17 marzo, 2024
Un nuevo estudio encontró siete factores clave de estilo de vida saludable que se asociaron inversamente con el riesgo de depresión. Esta es una evidencia convincente de que un estilo de vida más saludable mejorará su calidad de vida.
En un momento en que la salud mental se ha convertido en un tema apremiante, investigaciones innovadoras están arrojando luz sobre el importante papel que desempeña un estilo de vida saludable en la prevención de la depresión.
El estudio, publicado en la revista Nature Mental Health el 11 de septiembre de 2023 y dirigido por un equipo internacional de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Fudan, analizó las complejas interacciones entre los factores del estilo de vida, la transmisión, la estructura del cerebro y el sistema inmunológico.
Su investigación ha revelado información fascinante sobre cómo los hábitos diarios pueden protegernos de las garras de la depresión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la depresión es un problema global
Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 280 millones de personas en todo el mundo padecen depresión.
También advierten que este problema de salud mental se ha convertido en un grave problema de salud pública mundial.
Además, la OMS señala que la depresión no discrimina. De hecho, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo o nivel socioeconómico.
Sin embargo, las personas que han experimentado violencia, pérdidas significativas u otros eventos traumáticos tienen un mayor riesgo de sufrir depresión.
Vale la pena señalar que las mujeres son más susceptibles a la depresión que los hombres.
A continuación se muestran algunas otras estadísticas proporcionadas por la OMS (basadas en la actualización de 2023):
-. Se estima que el 3,8% de la población mundial sufre depresión.
. Esto incluye el 5% de los adultos, con un desglose por género del 4% para los hombres y el 6% para las mujeres.
. En adultos mayores de 60 años, la incidencia aumentó al 5,7%.
. La depresión es aproximadamente un 50% más común en mujeres que en hombres.
. Más del 10% de las mujeres embarazadas y en posparto en todo el mundo padecen depresión.
. Lamentablemente, más de 700.000 personas se suicidan cada año. Esto la convierte en la cuarta causa de muerte entre personas de 15 a 29 años.
La aparición de la depresión suele ser el resultado de una combinación compleja de factores biológicos y de estilo de vida, por lo que es necesario comprender estas cuestiones complejas y desarrollar estrategias de prevención eficaces.
Un estudio británico revela siete pilares de un estilo de vida saludable
Los investigadores utilizaron la enorme base de datos biomédica Biobank del Reino Unido para analizar datos de casi 290.000 personas, incluidas 13.000 que sufrieron depresión durante nueve años.
El estudio encontró siete factores clave de estilo de vida saludable que se asociaron inversamente con el riesgo de depresión:
1.Consumir alcohol con moderación.
Aunque el estudio no lo definió, los NIH señalan que moderación significa una bebida por día para las mujeres y dos bebidas por día para los hombres.
2. Mantener una dieta saludable.
Los CDC sugieren una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales y un consumo limitado de leche, productos lácteos y carne.
3. Hacer actividad física regular.
Muchos estudios confirman que todo el mundo necesita ejercicio diario para llevar un estilo de vida saludable.
4. Garantizar un patrón de sueño saludable.
5. Abstenerse de fumar.
Todos los médicos coinciden en que dejar de fumar productos de tabaco es importante para vivir una vida más larga y feliz.
6. Mantener un estilo de vida sedentario bajo a moderado.
7. Fomentar la interacción social regular.
De estos, el factor más importante es dormir de 7 a 9 horas cada noche. Los factores del sueño reducen el riesgo de depresión, incluidos los episodios depresivos únicos y la depresión resistente al tratamiento, en un 22%.
La interacción social regular ayuda a reducir el riesgo de depresión en un 18% y es especialmente eficaz en el tratamiento del trastorno depresivo mayor recurrente.
Impacto cuantitativo: estilo de vida saludable y la genética de la depresión
Los investigadores dividieron a las personas en tres grupos según su adherencia a factores de estilo de vida saludable: estilos de vida desfavorables, moderados y beneficiosos.
Vale la pena señalar que las personas con un estilo de vida activo tienen un 57% menos de riesgo de sufrir depresión que aquellas con un estilo de vida desfavorable.
Combinado con factores genéticos, el estilo de vida tiene un mayor impacto.
Incluso entre personas con distintos riesgos genéticos de depresión, un estilo de vida saludable reduce significativamente este riesgo, destacando el vínculo entre un estilo de vida saludable y la prevención de la depresión.
Para comprender por qué un estilo de vida saludable reduce el riesgo de depresión, los científicos examinaron muchos factores diferentes, incluida la estructura del cerebro y los signos que sugieren problemas con el sistema inmunológico o metabólico.
Las resonancias magnéticas cerebrales de casi 33.000 participantes mostraron grandes volúmenes en ciertas regiones del cerebro, como el pálido, el tálamo, la amígdala y el hipocampo, que están asociados con un estilo de vida saludable.
