Una forma de entender la dorsalgia es considerar al dolor como un exceso de carga que supera la capacidad de adaptación de la columna. Por ejemplo, quien está acostumbrado a levantar dos kilos de peso y un día levanta diez; lo mismo si le toca atravesar una situación de estrés.
Entonces, esa sobrecarga puede ser física (levantar mucho peso) o psíquica (una situación de estrés). Cuando se produce aparece la primera señal de alarma: el dolor. Si no prestamos atención a esa señal, sobreviene el daño y con él, la disfunción.
La mala postura y la mala ergonomía (la disciplina que adapta el trabajo y sus herramientas al ser humano) tienen un impacto negativo importante.
Desde los zapatos con tacos altos o plataformas, las mochilas pesadas, las pantallas sin el ángulo adecuado en las computadoras o los mouses sin pads, las sillas sin altura hasta la mesa de planchar, son todos elementos que aumentan el brazo de palanca de la columna: cuanto mayor es este, mayor es el peso. Por ejemplo, si levantamos un objeto con las rodillas flexionadas y pegado al cuerpo, el objeto pesa un kilo. Si lo levantamos con los brazos extendidos pesa diez veces más.
Cómo combatir el dolor de espalda
Hay maneras sencillas y eficaces de alejar esas molestias, eso sí seguramente será necesario hacer algunos cambios de hábitos:
• Seguir una buena alimentación.
• Cambiar de postura cada 40 minutos al trabajar, caminar dos minutos entre tarea y tarea.
• Realizar actividades al aire libre.
• Dormir bien.
• Practicar algún ejercicio, por lo menos 45 minutos por día. Se recomiendan las actividades aeróbicas. Para volver a oxigenar el tejido es necesario que circule la sangre, por eso la importancia del ejercicio aeróbico. En los adultos mayores es necesario que los realicen con la supervisión del médico: en este caso lo ideal sería caminar una hora por día.
• Es recomendable también practicar gimnasia, taichi y aquagym. En cuanto a la regularidad lo ideal es tres veces por semana.
• La medicación es útil, pero evitar la automedicación y consultar al médico. Se aconseja no tomar antiinflamatorios, a todas las edades, por su potencial toxicidad. Estos medicamentos están indicados en fases agudas de patologías inflamatorias y traumáticas pero por no más de siete días y recetados por el médico.
Distintos tratamientos:
• Estimulación eléctrica: muy útil. Bloquea el ingreso de las fibras de dolor. Indicado para dolores crónicos.
• Analgésicos: para patologías específicas por un tiempo acotado y según indicación médica.
• Relajantes musculares: indicados para espasmos dolorosos.
• Masajes: son útiles para muchas patologías dolorosas. Los masajes superficiales mejoran la vascularización y la eliminación de toxinas. Los profundos como el shiatsu o la digitopuntura desactivan las contracturas producidas por la sobrecarga mecánica sobre un músculo con pobre capacidad adaptativa.
• Kinesiología: dependiendo de la patología abarca desde los ejercicios terapéuticos, la terapia manual, la estimulación eléctrica hasta el ultrasonido o la magnetoterapia.
• Reeducación Postural Global (RPG): excelente técnica para la lumbalgia crónica. Ayuda a abandonar malos hábitos de postura.
• Quiropraxia: útil para la alineación de ejes, pero es muy importante que la realice manos expertas.
• Hidroterapia: desde la ducha tibia, el jacuzzi hasta el aquagym todo se basa en modulación por calor y movimiento, lo que da un efectivo alivio.
• Acupuntura: puede tratar íntegramente a la persona pero debe estar hecha por especialistas de confianza.