17 junio, 2021
Crisis en Aerolíneas Argentinas: denuncia contra pilotos y conflicto en puerta
La línea de bandera acudió al Ministerio de Trabajo para forzar a los comandantes a retomar sus prácticas en simuladores, necesarias para prestar servicios.
El conflicto por los simuladores confronta a Aerolíneas Argentinas, la compañía estatal emblemática para el Gobierno por los vuelos sanitarios, con el sindicato más poderoso de la actividad
Una crisis inesperada estalló en el oficialismo con acusaciones cruzadas y denuncias entre la conducción de Aerolíneas Argentinas y el sindicato de pilotos por la interrupción de las prácticas en simuladores de vuelos y la consecuente afectación de algunos servicios. La puja, en el contexto de la paritaria abierta de la línea de bandera y los gremios aeronáuticos, amenaza con escalar y derivar en un conflicto con interrupción del servicio en medio de un proceso de vacunación que depende de los vuelos internacionales que realiza la compañía.
El viernes último la jefatura de ARSA se presentó ante el Ministerio de Trabajo para denunciar a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas por la “emisión de dos mandatos gremiales con afectación de servicio”. Fue a raíz de la comunicación del gremio a sus afiliados para que no se presentaran a las prácticas habituales en simuladores de vuelo con el argumento de que no estaban dadas las garantías sanitarias para evitar el contagio de coronavirus y en vista de que los trabajadores no fueron todavía vacunados. La presentación tuvo por objeto pedirle a la cartera a cargo de Claudio Moroni el dictado de la conciliación obligatoria para forzar a los comandantes de vuelo a retomar las evaluaciones, necesarias para sostener la plena vigencia de sus credenciales.
El conflicto excede el episodio puntual: confronta a la compañía estatal emblemática para el Gobierno por los vuelos sanitarios con el sindicato más poderoso de la actividad y que fue sostén del Frente de Todos desde la campaña electoral. Además, la disputa se proyecta sobre el resto de los sindicatos aeronáuticos que negocian en bloque la paritaria. Hasta ahora la empresa ofreció un aumento de 24% para el período entre mayo y diciembre más un monto por única vez equivalente a once puntos porcentuales del sueldo de cada trabajador. Según la compañía hay varios de los gremios en camino de firmar bajo esas condiciones.
La presentación ante Trabajo fue radicada por Gregorio Borda, gerente de Relaciones Laborales de ARSA. En la compañía relataron que la semana pasada, producto de los “mandatos gremiales” de APLA, un vuelo que se dirigía al aeropuerto de Córdoba en medio de un banco de niebla debió desviarse porque su piloto tenía vencida su capacitación en ese tipo de aterrizajes por no haber acudido a las prácticas de rigor en simuladores. Y advirtieron que en caso de continuar las medidas este mismo mes puede haber interrupciones en los servicios por falta de comandantes.
Desde APLA no sólo rechazaron la demanda administrativa sino que advirtieron que en caso de dictarse la conciliación obligatoria, el gremio prevé desconocerla e incluso promover una denuncia penal por “abuso de autoridad” contra el ministro Moroni. Cerca de Pablo Biró, secretario general de la organización, sospechan que la línea de bandera eligió extremar la pulseada para disciplinar al resto de los sindicatos aeronáuticos y allanarlos de ese modo a la propuesta salarial presentada.
Desde el gobierno de Mauricio Macri la casi totalidad de sindicatos de la actividad se unieron para discutir sus paritarias. La lógica alcanza a APLA, los técnicos aeronáuticos (APTA), el personal de mostradores (APA) y los jerárquicos (UPSA), en tanto que los aeronavegantes (azafatas y tripulantes de a bordo) de AAA quedaron por su cuenta, al margen del bloque. Los pilotos ejercen la vanguardia del sector sindical para las discusiones salariales y los conflictos en vista del rol estratégico de los pilotos en la actividad. Ese factor refuerza la teoría del gremio respecto de Aerolíneas Argentinas por entender que con apenas un puñado de vacunas destinadas a los pilotos bastaría para zanjar la crisis.
En la empresa, por su parte, destacan que hubo gestiones ante los ministerios de Salud y Transporte para la obtención de vacunas que todavía no fueron contestadas. Y respecto de la paritaria en la línea de bandera señalaron que la oferta salarial está en línea con otras negociaciones del sector público como la de empleados estatales, que firmaron vía UPCN un aumento de 35% para este año. La propuesta salarial completa implica una suba de 24% por ocho meses, un monto fijo por única vez igual al 11% de cada sueldo y el compromiso de revisión en noviembre.
El sector del transporte fue hasta ahora el más levantisco respecto de las vacunas. Dos paros por 48 horas cada uno de los gremios portuarios desembocaron en una carta-compromiso de cuatro ministerios (Salud, Transporte, Trabajo y Agricultura) según la cual los trabajadores del transporte en general tendrán prioridad para la inoculación una vez terminado el proceso con las poblaciones de riesgo y otros sectores estratégicos definidos por la normativa vigente.