17 marzo, 2021
Un equipo del Conicet pudo describir en detalle cuáles son los factores moleculares que regulan el crecimiento de las especies vegetales que crecen en estos ambientes. Tras el avance, los investigadores trabajan para hacer frente al cambio climático.
Un grupo de investigadores del Conicet podrán desarrollar cultivos “inteligentes” que permiten a las especies vegetales adaptarse al cambio climático. El equipo pudo describir en detalle cuáles son los factores moleculares que regulan el crecimiento de las plantas que crecen en situaciones de bajas temperaturas.
“Nos abocamos a comprender mejor la relación entre las plantas y el ambiente para poder diseñar estrategias de agricultura sustentable y desarrollar plantas climáticamente inteligentes que sean capaces de adaptarse y crecer en ambientes hostiles”, afirmaron Federico Ariel, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) de Santa Fe, y José Manuel Estévez, de la Fundación Instituto Leloir (FIL) de la Ciudad de Buenos Aires, ambos investigadores del Conicet que dirigen el estudio.
El proyecto fue realizado por investigadoras del CONICET, donde buscan pasar de la experiencia del laboratorio a una escala piloto en campo.
Al inicio de la investigación, colocaron plantas de Arabidopsis thaliana a 10 grados bajo cero en lugar de a 22 grados, como se procede normalmente. Una vez obtenidos los resultados, los científicos publicaron el estudio en la revista “Molecular Plant”.
“Estas condiciones de frío le son desfavorables, el crecimiento se hace mucho más lento. Lo sorprendente fue descubrir que en el caso de los pelos radicales (estructuras de las raíces encargadas de absorber agua y nutrientes del suelo) pasaba lo opuesto: crecían más del doble de su tamaño habitual. Esto contradecía a lo que esperábamos que pasara”, destacó Ariel, según comunicó la agencia Cyta.
En este marco, utilizaron técnicas de microscopía avanzada, biología molecular y celular, al mismo tiempo que se valieron de herramientas genéticas y bioquímicas, y terminaron por llegar a los mecanismos moleculares que regulan el crecimiento de los pelos radicales de las plantas a bajas temperaturas.
En particular, detallaron que una molécula llamada APOLO (un ARN largo no codificante) es el que controla el crecimiento de esas estructuras de las raíces. Este ARN largo, interactúa con proteínas reguladoras llamadas “factores de transcripción”, puntualmente con el factor “WRKY42”, que a su vez promueve la expresión del gen llamado “RHD6″ que regula la expresión de otros genes que disparan el crecimiento de los pelos radicales.
“Se espera que el cambio climático global traiga recurrentes picos de temperatura, precipitaciones y aumento de aridez en los suelos. Es clave que los biólogos moleculares vegetales y los agrónomos tengamos un rol fundamental para generar a futuro, nuevos cultivos que se ajusten a esa crisis, en especial cuando existe una demanda creciente de alimentos“, concluyó Estévez.
*IC