5 enero, 2024
El ministro del Interior tuvo que habilitar un encuentro clave este jueves, debido a las reformas que se quieren llevar a cabo en la Ley de Pesca y que encendió las alarmas en Gobernadores e Intendentes de la costa argentina y la Patagonia.
Hubo planteos de «fuego amigo», porque fue una de las reuniones que tuvo el ministro del Interior con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y también con el actual intendente de General Pueyrredón, cuyo epicentro es Mar del Plata, Guillermo Montenegro, informó Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1)*.
Dos figuras del PRO que se encontraron con Francos para llevarle su preocupación y la desazón que tienen a partir del capítulo dedicado en el megaproyecto que tratará, a partir de la semana que viene en comisiones, la Cámara de Diputados, que incluye reformas de la Ley de Pesca y una serie de cuestiones vinculadas a la actividad pesquera que cayeron como una piedra, especialmente en todos los gobernadores patagónicos.
Y que en este caso específico, tuvo como vocero a Torres y, además, a Montenegro, que está al frente de la ciudad balnearia más importante de Buenos Aires, la histórica obsesión de los gobernadores y presidentes por los niveles de su tasa de desempleo, el añejo dolor de María Eugenia Vidal de que Mar del Plata registrara tasas que le quitaban las expectativas y eso tiene que ver con la pesca.
Lo mismo ocurre con el resto de la Patagonia. En ese planteo, lo que se supo es que fueron a decirle que esto era un disparo en el pie, siendo inaceptable que se abriera el mar argentino a buques extranjeros, que no se puedan hacer más la descarga y el trasbordo de la pesca en puertos argentinos, que además se elimine la obligatoriedad de contratar personal y también una competencia desleal con los competidores extranjeros especialmente respecto a los cupos de captura.
Expectativas muy grandes y que caen muy mal en Argentina para Montevideo como puerto alternativo ,que es uno de los lugares en donde el tráfico de pesca puede amarrar por fuera de la legislación argentina, que ahora, si prospera, entraría en crisis. Lo mismo pasa con otro elemento patagónico que pasa inadvertido, salvo cuando se filtra algún vuelo aéreo sobre el mar argentino y se ve la cantidad de barcos y buques pesqueros que sin permiso están por fuera de las 200 millas de mar argentino, precisamente otros de los puntos que cae muy mal porque el megaproyecto vulnera ese límite.
Y la referencia es sobre Malvinas, el puerto pesquero que es aprovechado allí con el mismo fin que en Montevideo. Todos esos temas estuvieron sobre la mesa.
Francos no estuvo solo, también estuvo el ministro de Defensa, Luis Petri. La bronca fue grande, hubo diplomacia y donde más enojo hubo es con el resto de los gobernadores patagónicos. Ahí comienza la pregunta porque la respuesta la trató de aportar Francos diciendo: «trataremos de clarificar algunos puntos de la ley». Pero el interrogante que surge es qué significa clarificar y esto va de la mano de lo que pasa en el Congreso ,porque casi a la misma hora se estaban habilitando las comisiones y está la gran pregunta que cierra esta semana, que es tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, dónde está la línea de negociación y si hay alguna posibilidad de abrir una ventana para negociar en relación a lo que será el arranque del tratamiento la semana que viene en comisiones de este megaproyecto.
Hasta el momento, Javier Milei a 15 integrantes del bloque de La Libertad Avanza les dijo que no estaba dispuesto a negociar, que esto era a libro cerrado. En este contexto, empieza el rumor de nuevo que lo llevó a Manuel Adorni, vocero presidencial, a pisar el palito y desmentir un rumor.
En Casa Rosada consideran que también en algunos aspectos Manuel Adorni se sobregira y, en este caso, terminó dándole entidad a un rumor que los voceros de Francos vienen atajando desde la semana y que evidencia también cuáles son las diferencias de enfoque que hay dentro del Gobierno, entre la planta baja y el primer piso, acerca de cómo poder abordar esta negociación que se abre ahora en la Cámara de Diputados con respecto al proyecto que fue presentado, el Proyecto de Bases para la Reconstrucción de la Argentina.
Ahí es donde está la gran pregunta porque los gobernadores también quieren saber si hay un margen para negociar. Algunos consideran que Francos no tiene ni la lapicera ni el mandato suficiente para negociar. Allí es donde viene el gran interrogante y quién será el que finalmente definirá esto, y donde también retumba mucho las preguntas en Diputados, en el bloque del oficialismo, especialmente después de la reunión que tuvieron con el Presidente. Porque la sensación es que aparece un Francos devaluado, que tiene pocas chances de cumplir con las expectativas cuando van y llevan planteos que a veces implican negociaciones en el Congreso.
Hasta el momento se cumplió la parte de los planteos, no se sabe cuánto de eso se plasmará en Diputados. Entonces, si no es Franco, ¿quién?. Ahí empiezan las preguntas y algunas respuestas que susurran adentro de la Casa de Gobierno en cuanto al rol que tiene el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y a Milei para descartar cualquier posibilidad de negociación cuando incluso su propio bloque se lo está pidiendo. Y obviamente, también está la lapicera de oro de Karina Milei.
En ese armado, el rol de Francos estaría afrontando la fatiga o quizá la «lluvia ácida» de una negociación de enero, de los primeros días del año, de un proyecto que es muy ambicioso. A todos luces incluso los aliados manifiestan que habría que cambiar algunos temas porque de lo contrario no pasará y que habría que abrir una negociación.
¿Sin negociación se puede aprobar esta ley? Es la misma pregunta que se hicieron los diputados de La Libertad Avanza con Milei, en la reunión que tuvieron en el Salón Sur de la Casa Rosada.
Después de las reuniones todo quedó una moraleja que posiblemente se ubica como un dato a partir de esta incipiente negociación respecto al cambio del capítulo de pesca. La realidad es que el pescado es el único plato que cuando es grande no se puede comer entero, hay que cortarlo en partes. Es la misma enseñanza que le tratan de hacer llegar al Presidente para que acepte empezar a cambiar algunos capítulos del proyecto y acepte la negociación que hasta el momento dice que no aceptará.
