15 junio, 2021
ESTE FIN DE SEMANA YA HUBO CORTE DE GAS A INDUSTRIAS Y ESTACIONES DE SERVICIO
Crudo invierno: Se viene la Ronda 3 del Plan Gas para conseguir abastecimiento
La crisis generada por la menor producción de gas natural en el país ya pasó varias facturas al gobierno. No solo por las mayores importaciones a las que está haciendo frente la escuálida billetera del Estado, sino también a los cortes de suministros que en las últimas semanas afectaron a un centenar de industrias y estaciones de GNC.
Un dato claro es que el 33% del gas consumido la semana pasada fue importado, ya sea como GNL o desde Bolivia.
Atentos a estos problemas, la secretaría de Energía de la Nación que conduce Darío Martínez, afila el lápiz en estos días para definir lo que será la Ronda 3 del Plan Gas Ar, el caballito de batalla con el que el gobierno busca apuntalar la producción local para frenar el drenaje de divisas de las importaciones.
Esta definición va en línea con los últimos datos de producción disponibles, la de abril, que dieron cuenta de que pese al lanzamiento de las Rondas 1 y 2 del plan de estímulos a la producción de gas, el nivel de generación continuó bajando.
En detalle, durante abril la producción nacional de gas fue de 114,2 millones de metros cúbicos, de los cuales además unos 8 millones son consumidos por el mismo sector del oil&gas para la extracción.
Este nivel representó una caída del 2,14% en comparación con el nivel ya pobre que el país había tenido en abril del año pasado, cuando la estricta cuarentena permitió que los cortes de suministro de gas fueran reducidos ya que cientos de industrias permanecieron cerradas.
La producción nacional de gas natural en abril cayó 2,14% a pesar de la puesta en marcha del Plan Gas Ar.
Si bien en abril se reflejó el impacto de los bloqueos de caminos en Vaca Muerta que demoraron el cumplimiento de los volúmenes comprometidos dentro del Plan Gas Ar, desde el mismo gobierno reconocen que a la fecha la inyección sigue estando por debajo de lo esperado, al menos por 1 millón de metros cúbicos diarios.
Esta diferencia hace que el gas importado tenga un espacio nodal en el sistema nacional, ya que por ejemplo la semana pasada representó exactamente un tercio del consumo nacional. Sobre una demanda total de 141 millones de metros cúbicos por día, se importaron 47 millones de metros cúbicos de gas: 21 desde Escobar, 12 desde Bahía Blanca y casi 14 desde Bolivia.
Ese escenario de alta dependencia de las importaciones es lo que el equipo de Martínez busca cambiar para el invierno del año que viene y por eso apura el lanzamiento de la Ronda 3 del Plan Gas Ar.
Nación busca reemplazar más importaciones con nueva producción nacional.
Según supo Energía On, el plan del gobierno es avanzar en una licitación integral, que contemple una mayor inyección para los meses de invierno, pero también una mayor producción para los 365 días del año.
Con las dos rondas anteriores el gobierno sumó 67 millones de metros cúbicos para la demanda prioritaria más un 30% obligatorio por fuera del plan, que marcan una producción plana en el año de casi 100 millones de metros cúbicos. Con las rondas de invierno, sumó además casi 8 millones de metros cúbicos para este invierno y 7 ya comprometidos para el invierno que viene, muy por debajo de los volúmenes que esperaba asegurar.
Esta nueva ronda, la segunda que se lanzará este año, se abriría en no más de un mes, ya que el gobierno quiere evitar repetir la experiencia del año pasado, en la que la demora en la puesta en marcha del programa hizo no solo que las empresas trabajen a contrarreloj, sino que además ante imprevistos como el bloqueo de caminos en Neuquén, no se logró llegar con los volúmenes comprometidos.
En la ecuación de costos que se hacen desde el gobierno el ahorro y la seguridad de provisión son las claves. Por un lado se destaca que el Plan Gas Ar tiene un valor promedio de 3,60 dólares por millón de BTU, muy por debajo de los 6,50 a 10 dólares que hoy se están pagando por el gas importado.
La forma de pago es otra ventaja, ya que a diferencia de las importaciones que se abonan en dólares contantes y sonantes, el plan de subsidios se abona en pesos e incluso con la posibilidad de ser utilizada la orden de pago para desgravar impuestos.
Pero además, el gobierno saca cuentas del impacto que podrá tener la puesta en los campos gasíferos de los fondos provenientes del impuesto a las Grandes Fortunas, que ya representa 580 millones de dólares para el desarrollo de proyectos de gas entre YPF e Integración Energética Argentina, la ex Enarsa.
Pero a la par de las expectativas de producción, desde Energía se reconoce que hay dos puntos que aún deben equilibrarse de cara al lanzamiento de esta Ronda 3.
Uno es la capacidad de los grandes gasoductos del país, ya que de momento la producción de gas está sobrefocalizada en la Cuenca Neuquina y la Austral, en donde las líneas troncales representan el límite para la incorporación de más gas al programa.
Pero el segundo punto será sin dudas el que determine el éxito de la ronda, ya que se trata de qué destino tendrá el nuevo gas en los meses da bajo consumo del país.
Por una cuestión climática, durante cerca de 8 meses el consumo nacional baja considerablemente, y si bien de momento las empresas logran vender casi toda la producción, de aumentarla considerablemente volverían a enfrentar el problema de la falta de mercado en la temporada templada que años atrás forzó al cierre de pozos productores y perjudicó las ecuaciones económicas de las empresas.
Para esto el gobierno avanza en potenciar las exportaciones estivales, en especial hacia el mercado chileno. Pero también espera poder dar una vuelta de tuerca a la marcada estacionalidad argentina con la reglamentación de una nueva ley de almacenamiento de gas, para permitir finalmente el desarrollo de los proyectos de storage.
Aunque en este caso la iniciativa será tratada dentro de la ley de Fomento de las Inversiones que, pese a los anuncios, aún no llegó al Congreso.
Cuando desde el gobierno se creía que lo peor ya había pasado, con la reanudación de los trabajos de recepción de buques en los puertos, una situación imprevista derivó en que un centenar de industrias padecieran la semana pasada cortes en su suministro.
Desde el gobierno no se dudó el salir a señalar que la falla fue causada por una comercializadora de gas, en referencia a la firma Albanesi, que a pesar de tener más de trescientos contratos de aprovisionamiento no consiguió el gas para cubrirlos. La medida derivó en el pedido de la firma a sus clientes para cerrar las llaves, incluso a quienes tenían contratos en firme.
“La empresa pactó contratos a precios por debajo del Plan Gas Ar, es lógico que no iba a conseguir el gas para poder cumplirlos”, indicaron desde el gobierno y recordaron que “en Semana Santa esta misma empresa hizo un desbalance en el sistema nacional que estuvo cerca de derivar en cortes de servicio porque durante una semana entregó 18 millones de metros cúbicos de gas que no tenían”.
Desde el gobierno se advirtió que la comercializadora será sancionada, aunque la empresa tendría una deuda abultada de 27 millones de dólares y 500 millones de peso compras previas de energía. Mientras tanto desde Ieasa se tomó la posta en la provisión a parte de los clientes de la firma.
Así las cosas, está dicho que la producción y provisión de gas en Argentina es un tema delicadísimo, que tiene que ver no sólo con el funcionamiento y los costos del país, sino con las perspectivas de futuro, pero raramente ocupa las agendas de debate público ni legislativo.