también influyen en el rendimiento. Entre ellos la alimentación.

Sucede que en 2010, Djokovic fue diagnosticado con celiaquía luego de sufrir algunas descompensaciones durante sus partidos. A partir de ello, se vio obligado a hacer cambios en su dieta y este nuevo camino fue uno de los factores claves que lo llevó a convertirse en el número uno del tenis mundial.

Dada la preocupación de sus fanáticos, en una entrevista contó sus nuevas costumbres: después de tomar agua con limón y jugo de apio en ayunas, espera media hora y se hace un batido verde con diferentes algas de mar, verduras y suplementos. “Me da claridad mental, me ayuda a sentirme bien y me aporta diferentes beneficios para la salud”, declaró en varias oportunidades a medios deportivos.

De esta manera, el consumo de algas marinas, un alimento de origen ancestral, empezó a generar curiosidad y de a poco, popularizarse.

Hoy, el hashtag #algasmarinascomestibles tiene ocho millones de visualizaciones en TikTok y son incontables los usuarios de todo el mundo que se filman mientras abren los paquetes, leen su contenido nutricional, los prueban y cocinan. En paralelo, halagan su consumo diario ya que fortalece el sistema inmune, protege el aparato digestivo y libera las toxinas del cuerpo. Sin ir más lejos, no quedan dudas de que este producto es tendencia.

Apodadas “verduras marinas”, las algas no solo ofician como alimento, sino que también se las usa como medicamento y para tratamientos de belleza. Yael Hasbani, Health Coach certificada en Salud y Nutrición Holística, explica que están compuestas por excelentes propiedades, aún mejores que los alimentos terrestres. “Al ser de origen vegetal y natural, aportan un montón de cualidades nutritivas que son ventajosas para la salud”, detalla. Pero, ¿qué esconden realmente? ¿Tienen aval científico?

¿Qué son las algas marinas comestibles?

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), las algas marinas se consideran alimentos saludables, nutritivos y de bajo contenido calórico. A través de un informe, enfatizan que en un contexto donde la población mundial no para de crecer y los problemas ambientales son cada vez mayores, “las algas constituyen una de las diversas opciones sostenibles que pueden contribuir a la seguridad alimentaria mundial”.

 

Desde tiempos remotos, forman parte de una tradición culinaria de las sociedades del continente asiático, quienes las incluyen de manera regular en su alimentación. Actualmente, China y Japón son sus principales productores y consumidores. Y se estima que por día, sus ciudadanos ingieren entre 8,5 y diez gramos de algas.

Por su parte, en los países occidentales se las empezó a incorporar como alimento en las últimas décadas como consecuencia de la curiosidad por la nutrición saludable. No obstante, su uso siempre fue limitado: estaba destinado a la industria farmacéutica y de cosmética. El objetivo era extraer los hidrocoloides, compuestos que le dan forma y textura a los distintos productos.

En cuanto a la Argentina, su cultivo predomina en la Patagonia, especialmente en las costas de las provincias de Chubut y Santa Cruz.

 

¿Cómo se consumen las algas marinas comestibles?

Las algas se consideran versátiles por sus múltiples formas de cocción y consumo. Estela Mazzei, licenciada en Nutrición (M.P. 6371), explica que vienen frescas (se asemejan a la lechuga) o secas en forma de láminas, ideales para saltear, hornear, hervir y combinar en distintos platos, preparaciones o en forma de chips para el momento de una colación. Además, “se encuentran en formato polvo para mezclar en infusiones”, resalta la especialista.

“La forma de consumo que la mayoría conocemos es en el sushi. El alga nori envuelve el arroz del roll y hace que conserve su forma. Sin embargo, son infinitas las opciones que hay para ingerirlas, simplemente nos tenemos que acostumbrar”, comenta Hasbani. Para esta coach, además de todos los nutrientes que aporta, “le da a la comida un sabor especial”.

Es que “se dice que tiene sabor umami, no es ni dulce ni salado, tampoco amargo, y su aroma es a mar”, describe Mazzei. En el último tiempo y gracias a su auge, se comercializan en comercios naturistas y dietéticas.

¿Cuáles son los beneficios de comer algas marinas?

Este alimento se posiciona como una gran promesa nutricional. Para Hasbani, lo que lo hace especial, es que es fuente de minerales tales como el yodo, una sustancia que no se encuentra fácil en alimentos y que favorece la síntesis de hormonas de la glándula tiroidea. Calcio, que provee estructura ósea y dentaria, hierro, que colabora en el transporte de oxígeno y fortalece el sistema inmune, fósforo, que interviene en las contracciones musculares y las señalizaciones nerviosas y potasio, esencial para el buen funcionamiento cardiovascular y para regular la presión arterial.

