8 marzo, 2022
Este tributo significa que una mujer paga un 12% más que los hombres por el mismo producto. Esta diferencia porcentual se manifiesta sobre todo en la parte higiénica.
En una fecha muy especial por el Día de la Mujer Trabajadora, los derechos y la equidad de género son factores de lucha que día a día se tratan de combatir en una sociedad machista. Pero para sorpresa de muchos en las góndolas de supermercados esa diferencia entre el hombre y la mujer sigue existiendo con profundidad.
Desde años existe el Impuesto Rosa, un coste adicional que tienen los productos femeninos de higiene que son idénticos al de los hombres, pero allí y según los últimos relevamientos, existe un 12% de diferencia entre ese mismo producto y misma marca desde hace cinco años.
Este concepto surgió en la década de los ’90 en Estados Unidos y a lo largo del tiempo se expandió en todo el mundo. Actualmente, en Argentina hay 14 productos que contienen este impuesto y en 2022 aumentó un punto más el valor conceptual con respecto al 2021. Estos datos corresponden al informe de la consultora Focus Market, la cual reveló que en 515 puntos de venta se realiza la comercialización de esos productos.
En el informe se puede constatar que, por ejemplo, una máquina de afeitar para hombres sale $71, mientras que el mismo producto, pero etiquetado para mujeres sale $79, es decir un 11% más. Otra diferencia se encuentra en las colonias infantiles, en las cuales la de chicas sale en promedio $522, mientras que el de chicos se encuentra en $485. Ahí se denota un 8% más entre uno y otro.
“En los últimos años las diferencias de precios que pagan hombres y mujeres por las mismas categorías y tipología de productos se mantuvieron estables”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora.
También lo que está sucediendo hace algunos años es que las mujeres ya no se manifiestan a favor o buscan una preferencia por los productos femeninos ya que no existe diferencia alguna entre uno que sea para hombres: “Disminuyó el impacto de sesgo diferencial del color rosa tanto en la decisión de compra en la demanda femenina”, señaló Di Pace.
“Hemos visto mejoras en algunos segmentos, como los desodorantes, o en empresas de cosmética. En estas últimas, hubo una igualdad con campañas promoviéndolo. De hecho, el propio mercado castiga a las que no lo hacen”, manifestó en relación con las preferencias.
*NA