16 octubre, 2020
LA MESA SINDICAL ESTATAL DECIDIÓ ´COPAR' LA CASA DE GOBIERNO. ARCIONI Y EL OFICIALISMO MANTIENEN LOS ANUNCIOS YA HECHOS Y SU PROPIA AGENDA
Por Trivia Demir
Anoche una media docena de delegados y delegadas gremiales estatales decidieron permanecer en el Salón de los Constituyentes, bastión de la Casa de Gobierno en Rawson, donde se han dado los principales anuncios de la política chubutana, generando uno de los momentos más tenso del año. No es un lugar inocuo precisamente desde la simbología política. No había nada que decir de uno y otro lado, y en ese vacío silencioso de soluciones, los fantasmales pasos de la historia caminaban seguramente con preocupación las interminables horas de la noche.
Allí permanecieron semi aislados, con fuerte custodia policial interna, por si derivaba la ocupación en algo más y para protección de un grupo de gente alojada irregularmente en un ámbito público. Según el Jefe de los uniformados territoriales, los referentes de los trabajadores ‘sí podían acceder a baños, agua, patio y puerta de egreso (sic)’, por si querían irse, lo que se entendió claramente como una invitación en principio pacífica, al retiro inminente, que se produciría luego, cuando los líderes de los trabajadores decidieron irse por las suyas.
El ‘empaque’ gremial tuvo sus argumentos bien fundados desde la lógica salarial: se les adeuda un mes y medio de sueldos más aguinaldos, que quedarían en la nebulosa del próximo pago del mes de octubre, en noviembre ‘sin escalones’ que prometió el Gobernador. El anunció máximo casi en tono de logro político buscaba el efecto conciliador: “se termina el escalonado en noviembre”, para que después el equipo intermedio se encargara de negociar como se resolvería lo adeudado. Bueno, al parecer esa parte del plan oficial falló.
Según muchos de los sindicalistas, se les pretendería hacer ‘un paga dios’. Para otros, “no cierra” la propuesta que no se sabe cuál es, porque los referentes tampoco blanquean sus cartas. Ni el ministro Grazzini en su cordobés trabado y escamado, ni el más enjuto y matemático Antonena, habrían tenido el ensalmo necesario para convencer a las ‘fieras’.
Es probable que el nivel de defensas coloquiales también haya caído en el raleado equipo oficial. Grazzini modificó el miércoles la reunión con un cambio de horario intempestivo e indefiniciones rayanas en el destrato que comenzó a exacerbar el ánimo. ¿Inexperiencia o manejo de entrecasa?, no se sabe. Pero en estos casos, es de manual de gestión, que cuando las cosas están ásperas, es muy importante cuidar los gestos tanto como las palabras. Después el jueves no estuvo en el cónclave como se preveía, al que sólo fue el ministro Antonena, por lo que era empezar a hablar de nuevo y con otro interlocutor a donde pasó ‘la pelota’, apenas 24 horas posteriores. Para colmo Touriñán, de mayor cintura política y bien respetado por el peronismo histórico tanto de cumbre como de base, pero que es persona de riesgo por salir de un problema importante de salud, se aisló presuntamente por un caso de Covid-19 en su equipo, y tampoco pudo accionar en el conflicto.
Pero a la par, el sindicalismo no se sabe si presentó propuestas, contrapropuestas o si sólo fue a escuchar, como dicen. Todo es una toma y daca difícil de dilucidar desde la virtualidad y el hermetismo tenso que se cultiva.
Hay que decir que el gesto gremial tampoco fue inofensivo ni ayuda al entendimiento. Porque se sabe que con una autorización de financiamiento que lleva un día de aprobación de Legislatura, y otro ni siquiera tratado, difícilmente puedan haber muchas nuevas certezas sobre esquemas de pago de un dinero que no existe ni siquiera en Ley. Esto lo sabe el sindicalismo tanto como la oposición, que aprovecha el coletazo de irresoluciones.
Desde ya, ‘entrarle’ de prepo a dependencias del gobierno, fue ‘entrarle’ al poder. Porque una cosa es el diálogo y otra el ocupamiento territorial efectivo, dijera el comandante en jefe de cualquier intifada conocida. Afuera de casa de gobierno, las bases hicieron su vigilia desde la calle, en la peatonal de una cuadra, la que une las oficinas de Fontana 50 y la residencia del Gobernador de Fontana 49, otro símbolo de los caprichos de grandeza pasados, y de la unicidad de cerrojo labrada por el caudillismo provinciano y hasta estampado arquitectónicamente.