Por otra parte, la experta remarca que contiene vitaminas del grupo A, C (solo si se consume cruda), B1 y B12. Entre todas, se encargarán de mantener saludables los tejidos óseos, la piel, los vasos sanguíneos y brindar energía.

Por su parte Mazzei cuenta que son fuente de fibra: “No solo aportará saciedad sino que regulará el sistema digestivo y generará los aminoácidos esenciales que le darán estructura al organismo y evitarán que se inflame”.

Según la National Institutes of Health (NIH por sus siglas en inglés), las algas tienen que ver con un alimento que protege el sistema inmune, el aparato digestivo y previene enfermedades crónicas y autoinmunes tales como la diabetes, el cáncer, la hipertensión. A su vez, detallan que tienen el poder de ser antiinflamatorias.

 

¿Tiene restricciones la ingesta de algas marinas?

Si bien su consumo es altamente recomendado, Hasbani comenta que ciertos grupos poblacionales deberían evitarlas o moderar su ingesta, entre ellos, “las personas que sufren hipertiroidismo, hipertensión, problemas cardíacos y las mujeres embarazadas o en etapa de lactancia”.

Sucede que “el posible exceso de yodo que traen, puede ser contraproducente para aquellos que tienen disfunciones en la tiroides o patologías crónicas”, explica Mazzei y agrega que también pueden traer altas dosis de metales pesados, mercurio, plomo y sodio que a largo plazo son dañinos para la salud.

Por ello, los especialistas consultados hacen hincapié en que las algas no son para incorporarlas a diario porque “no podés controlar ni asegurarte de la cantidad de estos componentes que traen”, detalla Mazzei, por ello insiste en que su ingesta sea esporádica y en niveles bajos.

Tipos de algas marinas comestibles

Mazzei, cuenta que hay dos tipos, las que provienen del mar: kombú, hiziki, wakame, nori y agar-agar y, las del río o agua dulce: espirulina y chlorella. “Entre ellas la diferencia está en la cantidad de nutrientes que tiene cada una y en el color, que puede ser azul, pardo y rojo en función de la profundidad en la que estén”, describe la nutricionista.

Previo a su consumo, Hasbani recomienda enjuagarlas bien para quitarles el excedente de sodio que pueden llegar a traer, ¿cómo te das cuenta? “Porque tienen manchones blancos”, describe. Después, sugiere hidratarlas durante media o una hora.

Kombú: como es una de las algas que más yodo tiene, es recomendada para reforzar el sistema inmunológico, combatir y evitar el agotamiento. También se la sugiere añadir al agua de la cocción de legumbres y arroces porque facilita su digestión. De todos modos, debido a un posible exceso de este mineral, su consumo debe ser moderado.

Wakame: es ideal para incluir en ensaladas, sopas y mezclarla con verduras. Sus beneficios tienen incidencia en el sistema circulatorio: ayuda a remover las toxinas de la sangre. Además, favorece el correcto funcionamiento del aparato digestivo. Una de sus curiosidades es que al hidratarla, expande hasta diez veces su tamaño.

Nori: de contextura blanda, es conocida como el alga para hacer sushi. Sin embargo, es excelente para tratar problemas cutáneos, disminuir el colesterol y favorecer la eliminación de depósitos grasos.

Agar-agar: se la suele usar en la cocina, sobre todo los vegetarianos y veganos, para gelificar alimentos debido a su poder de absorber agua. Al ser alta en fibra, es una aliada para tratar problemas intestinales.
Hiziki: es un alga de textura blanda, similar a la nori, rica en fibras y minerales. Sin embargo, no se recomienda su consumo ya que, por lo general contiene arsénico inorgánico, compuestos químicos que liberan las industrias y que a veces se deposita en el mar.

Espirulina: es una de las algas de tamaño más pequeño y azulada. Se caracteriza por aportar gran cantidad de proteínas, incluso superar la cantidad que tienen los huevos, el pescado o la carne. También aporta vitaminas, calcio y fósforo. Se la suele utilizar como suplementos o en polvo para mezclar en infusiones o comidas.

Chlorella: al igual que la espirulina, aporta una gran cantidad de proteínas y es una importante fuente de vitamina B12. Es una de las algas con más concentración de clorofila, una sustancia que fomenta el proceso de fotosíntesis y que en el organismo humano actúa como antioxidante.