Dos nuevos lagos enterrados en las profundidades de la capa de hielo de la Antártida acaban de ser descubiertos por un grupo de científicos de la NASA. Según explicaron los especialistas en una nota concedida a la revista Geophysical Research Letters, estas gemas ocultas de agua helada son parte de una vasta red de lagos en constante cambio que están escondidos entre unos 2 a 4 kilómetros debajo del hielo del continente más austral del mundo.
«No es sólo la capa de hielo de lo que estamos hablando sino de un sistema de agua que está conectado a todo el sistema de la Tierra«, afirmó, a través de un comunicado de prensa, el geofísico de la Escuela de Minas de Colorado Matthew Siegfried, quien estuvo a cargo del estudio.
«ICESat-2 es como ponerse las gafas después de usar ICESat: los datos son de tan alta precisión que realmente podemos comenzar a trazar los límites del lago en la superficie», comentó Siegfried.
Para llevar a cabo este estudio, Siegfried y Fricker combinaron los datos de ICESat, CryoSat-2 e ICESat-2 para rastrear los cambios producidos en el sistema de lagos subglaciales entre octubre de 2003 y julio de 2020, centrándose en tres áreas con muy buena cobertura satelital y en lagos activos conocidos: límite entre las corrientes de hielo Mercer y Whillans en la Antártida occidental; la corriente de hielo inferior de MacAyeal, también en la Antártida occidental; y el glaciar Academy superior en la Antártida oriental.
Precisamente, en el límite entre Mercer y Whillans, los investigadores hallaron estos dos nuevos lagos, a los que denominaron lago subglacial inferior de Conway y lago subglacial inferior de Mercer. Además, se dieron cuenta de que lo que hasta el presente se creía que era un lago debajo de la corriente de hielo MacAyeal, en realidad eran dos.
“Con el tiempo, estos lagos experimentaron cambios importantes. Los lagos debajo del límite de las corrientes de hielo de Mercer y Whillans se encuentran actualmente en su tercer período de drenaje en 17 años”, explicó Mercer.
Mientras el lago más bajo pasó por cuatro eventos de llenado y drenaje durante el período de estudio, cada uno de los cuales tardó solo alrededor de un año en completarse, el segundo lago se drenó entre 2014 y 2015 y actualmente se está llenando nuevamente, y el tercero se drenó ligeramente entre los años 2016 y 2017. En tanto que, los lagos ubicados en las profundidades del glaciar Academy se drenaron entre 2009 y 2018.
A partir de este nuevo hallazgo, los investigadores intentarán descifrar cuáles son los vínculos que existen entre los lagos bajo el hielo y el océano.