8 octubre, 2025
Entre el Presidente y el supuesto narco, el letrado Francisco Oneto privilegió al primero. Extradición e incompatibilidad. Y cómo llegó a ganarse la confianza del libertario.
Por Franco Lindner/ RN*
Francisco Oneto, que se autodefine en sus redes como “abogado nivel Dios”, no la tiene fácil. Uno de sus clientes es Javier Milei. El otro, un tal “Fred” Machado, condenado por la Justicia norteamericana por supuesto narcotráfico y estafa. Desde los Estados Unidos reclaman su extradición, y la Corte Suprema argentina, rápida de reflejos en medio de este escándalo, acaba de aprobarla. Pero la palabra final la tenía el Poder Ejecutivo, es decir, el Presidente.
Y es en este punto donde el pobre Oneto entró en cortocircuito y demostró que hay una obvia incompatibilidad en tener dos clientes tan disímiles como un jefe de Estado y un supuesto narco que, como se sabe ahora, le puso 200 mil dólares al principal aliado político de ese gobernante.
Para que no queden dudas: ¿qué debió decirle Oneto a cada uno de sus dos defendidos más famosos? Al Presidente debió aconsejarle lo obvio: que firme la extradición de Machado, como hizo, porque de cualquier otra manera quedaría escrachado ante los ojos del mundo. Pero, ¿y a “Fred” qué le recomendó? Si hubiera sido leal a él, Oneto tendría que haber peleado por que no lo extraditen, y tendría que haber convencido de eso a Milei. Pero, entre sus dos representados, eligió al más poderoso y se lavó las manos con el otro: pobre Machado.
Ya se escribió en esta columna sobre el polémico letrado, quien también tiene o tuvo entre sus defendidos a José Luis Espert, al estafador Leonardo Cositorto y al rugbier asesino Máximo Thomsen, además de Leopoldo Luque, el médico acusado por la muerte de Diego Maradona. Todos los malos. ¿Cómo llegó a ganarse la confianza de Milei? Es muy probable que de la misma manera en que antes lo hizo con Espert, a través de su amigo y colega Diego Spagnuolo, el otro abogado que comparten el Presidente y el calvo economista, y que hace algunas semanas se convirtió en una incómoda celebridad por sus audios sobre las coimas del 3 por ciento en Discapacidad. Spagnuolo acercó a Oneto y Espert y luego repitió la operación con Milei.
La gran pregunta es quién lo acercó, antes, a “Fred” Machado. Y por qué el supuesto narco sigue compartiendo abogado con el mismo presidente que acaba de aprobar su extradición.