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9 julio, 2023

Gasoducto NK: inauguración con foto de unidad y declaración de la ‘independencia energética’ argentina

El presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, participaron juntos de la apertura de la primera válvula del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, en el marco de la inauguración del primer tramo de la obra, en coincidencia con el Día de la Independencia.

En la localidad bonaerense de Salliqueló, el jefe de Estado y la titular del Senado giraron juntos la válvula para abrir oficialmente el paso de gas, lo que fue un reencuentro tras más de un año sin verse cara a cara.

Fue la primera fotografía de unidad que protagonizan los integrantes del Poder Ejecutivo junto al precandidato presidencial de Unión por la Patria tras la oficialización de su postulación.

Del evento también participaron el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete y precandidato a vicepresidente, Agustín Rossi, en el escenario.

En las primeras filas también se ubicaron referentes de todos los sectores del oficialismo, como los albertistas Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz, y los kirchneristas Máximo Kirchner, Eduardo «Wado» De Pedro, junto al otro precandidato presidencial de Unión por la Patria Juan Grabois.

Massa fue el primero en hablar y en su discurso agradeció al Presidente y a la vice, además de a los trabajadores y empresas argentinas que participaron en la construcción.

«Gracias al Presidente (Fernández) por seguir con este proyecto cuando el FMI nos pedía que lo frenáramos», resaltó el titular del Palacio de Hacienda, que anunció: «Cuando hablamos de ahorro ya no vamos a importar gas en barco, sino que vamos a usar el de nuestro subsuelo. En 15 días licitamos el gasoducto reversal del norte».

Según destacó, «Argentina va a pasar a ser un país de déficit de dólares a uno con superávit, porque estamos haciendo las obras que cambian esa ecuación».

Luego tomó la palabra la vicepresidenta, que primero apuntó a los empresarios, al hacer referencia a una frase contra la política que lanzó días atrás Eduardo Eurnekian.

«No se qué les pasa a los empresarios que en esos seminarios cuando se juntan entre ellos hacen concurso para ver quién dice la boludez más grande. Y es un gran empresario, tiene fuerte inversión en Santa Cruz», señaló Cristina Kirchner.

La ex presidenta recalcó que «está mal generalizar y decir pavadas», y subrayó: «Al FMI no lo trajo un político, era uno de ustedes lo trajo uno que es del bando de los empresarios», al referirse al ex presidente Mauricio Macri.

En tanto, Cristina Kirchner dio una nueva muestra de respaldo a Massa y expresó: «Te hiciste cargo en un momento muy complejo, no arrugaste y eso siempre es bueno».

«Hay que entender la función pública es 24 por 24, toda la libido debe estar concentrada en eso, no quiere decir que te salgan bien las cosas, pero si no le ponés empeño, seguro no te salen», destacó.

El cierre estuvo a cargo de Fernández, que afirmó que es su último 9 de Julio como Presidente y, tras hacer un repaso de su gestión, evaluó que «cumplió» con el general Juan Domingo Perón.

Al hablar de las elecciones, sostuvo que “no todas las opciones son lo mismo” y subrayó: “Si gobernar es generar trabajo”, como decía Juan Domingo Perón, entonces ha “cumplido”.

“La decisión de hacer ese gasoducto fue una decisión tomada por nuestro Gobierno, por todos en nuestro Gobierno. Gracias a Dios que pudimos hacer este gasoducto con recursos argentinos, con empresas y trabajadores argentinos”, destacó.

“No me quejo, porque a cada problema que me encontré, como soy peronista, le puse el pecho y cada problema que tuvimos lo enfrentamos y lo solucionamos. Y así también digo con orgullo que llevamos 32 meses ininterrumpidos creando trabajo registrado y que se crearon en nuestra gestión más de un millón 100 mil puestos de trabajo. Si gobernar es generar trabajo, como decía el general, entonces, general, he cumplido”, finalizó Alberto Fernández.

Relato y realidad

Para algunos se trató de lo que los politólogos denominan «transformar la debilidad en fortaleza»: la crisis energética, sobre todo por la falta de oferta de gas, que se agudizó con el retraso tarifario, se transformará en una nueva causa épica oficial.

Una situación análoga a las que se vivieron en varios momentos de la gestión de Cristina Kirchner, como la re-estatización de YPF en 2012, decidida por el diseño de una política petrolera que tornó al país en dependiente de importaciones y, por lo tanto, en un rubro de salida de divisas.

Con el gasoducto Kirchner, que en este tramo de 573 kilómetros unirá el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, con la localidad bonaerense de Salliqueló -donde se hace el acto de inauguración-, la crisis de la energía se transformará en una nueva causa con la cual la alicaída militancia pueda embanderarse.

Según planteó el propio Massa, la importación de gas fue la responsable de que, en 2022, se hayan «fugado» u$s4.470 millones, justo en un momento en el que el país vivía una escasez aguda de reservas, que obligó a restringir las importaciones para el resto de los sectores de la economía.

En la versión oficial, la crisis estuvo causada por la abrupta suba de precios -consecuencia de la guerra en Ucrania- y por la suba de la demanda interna ante la recuperación económica. La realidad muestra otros matices: por ejemplo, que ya en 2021, todavía con precios «normales» en el mercado internacional, se habían producido momentos de estrés, que llegaron al punto de que varias industrias tuvieran cortes en el suministro y debieran usar fuel oil para seguir funcionando, de manera de no tener que afectar la provisión a la red domiciliaria.

Pero Massa apuesta a que la sociedad vea «el vaso medio lleno»: el foco de su anuncio es el beneficio que vendrá como consecuencia del gasoducto: para este año, un ahorro de u$s1.700 millones por importación de gas, y en 2024, cuando ya la operatoria esté «a full», un ahorro de u$s4.000 millones.

