9 septiembre, 2023
El 64% de los propietarios de negocios creen que mejorará las relaciones con los clientes y aumentará la productividad. No obstante, para incorporar estas herramientas las organizaciones deben tener en claro sus objetivos.
Por Marco Valentín Palomino*
Además de las herramientas de inteligencia artificial (IA) que utilizamos las personas en nuestro día a día a través de los dispositivos móviles, electrodomésticos y aplicaciones de redes sociales, las empresas están adoptando esta tecnología como una ventaja competitiva y las que no sean capaces de alinearse con toda esta nueva cultura quedarán rezagadas.
Cada industria o sector económico tiene sus propias necesidades y retos frente a la implementación de la IA. En los distintos rubros es posible aplicar estas soluciones para la fidelización del cliente, el onboarding, la gestión del flujo de fondos, la definición del mejor canal de contacto y la perspectiva del cliente 360º. También se puede utilizar para la prevención del fraude y del desgaste, el análisis de personas, el mantenimiento predictivo, la atención al cliente, la puntuación de créditos, la autenticación biométrica, el análisis en tiempo real y el modelado de riesgos crediticios, entre otros usos muy concretos.
En el sector industrial por ejemplo, la IA está revolucionando la manufactura al permitir a las plantas de manufactura ser más eficientes pudiendo obtener mejores niveles de rendimiento al aprovechar mejor los recursos, los datos y la información de máquinas, sistemas y líneas de fabricación. La IA industrial también permite reducir costos de operaciones, energía y reducir el número de errores y retrabajos. Diseños, automatizción de procesos, trabajos de riesgo o de precisión, producción en serie y una amplísima forma de aplicarla está revolucionando la industria.
En ámbitos tan rústicos como el campo, la inteligencia artificial en la agricultura ya consta de drones aéreos y acuáticos, sensores eléctricos, visuales, olfativos y biológicos, con toda la información posible crea archivos de análisis de la zona, según lo que se necesite saber. Combina la información de los sistemas de posición geográfica y de genética, ejecuta programas de cultivos y opera maquinarias.
Según una encuesta, el 64% de los propietarios de negocios creen que la IA mejorará las relaciones con los clientes y aumentará la productividad, mientras que el 60% espera que impulse el crecimiento de las ventas. No obstante, para incorporar estas herramientas las organizaciones deben tener en claro sus objetivos, contar con datos de calidad, disponer de capacidad de cómputo, priorizar la ética y la privacidad de los datos, ser adaptables y contar con un equipo de expertos.
Actualmente la IA generativa es utilizada en muy distintas áreas e industrias como, por ejemplo:
Tecnología. La IA permite diseñar chips con mayor potencia y vida útil, algo que ya está siendo investigado a gran escala. También permite obtener insights automatizados y alertas en tiempo real sobre atributos, patrones o hábitos de compra por parte de los consumidores. Esto llevó a Softtek a invertir en laboratorios de investigación que son el origen de muchas soluciones, tanto internas como para sus clientes, que van desde la analítica de datos y la inteligencia de negocios, hasta la automatización prescriptiva.
Marketing. La IA favorece la hiperpersonalización de productos y servicios a partir de análisis de datos de comportamiento. Esto ayuda a generar experiencias adaptadas a las necesidades y preferencias individuales.
Salud. A partir de la pandemia se están diseñando nuevos medicamentos con IA, y lo que antes demoraba años desde la concepción hasta el lanzamiento, ahora demora unos pocos meses.
Construcción. Mediante el diseño inverso, que parte de un objeto existente para comprender su ingeniería, se pueden confeccionar partes con mayor resistencia a la corrosión y mejor conducción magnética, lo que permite lograr soluciones más compactas y duraderas.
Deporte. A través de sensores ubicados en los vehículos de competición y la consiguiente analítica de datos a través de una combinación de equipo humano e inteligencia artificial, se logra potenciar el desempeño de los pilotos. Los equipos de ingenieros pasan a tener información en tiempo real que puede acelerar los procesos y evaluar diferentes escenarios posibles de respuesta en la carrera.
Industria cinematográfica. La IA colabora en el armado de guiones y ayuda a mejorar la producción; también colabora para generar efectos visuales avanzados, optimiza la distribución, personaliza el contenido y hasta ayuda a revitalizar películas antiguas.
Para propiciar estos avances las empresas utilizan técnicas de aprendizaje automático, procesamiento de lenguaje natural, visión por computadora, sistemas expertos, redes neuronales, lógica difusa y algoritmos genéticos.
Actualmente se habla mucho del impacto de ChatGPT y de sus aspectos superadores y simplificadores de la tarea, ya que se trata de una herramienta capaz de disminuir brechas de aprendizaje y democratizar los conocimientos. Pero también hay que ser conscientes de que estos modelos de IA no son infalibles y siempre tendrán un sesgo.
En el mundo empresarial ya se puede automatizar toda tarea repetitiva que realiza el ser humano en su día a día, pero al hacerlo emerge un nicho nuevo de trabajo: el de los talentos con habilidades para implementar este tipo de soluciones. A la vez, las amenazas son reales en términos de falsificación y fraude, así como de falta de políticas de ética de datos.
Por todo esto, un partner tecnológico a la altura del desafío dará un upgrade en esta nueva experiencia corporativa. Se torna clave en este proceso que las áreas de Seguridad, Riesgo, IT y el área Legal de las organizaciones trabajen en forma coordinada.
También es fundamental el involucramiento del CEO en cuanto a la implementación de IA. Un estudio del MIT Sloan Management Review y el Boston Consulting Group reveló que cuando los máximos ejecutivos de las compañías tienen un rol activo en la adopción de este tipo de tecnología, el negocio obtiene un 58% más de beneficios en comparación con las organizaciones con un CEO menos involucrado.