Además, el estilo de vida afecta a ciertos marcadores sanguíneos como la proteína C reactiva y los triglicéridos.
Investigaciones anteriores han demostrado que estos factores influyen en la respuesta al estrés, la función inmune y la salud metabólica.
El pálido, el tálamo, la amígdala y el hipocampo (mencionados anteriormente) son componentes integrales del cerebro.
De hecho, cada uno de ellos juega un papel importante en diferentes aspectos de la salud mental y la salud general.
La conexión entre estas regiones del cerebro y un estilo de vida saludable y una reducción de la depresión es multifacética.
Pálido
Rol: Participar en la regulación de las actividades voluntarias y funciones cognitivas.
Conexión: Un estilo de vida saludable, especialmente la actividad física regular, puede mejorar la función de la lámina pálida.
Por lo que puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión.
Tálamo
Función: Actúa como una estación de retransmisión para el cerebro, transmitiendo señales sensoriales y motoras a la corteza cerebral.
También regula la conciencia, el sueño y el estado de alerta.
Conexión: Un sueño saludable, parte de un estilo de vida saludable, es importante para lograr una función talámica óptima.
Dormir lo suficiente puede mejorar la capacidad del tálamo para regular la conciencia y el estado de alerta.
Como resultado, puede aliviar los factores que contribuyen a la depresión.
Amígdala
Rol: Centro de procesamiento de emociones, respuestas de miedo y placer.
Conexión: Participar en actividades que promuevan la conexión social y el disfrute, que son aspectos de un estilo de vida saludable, puede tener un impacto positivo en la función de la amígdala.
Por tanto, tiene la capacidad de proteger contra el estrés y los síntomas depresivos.
Hipocampo
Rol: Clave para la formación de la memoria y el manejo de la respuesta al estrés.
Conexión: Un estilo de vida saludable, incluidas técnicas de manejo del estrés, puede respaldar la función del hipocampo, reduciendo potencialmente la susceptibilidad a episodios depresivos inducidos por el estrés.
Neuroplasticidad
Un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular, sueño adecuado e interacción social puede aumentar la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales) en estas áreas, tiene la capacidad de aumentar la capacidad de combatir la depresión.
Manejo del estrés: estas regiones del cerebro son responsables de regular la respuesta al estrés.
Un estilo de vida saludable puede regular la respuesta al estrés.
Por tanto, pueden reducir la carga en estas áreas del cerebro y reducir el riesgo de depresión.
Regular las emociones
La regulación de las emociones, influenciada por la amígdala y el hipocampo, puede apoyarse mediante un estilo de vida saludable, principalmente mediante actividades que promuevan el bienestar emocional y la conexión social.
Un estilo de vida saludable debe ser integral para garantizar una mejor función cerebral y reducir la depresión
Estas regiones del cerebro no funcionan de forma aislada. Más bien, son parte de una red interconectada que colectivamente influye en la salud mental.
Un estilo de vida saludable puede favorecer plenamente el funcionamiento óptimo de estas áreas del cerebro.
Por lo tanto, elegir hábitos más saludables puede reducir el riesgo de depresión y mejorar su salud mental en general.
La relación entre estas regiones del cerebro, un estilo de vida saludable y la depresión es simbiótica. Esto se debe a que cada aspecto afecta a los demás, creando un cuadro complejo que enfatiza la naturaleza holística de la salud mental.
La Dra. Christelle Langley del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge destaca: «Tendemos a pensar que un estilo de vida saludable es importante para nuestra salud física, pero es igualmente importante para nuestra salud mental».
El estudio propone un enfoque holístico de la salud mental, en el que la salud física y mental no están separadas sino que se consideran aspectos interconectados de la salud general.
El profesor Jianfeng Feng de las universidades de Fudan y Warwick enfatizó la importancia de la educación temprana sobre el impacto de un estilo de vida saludable en la salud mental. El profesor sugirió que este tipo de educación debería iniciarse para los niños en las escuelas.
Los resultados de este estudio muestran el enorme impacto del estilo de vida en la salud mental.
También allanan el camino para implementar estrategias confiables de prevención de la depresión al integrar la salud física y mental en un enfoque integral para lograr el bienestar.
Reflexiones finales sobre el vínculo entre un estilo de vida saludable y la reducción de la depresión
Esta investigación sobre la depresión y sus consecuencias sirve como guía para futuras investigaciones y políticas de salud pública hacia un enfoque más integral de estilos de vida saludables en la lucha contra la epidemia mundial de depresión.
Los resultados resaltan la necesidad de integrar la educación y las prácticas sanitarias en el tejido de nuestra sociedad.
De esta manera, podemos brindar a las personas el conocimiento y las herramientas para proteger su salud mental a través de hábitos y elecciones diarios.