Lo cierto es que la concreción de la obra no estuvo exenta de polémica: la demora en el proceso de licitación, proyección y obras estuvo plagada de acusaciones cruzadas, tanto con los funcionarios de la gestión macrista como en la propia interna del Frente de Todos, donde no faltaron las insinuaciones de corrupción.

‘Toda independencia tiene su historia’

El origen del gasoducto se remonta a la gestión de Mauricio Macri, que convocó a la primera licitación para el diseño de la obra, bajo la filosofía de una concesión a explotación privada. El kirchnerismo lo acusa de haber demorado el inicio por un mix de motivos, que van desde las prioridades de la política energética de ese gobierno hasta los condicionamientos financieros del Fondo Monetario Internacional.

Lo cierto es que, después de tres prórrogas, a fines de 2020, ya durante la gestión Fernández ,la secretaría de Energía derogó el llamado a licitación. Por ese entonces, el país atravesaba la pandemia de Covid, que el Gobierno expuso como justificación para el impuesto extraordinario a las grandes fortunas. Se estableció que un 25% de la recaudación -que globalmente fue de unos u$s2.500 millones- fuera destinado a un fondo para financiar el gasoducto.

La obra finalmente se volvió a licitar a inicios de 2022, y todo ese proceso estuvo signado por peleas internas entre el ministro de economía, Martín Guzmán, y la secretaría de Energía, que respondía a Cristina Kirchner. Se acusaba al ministro de «cajonear» la obra, que recién tendría firmado su contrato con los operadores privados en agosto, cuando ya el ministerio estaba a cargo de Massa.

En el medio, estuvo la polémica que llevó a la renuncia del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En un acto por el centenario de YPF, Cristina se había quejado de que Techint, uno de los operadores privados, importara la chapa desde Brasil en vez de producirla en el país. Fue el recordado acto en el que Cristina le pidió a Alberto Fernández «que use la lapicera» y lo acusó de ser blando ante los intereses corporativos.

El mismo día, Kulfas le contestó que no había capacidad técnica para hacer en el país el tipo de chapa que se requería para el gasoducto y, además, insinuó que eran los funcionarios kirchneristas de la Secretaría de Energía quienes habían hecho un pliego de condiciones a la medida de Techint.

 

Arcioni destacó el proyecto de Massa

Desde Chubut, el gobernador y candidato al Parlasur Mariano Arcioni afirmó que “El doctor Sergio Massa tomó una clara decisión política de federalismo y de lo que queremos para el futuro del país”, destacó Arcioni y repasó: “es otra de las obras que para la gestión anterior el gobierno de Macri no fueron las importantes, y las dejaron relegadas. Entonces para que entendamos lo que es federalismo y hablemos con las cosas claras, porque nosotros, como en otros lugares del país, tuvimos obras detenidas y paradas en la provincia, que nos encargamos nosotros mismos de terminarlas”.

“La obra del Gasoducto es de suma importancia para toda la Argentina, no para una provincia o un sector, es para toda la Argentina”, realzó Arcioni y repitió “se tomó la decisión política y en menos de ocho meses que culminó”.

Luego, el mandatario explicó que “es una obra que va a significar ahora por lo menos dos mil millones de dólares de ahorro de compra de energía”, y puntualizó que “para el señor Macri y para su equipo de gobierno no fue una prioridad. Ellos gobiernan para el centro, entonces tenemos que ver todas estas cosas. Este Gasoducto a parte del ahorro de la importación de gas lo que va a permitir ahora comenzar y culminar la segunda etapa, porque bueno va a permitir exportar por quince mil o veinte mil millones de dólares”.

“Es una obra importantísima y es un claro ejemplo de la decisión política que tomó el doctor Sergio Massa con el Ministerio de Economía, y es lo que queremos para el futuro del país”, finalizó Arcioni.

 

Ahora, se abre el debate del «para qué»

El riesgo de fisura en el discurso peronista no se limita a la interpretación sobre quién tuvo el mérito de la obra, sino que también atañe al futuro, lo que en la interna denominan el «para qué» del gasoducto. Sobre ese punto se expresó Amado Boudou, el ex vicepresidente de Cristina, que acaba de incorporarse al equipo de asesores de Massa.

Boudou planteó que, dependiendo de cuál sea la visión política, se dará un uso diferente a los recursos que deje el gasoducto. Así, plantea que una posible decisión sería el abaratamiento de las tarifas de gas, para mejorar indirectamente el poder adquisitivo de la población. Esa es, precisamente, la visión kirchnerista del tema.

Pero también hay otras lecturas posibles, y que parecen más cercanas al sentir de Massa. Por ejemplo, que prosiga el aumento gradual de las tarifas y que los recursos del gasoducto se usen para equilibrar la balanza de pagos, no solamente por el ahorro importador, sino por el ingreso de dólares que deje una futura exportación de gas.

Como dato político, todos los elogios fueron para Pablo Gonzpalez de YPF y para Sergio Massa, por  ‘sumarse en el momento más difícil’, según Cristina. Para Alberto, este Día de la Independencia por lo menos le dió un escenario un poco más contenedor cuando enfila a la recta final hacia el final de su mandato. El año pasado en esta misma fecha, tras dos meses de turbulencia cambiaria y el breve interinato de Silvina Batakis, acababa de asumir Massa, en un acto que el ámbito político interpretó como ‘la entrega’ del poder a un «súper ministro» que en los hechos se comportaría como presidente de facto. Ahora el kirchnerismo puro le agradece..tiempos de revoluciones en puerta y difícil paso en las urnas que atemperan hasta los personalismos mas extremos.

 

*Con datos de NA/iP/DRN, MEN/propias