11 febrero, 2022
La renuncia de Máximo Kirchner hizo que el entorno del Presidente evalúe las cajas en poder de La Cámpora, que maneja un presupuesto de $8 billones
Por Carlos Arbia
Dicen que dicen: La Cámpora perdería varias ‘cajas’ millonarias si no apoyan el acerdo con el FMI
En las últimas horas se habrían acelerado los pasos para que el ministro de Economía, Martin Guzmán, envié el Proyecto de Acuerdo con el FMI al Congreso de la Nación.
La intención del Gobierno es que el proyecto sea aprobado primero en senadores donde el Frente de Todos (FdT) tendría la mayoría de 37 senadores para aprobarlo. Para luego enviarlo a diputados donde el oficialismo por el momento contaría con unos 100 votos de los 129 votos que se necesitan para su aprobación final.
En los últimos días el presidente Alberto Fernández designó como negociador en el Congreso de la Nación al director del Cono Sur en el FMI, Sergio Chodos, hombre de consulta permanente de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien sugirió que fuera nombrado en ese puesto estratégico a principios de enero del 2020.
Chodos fue uno de los colaboradores más importantes de Néstor Kirchner cuando la Argentina anunció el canje de deuda del 2005 al renegociar la deuda con los bonistas privados. El miércoles pasado visitó en su despacho al senador kirchnerista Jose Mayans para comenzar a buscar los votos en esa cámara.
Los acuerdos con el FMI nunca habían necesitado la aprobación del Congreso de la Nación pero el 11 de febrero de 2020 se aprobó la ley 27.612 llamada de «Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública». Está ley en su artículo 2 dispone que «todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Congreso de la Nación que lo apruebe».
Hasta esa reforma solicitada por el kirchnerismo, las operaciones de crédito público con el FMI estaban alcanzadas por el artículo 60 de la Ley de Administración Financiera (LAF) que exceptúa a las operaciones de crédito con organismos financieros internacionales de los límites de endeudamiento que fija anualmente la Ley de Presupuesto. El criterio imperante era que la asistencia crediticia que otorgan los organismos de crédito multilateral se realizarán con plazos y tasas más convenientes que los instrumentos de mercado.
«Con esta nueva ley lo que se busca evitar es que un gobierno hipoteque el futuro del país sin tener que dar explicaciones ni siquiera en el Congreso, como hizo el gobierno de Mauricio Macri en junio de 2018», comentó a iProfesional un senador del oficialismo.
Por ahora el Gobierno no ha incluido este tema en las sesiones extraordinarias de febrero, porque todavía resta la aprobación del directorio del FMI de la Carta de Intención que presente el ministro Guzmán.
Una vez que el directorio del FMI apruebe el acuerdo, el gobierno argentino deberá elevar por primera vez en la historia el acuerdo al Congreso Nacional para que esté lo apruebe. Por lo tanto, lo más probable es que el nuevo acuerdo se termine analizando en las sesiones ordinarias de marzo. La fecha límite para el gobierno es el 22 de marzo, porque ese día debería afrontar un vencimiento de 2.800 millones de dólares.
En caso de no contar con esos 129 votos a favor en diputados el presidente Alberto Fernández podría utilizar dos alternativas: la primera sería obligar a varios diputados de La Cámpora que voten a favor del acuerdo con el FMI. En caso contrario, el Gobierno podría sacarle varias cajas políticas a La Cámpora la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
La otra es que en caso de peligrar la aprobación del acuerdo, el Presidente decida anular por medio de un DNU la Ley 27.612 que obliga a que ese tipo de acuerdo deba ser aprobado por el Congreso de la Nación.
Desde la Casa Rosada señalan que el avance de La Cámpora dentro del gobierno de Alberto Fernández fue muy fuerte en el último año de gobierno con llegada de nuevos ministros y secretarios y subsecretarios y directores del Estado nombrados en esos cargos a pedido de Máximo Kirchner.
En total, son unos 10 organismos o jurisdicciones estatales que manejan hoy un presupuesto de aproximadamente unos 8 billones de pesos de acuerdo al Proyecto de Presupuesto 2022 que fue rechazado a fines del año pasado en el Congreso por la oposición.
El presupuesto más grande de toda la Administración Nacional es el de la ANSES a cargo de la dirigente camporista Maria Fernanda Raverta.
En 2021,de acuerdo a datos de la ASAP, finalizó con un gasto de unos $ 4 billones de pesos pero para este año se calcula que será de unos 5,6 billones si le aplicamos la inflación del 36 por ciento calculada en el Proyecto de Presupuesto 2022 que fue rechazado por el Congreso a fines del año pasado.
