Parte de la coartada del capitán retirado Carlos Pérez, y su esposa fue desmentida: hasta el momento no hay testigos ni registros que avalen lo que hicieron tras la desaparición del niño. Hoy se cumplen 12 días del hecho, con una investigación en manos del fuero federal
Carlos Pérez y María Victoria Caillava, son el matrimonio más complicado por la desaparición de Loan
La investigación por la desaparición de Loan Danilo Peña, el chico de 5 años que fue visto con vida por última vez el pasado 13 de junio durante un almuerzo en la casa de su abuela junto a su padre y cinco de los imputados por su desaparición, tuvo un giro al pasar al fuero federal ayer. para ser investigada como un caso de trata de personas.
Mientras se intenta descifrar quiénes son los involucrados en la desaparición del menor, y el rol que cumplieron, apareció un nuevo indicio contra uno de los matrimonios que estuvieron en el almuerzo en la localidad de 9 de Julio, los principales acusados en la causa, el capitán de navío de la Armada retirado, Carlos Pérez, y la ex funcionaria municipal, María Victoria Caillava, ambos imputados como coautores de la captación de Loan con el fin de explotarlo.
La nueva prueba aquí, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, son los testimonios de testigos directos que contradicen la coartada de la pareja cuando detalló su paso por la provincia de Chaco, una serie de movimientos que motivó dos redadas realizadas el fin de semana por la fuerza provincial y la PFA.
En sus vehículos -una camioneta y un auto-,un grupo de canes detectó rastros del niño que desapareció en la localidad de 9 de Julio, Corrientes. En un Ford Ka, la pareja habría trasladado al menor a la provincia de Chaco con la intención de cometer el delito de trata de personas, según apuntan los investigadores.
Por lo pronto, se desconoce si el caso se trata de una adopción ilegal, trata sexual o laboral.
Pérez y Caillava, hoy bajo prisión preventiva, declararon este lunes ante la Justicia 48 horas después de haber sido detenidos. La coartada que ensayaron intentó justificar su presencia en el municipio chaqueño de La Tigra el pasado 14 de junio, al día siguiente de la desaparición de Loan. La pista indicaba que ambos habían almorzado esa tarde en la mencionada localidad, sin embargo, esto fue descartado por la Policía del Chaco.
Personal de la fuerza de seguridad provincial se acercó hasta dos locales de comidas de La Tigra para corroborar el dato. Primero se dirigieron hacia el Comedor “Urbano Drugstore”, ubicado en calle San Martín N° 875. El lugar es una rotisería donde su propietario negó haber visto a la pareja investigada. Pérez y Caillava habían informado que pararon a comer a las 16.50 horas, y el dueño del local dijo que su comercio solo vende comida para llevar y que su cocinero termina su jornada laboral a las 15 horas.
Luego, la policía fue hasta el Comedor “Terminal Don Pablo”, ubicado en la Terminal de Ómnibus de La Tigra, donde la propietaria aseguró que el matrimonio tampoco estuvo allí. Más allá de las declaraciones de sus dueños, ninguno de los locales cuenta con cámaras de seguridad. Sin testigos ni registros de su presencia, se complica la coartada de la pareja.
Peréz y Caillava son dos de los imputados por el delito de captación de personas con fines de explotación: trata. Ellos como coautores de la captación del menor. Mientras que Antonio Benítez y Mónica del Carmen Millapi, están imputados como partícipes primarios del mencionado delito junto a Daniel “Fierrito” Ramírez. Estos tres “hicieron todo el mecanismo de distracción correspondiente para que se produzca la captación del niño”, consideraron los fiscales de Goya, Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo. El otro de los detenidos, el comisario Walter Maciel, está acusado de encubrimiento por favorecimiento real, calificado por la gravedad del delito precedente y la calidad de funcionario público del autor.
Este lunes por la tarde, Barry y Castillo informaron en conferencia de prensa que el expediente pasó a la Justicia Federal, tras haber imputado a cinco de los seis detenidos.
Los fiscales marcaron como punto de inflexión en el caso el momento en los testimonios y lo registrado por los perros rastreadores. Fue cuando confirmaron que Loan no había salido del terreno de la casa de su abuela, que un policía les pasaba información trucha y que había rastros del niño en los dos vehículos de la pareja presa.
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