ChubutLine.com "Periodismo Independiente" - Noticias, política y un análisis de la realidad diferente - directora@chubutline.com - redaccion@chubutline.com



14 septiembre, 2021

Economía y política: Apuntan a Guzmán como la ‘primera víctima’ de la derrota electoral

El ministro es uno de los apuntados por el entorno duro k, por el mal desempeño electoral. Le reclamaron la escasez de anuncios «para el bolsillo de la gente»

Por Claudio Zlotnik*

Martín Guzmán esperó los resultados de las PASO en el búnker de Chacarita al lado del Presidente, Cristina Kirchner y los principales candidatos del oficialismo. El ministro era uno de los apuntados por el mal desempeño electoral pero no el único. Cierto es que Guzmán se movió con los márgenes de maniobra que le habilitó el poder político: básicamente CFK y Alberto Fernández.

Desde el círculo íntimo del ministro admitían el impacto y esperaban la decisión política para tomar las próximas decisiones.

Está claro que «faltó más audacia», insistía anoche, tarde, uno de los principales referentes económicos del Frente de Todos, en diálogo con iProfesional.

Entre los reclamos que escuchó el propio Guzmán en la previa a las elecciones figuraron la escasez de anuncios «para el bolsillo de la gente». Con el consumo en rojo y la pérdida de poder adquisitivo, el Ejecutivo decidió mantener el orden fiscal y la «buena conducta» en medio de las negociaciones con el FMI.

Alberto reconoció la derrota: «Evidentemente, algo no hemos hecho bien», dijo

 

Medidas urgentes

 

Desde esta misma mañana de lunes, el Gobierno empezará a jugar la próxima instancia electoral. La definitiva, la que marcará la composición del Congreso hasta el 2023. La apuesta es llegar con la economía más fuerte para noviembre. Algo que, bajo la mirada del escenario de hoy en día, luce como muy desafiante.

El Gobierno tomará medidas en las próximas semanas. Algunas, como la mejora en el salario mínimo, ya tiene fecha: habrá reunión del Consejo el próximo jueves 30.

La Casa Rosada no la tiene nada fácil: Alberto Fernández es consciente de que el margen de maniobra es estrecho.

La tensión cambiaria volvió en la última parte de la campaña, y nadie puede asegurar que se apacigue en las próximas semanas. Se sabe: ya sin la expectativa de voluminosas liquidaciones por parte de las cerealeras exportadoras, el Banco Central tendrá un escenario complicado de acá hasta fin de año.

Las liquidaciones de divisas, que habían promediado u$s145 millones diarios durante agosto pasaron a u$s102 millones diarios desde que arrancó este mes. La última semana, previa a las PASO, fueron de unos u$s80 millones cada día.

La estrechez del camino está a la vista: la venta de reservas, que alcanzó a más u$s1.000 millones desde el 26 de agosto último y u$s520 millones desde que arrancó el mes. Un dato adicional que exponen la incertidumbre y las dificultades: «En la semana el BCRA tuvo que desprenderse a través del MULC de u$s350 millones y más de u$s100 millones a través de la intervención en la brecha cambiaria», comenta en su último reporte semanal la consultora Eco Go.

La apuesta central del Gobierno es apuntar a una mejora del humor social, de acá a noviembre.

En cualquier previa electoral de los últimos años, ese escenario se resumía básicamente en tres cuestiones: retrasar el tipo de cambio, postergar cualquier aumento de los precios regulados y aplicar mejoras directas en los bolsillos de los ciudadanos.

De esas tres variables, ahora puede cumplirse con una, y a duras penas: el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y de los combustibles, en este último caso tras sucesivas alzas entre agosto del año pasado hasta mayo último.

Las otras dos variables no pueden cumplirse: aun cuando el Banco Central hizo minidevaluaciones por debajo de la inflación en los últimos meses, el tipo de cambio oficial no está atrasado. Y mucho menos los dólares «alternativos» (contado con liqui, MEP y blue).

Tampoco se pudieron anunciar medidas de estímulo al consumo que «muevan la aguja». Ni planes de obras públicas que empujen la actividad y el empleo.

¿Entonces? Las limitaciones no cambiaron. Y el plan pasa por mejoras «en el margen» pero -sobre todo- a no empeorar las cosas. «Nos jugamos a que el alivio provenga de la reapertura de actividades y a un genuino crecimiento del empleo, motorizado por la expansión de la actividad», asume un funcionario clave del equipo económico, en diálogo con iProfesional.

Guzmán, criticado desde el propio Gobierno por «no poner plata en el bolsillo de la gente»

 

Hay un plan de anuncios en camino

 

 

1. Mejora salarial I

El Gobierno dispondrá en lo que resta del año un nuevo ajuste del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para los salarios de los empleados en relación de dependencia. El nuevo monto que se evalúa es de $180.000 de salario bruto ($149.500 de bolsillo y que reemplazará a los $150.000 mensuales vigentes. No obstante, todavía falta definir su fecha de aplicación.

 

2. Mejora salarial II

 

El Ministerio de Trabajo convocó al Consejo del Salario Mínimo, para el próximo jueves 30.

El Gobierno impulsaría un incremento adicional del 10% del salario mínimo -sobre el 35% que ya aumentó en lo que va del año-, de forma tal de ponerlo en el mismo escalón que el promedio de las paritarias del sector privado.

De esta manera, el salario mínimo quedaría en torno a los $32.000. Tendrá impacto en lo que perciben los trabajadores informales y en 900.000 beneficiarios del plan «Potenciar», que ahora reciben $14.580 mensuales.

3. Consumo con el revival del Ahora 12
También habrá cambios en el «Ahora 12». La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, ya adelantó que negocian con los bancos la eliminación de los límites en el uso de las tarjetas de crédito cuando los consumidores la apliquen para comprar a través de ese programa de hasta 30 cuotas fijas.

El problema apareció cuando los bancos no actualizaron los montos de los límites con las compras con tarjetas, cuando la inflación supera el 50% interanual. Eso le restó poder de compra a los usuarios, y le quitó potencia al anuncio oficial del «Ahora 12».

 

4. Desaceleración de la inflación

 

El ministro Guzmán prometió que habrá una «desinflación gradual» en los próximos meses. Y que la variación interanual se alejará del 50% que mostró en las últimas semanas. El titular del Palacio de Hacienda proyecta que el índice de precios baje al 2% al momento de la votación de noviembre.

De esa proyección depende que haya una mejora en los bolsillos de los consumidores.

El Gobierno avaló la reapertura de paritarias -incluso en la administración pública- en los últimos meses justamente con esa idea.

 

5. Recuperación económica post pandemia

 

Lo dicho más arriba: con la doble vacunación avanzada y la liberación casi total de las actividades, la Casa Rosada se juega a que sectores claves que hasta ahora no pudieron aportar a la recuperación, lo hagan hacia fin de año.

Hay algunos rubros claves: turismo, construcción, gastronomía y el entretenimiento. Se trata de nichos que recién ahora están levantando, pero de manera muy gradual.

Para el turismo, la apuesta está en el éxito del «Pro Viaje», el programa oficial que permite ahorros de 50% en los paquetes. Como las ventas de este plan no dependen del arranque de la temporada sino de las reservas previas, la esperanza de los funcionarios es que las preventas se agilicen con los primeros calores de la primavera.

Está claro que los anuncios serán en cuentagotas. La cuestión, acá, refiere a los límites que tendrá el Estado para hacerlo. En un momento de tensión cambiaria y en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario, que tendrá límites estrictos al rojo fiscal y a la emisión de pesos.

 

*iP