Gran parte de ese gasto corresponde a jubilaciones y pensiones pero el resto de los fondos se reparten entre los diferentes programas que dependen de la ANSeS dentro del Ministerio de Trabajo. A Raverta se la señala dentro del gobierno por utilizar parte de los fondos de la ANSES para hacer campaña política. Pero es una funcionaria que cuenta con el apoyo del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La otra gran caja estatal es el PAMI que maneja Luana Volnovich quien fue nombrada allí por indicación de la vicepresidente Cristina Kirchner. Es una de las cajas más estratégicas del Estado, no sólo por los fondos que distribuye sino porque tiene la obra social más grande de la Argentina. La de los jubilados a nivel estatal y nacional.
En estos dos años fue uno de los presupuestos estatales que más creció en términos nominales. Pasó de unos $200.000 millones en 2019 a más de $450.000 millones en 2021 y llegará a más de 600.000 millones este año. Volnovich fue diputada nacional de 2015 a 2019 al igual que Raverta. En el segundo mandato de CFK fue Directora Nacional de Ampliación y Fortalecimiento de Derechos Educativos del Ministerio de Educación.
En lo que respecta a los ministerios el del Interior a cargo del dirigente camporista Wado De Pedro gasto en el 2021 unos 100.000 millones de pesos y tiene a su cargo el manejo de la relación con los gobernadores, pero también y la organización de las elecciones.
En tanto el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat a cargo del kirchnerista Jorge Ferraresi, manejó recursos en 2021 por aproximadamente unos $120.000 millones. Esté monto se divide especialmente en dos grandes programas como el centro de Planificación y Desarrollo Territorial, con fondos por unos $68000 millones, y el de Producción Integral y Acceso al Hábitat, con recursos por más de 40.000 millones de pesos.
Otra de las cajas de La Cámpora es la Secretaría de Energía a cargo del kirchnerista Darío Martínez que depende del ministerio de Economía. Esta dependencia en el año 2021 tuvo un presupuesto superior a los $600.000 millones. Aquí se destacan fondos destinados a subsidios a las tarifas de electricidad y gas, que motivaron las peleas el año pasado entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el subsecretario de Energía Eléctrica,Federico Basualdo, un técnico que responde directamente al Instituto Patria.
En lo que respecta a empresas La Cámpora maneja Aerolíneas Argentinas que está cargo de Pablo Ceriani, un dirigente de confianza del senador Mariano Recalde, dirigente de La Cámpora y quien fuera director de la compañía entre 2008 y 2015.
El año pasado habría tenido un déficit de unos 500 millones de dólares pero allí trabajan varios integrantes de la agrupación kirchnerista.
En tanto la petrolera estatal YPF está conducida por el dirigente santacruceño Pablo González un hombre del kirchnerismo quien está a cargo de una empresa que proyecta más de 3.000 millones de dólares en inversiones en los próximos dos años.
Después de la renuncia de Máximo Kirchner como jefe de bloque de diputados del FdT los funcionarios más cercanos al presidente Alberto Fernández han comenzado a evaluar la importancia de esa cajas en poder de La Cámpora y otros dirigentes del kirchnerismo.
La renuncia de Máximo Kirchner como jefe de bloque de diputados del FdT lleva a un replanteo dentro del oficialismo
«Alberto es como si fuera el administrador de consorcio de un edificio en el que no es propietario de ningún departamento y tiene que empezar a serlo», comentó en una reciente reunión con empresarios un funcionario muy cercano al presidente.
En lo que respecta a una futura votación los números muestran que en el Senado el Frente de Todos tendría la mayoría simple, unos 37 votos, pero habría algunos senadores radicales de Cambiemos que le permitirían lograr una mayoría más amplia.
Por ese motivo desde la Casa Rosada creen que es mejor iniciar el debate en el Senado donde radicales de Cambiemos podrían resultar clave y La Cámpora allí solo cuenta con 5 miembros.
En tanto que en diputados el oficialismo tiene unos 118 legisladores, pero descontando los 18 diputados de La Cámpora no sumaría más de 100 y podría haber más bajas en el futuro. Por el lado de Cambiemos hay 116 diputados, pero todavía no está claro cómo van a votar en particular los radicales que están muy divididos. Para aprobarlo se necesitan 129 votos que de acuerdo al gobierno habrá que trabajar mucho para conseguirlos.
El acuerdo con el FMI anunciado el 28 de enero pasado para refinanciar un préstamo de unos uss 45.000 millones plantea una serie de objetivos macroeconómicos que incluyen metas de reducción del déficit fiscal primario, de reducción de los montos de asistencia del BCRA al Tesoro, de suba de la tasa de interés y de acumulación de reservas internacionales del BCRA para tratar de ajustar una situación macroeconómica muy difícil y con un BCRA casi sin reservas internacionales líquidas para pagar los próximos vencimientos.