11 septiembre, 2021
Las Fuerzas Armadas asumen una nueva función en la jornada electoral, para contribuir al cumplimiento de las medidas de prevención por la emergencia del Covid-19
Por Mariano De Vedia
Lo que habitualmente se prepara tres o cuatro meses antes, esta vez llevó un año de planificación. Desde octubre de 2020 vienen trabajando las Fuerzas Armadas en la organización de las medidas para el traslado y custodia de las urnas y la seguridad del acto electoral de las PASO en todo el país, que este año tienen el plus de la pandemia.
Como resultado de ese trabajo previo surgió la figura del “facilitador sanitario”, una función que asumirán los militares para ayudar al cumplimiento de las medidas de prevención frente al Covid-19, como garantizar el correcto uso del barbijo, el distanciamiento social y el uso de alcohol en gel, además de evitar la aglomeración de gente en los lugares de votación.
Más de 90.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad forman parte del operativo que lleva adelante el Comando General Electoral, cuya jefatura ejerce el general de división Martín Deimundo Escobal, comandante operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
“Empezamos a planificar todo en octubre, desde lo operativo hasta lo presupuestario, con un escenario probable de un 35% más de locales de votación por cubrir, a raíz de la pandemia”, explicó el general Deimundo Escobal a LA NACION. No estuvieron tan errados. En estas PASO habrá, finalmente 17.092 locales destinados a la elección, un 22% más que hace dos años.
“El presupuesto no está cerrado, porque estamos en pleno movimiento. Cuando terminen las PASO lo sabremos con precisión y será la base para noviembre”, explicó el jefe militar.
Los 90.340 efectivos militares y de seguridad llegan a esta instancia tras la experiencia de la Operación Belgrano, que se sigue llevando adelante con tareas de protección civil y de apoyo a la comunidad. “Llevamos 46.000 tareas desde marzo de 2020, desde la provisión de alimentos al armado de un puesto comando o el traslado de materiales y recursos humanos, entre otras medidas cuya finalidad es ayudar a gestionar una crisis”, dijo el militar.
En ese sentido, lo que hagan este domingo será en preparación del despliegue que requerirán las elecciones generales del 14 de noviembre.
El problema epidemiológico
Deimundo Escobal reveló que “la Cámara Nacional Electoral vio la necesidad de colocar en los sitios de votación alguien que se advirtiera el problema epidemiológico. Así se llegó a la figura del facilitador social y nosotros nos ofrecimos a ejecutarla, en virtud de lo que venimos realizando en la emergencia del Covid-19”.
A la participación de los efectivos militares y de seguridad se suma la disposición de 5225 vehículos terrestres, un avión Hércules C-130, doce helicópteros, diez embarcaciones y ganado mular para transportar las urnas en las regiones montañosas del país.
Con mulas propias y baqueanos de la zona, los militares llevan las urnas y los materiales para la votación a los rincones más complicados del país, como Molulo, a 4800 metros de altura, en Jujuy, donde hay una escuela que fue construida hace unos años con la ayuda del Ejército.
“Hay varios lugares como Molulo en sitios fronterizos de la Cordillera, en Neuquén, Mendoza y otras provincias. Pero también hay otras zonas de gran complejidad, como escuelas ubicadas en áreas anegadas por lluvias e inundaciones, de muy difícil acceso, en la provincia de Buenos Aires. Hasta el mismo día de la elección se pueden cambiar lugares de votación porque no es posible llegar”, explicó el jefe militar.
El Comando General Electoral tiene a su cargo la coordinación y ejecución de las medidas de seguridad durante la votación, la vigilancia de los locales, la custodia de las urnas y la documentación hasta la finalización del escrutinio definitivo en cada distrito.