La foto también dice cosas: esas bases están a la vera de los caminos o ‘en medio’ de ‘las Fontanas’, pero nunca en la mesa grande de las negociaciones sino es a través de un poder sindical y uno político que habla poco, decide con excesivo personalismo y transparenta menos. Al fin de cuentas las bases, en este caso los empleados acreedores, terminan siendo el ‘pato de la boda’ de poderes políticos caras de una misma moneda. ‘Si el gobierno cumpliera, el sindicalismo perdería su razón de ser y su cuota mensual’. Esta podría ser la respuesta a la pregunta que alguna vecina se hizo a la luz de la fogata: ¿Porqué los dirigentes gremiales dejaron que se amontonaran tres meses para endurecer sus posturas y no actuaron antes? Quizá porque cuando se extrema el problema es más sustancioso y hasta más fácil negociar con uno u otro sector político. Porqué está claro que si las promesas oficiales para la mesa sindical no convencen, se comenzará a escuchar las promesas opositoras a futuro, o tal vez todo en simultáneo.
Así le sucedió no hace tanto al exgobernador Martín Buzzi, que prefirió sobrevivir y terminó cediendo su bastión a una coalición peronista parasitaria que lo bloqueó y rodeó hasta que negoció, sólo para terminar mandato y compartir bonanzas de endeudamiento. O más atrás en la historia, como pasó con la destitución de Néstor Perl por muchísimo menos de lo que pasa ahora, donde coincidentemente el sindicalismo ocupó Casa de Gobierno y hubo un incendio interno que literalmente sacó al gobernador por la ventana, destituyéndolo luego la Legislatura con mayoría peronista, a través de un juicio político.
Se puede decir que desde que en mayo de 1955 asumiera el primer gobernador constitucional de Chubut y sesionara por primera vez la Legislatura, todo ha sido bastante a los tumbos se puede decir. Hace 65 años de esto. Buena parte de la generación política activa que hoy tienen poco más o menos de esa edad, repiten recetas, por el hecho de que el hombre es animal de costumbre pragmática tal vez. Por eso el revisionismo vale en estos momentos exaltados, como lumbre para sondear la raigambre de los temblorosos cimientos democráticos territoriales que nos asolan en el tiempo. Algo que podría también aclarar la idea de porque hoy las comunidades reniegan del resultado de una elección con ‘promituario’ capcioso sucedida el año pasado, sin embargo avalado en las urnas.
Lo cierto es que la postal del reclamo ocupacional de este jueves y viernes dejó claro una cosa, a los reclamantes se les ocurrió centrar en el hábitat legal del gobierno la protesta, pero en ninguna de las dos márgenes estaba presencialmente el gobernador Mariano Arcioni. La cuarentena, la virtualidad ejecutiva, y la hermética agenda que desarrolla, así lo quiso.
Lo mismo pasó en la noche de furia pasada donde se atacaron las sedes del Ejecutivo y Legislativo, un arrebato de daños que ahora incluso terminó en tribunales y que no llegó ni siquiera a rozar a los gobernantes. Quienes creen que plantándose en Rawson intimidarán a Arcioni deben saber que el escribano es de Comodoro y habitualmente va y viene en vuelos propios, a diferencia de un Das Neves o Buzzi que efectivamente se alojaban de manera permanente en la Residencia.
Además, nadie lo ha dicho públicamente después de casi 20 horas de situación, pero no hace falta ser demasiado experto para entender que el Gobierno replegó y desconoció de plano la ocupación gremial en la propia Casa de Gobierno, tratándolos como visitantes concurrentes a una reunión culminada. No sólo no apareció el Gobernador públicamente sino que tampoco recibió personalmente a los gremios como exigían.
Para la lógica de Arcioni los anuncios ya fueron formalizados esta semana por el propio Ejecutivo, afirmando que tal las certezas que poseen al momento se saldrá del pago escalonado en el próximo pago de noviembre a ejecutarse en 15 días. A la vez este viernes seguían depositando sueldos de agosto para los trabajadores de la salud, además de los trabajadores estatales del rango uno y dos, tal el cronograma que el propio Gobernador dio por conferencia de prensa. Con lo que se especula que se completaría dentro de octubre todo el pago de agosto, y quedaría a negociar en algún tipo de cuotas o bonos a descontar en el Banco provincial el mes de septiembre, aguinaldo y gatillos, opinan los más optimistas.
De ser así, el número es alto pero no imposible de negociar y saldar buscándole la vuelta, dicen los observadores finos. Entre otras cosas, si la Legislatura aprueba la emisión de Letras por u$s 50 millones estaría casi resuelto. Oficialmente no entrarán en el juego de la Mesa Sindical a la que consideran que se le caerán los argumentos una vez avanzados los pagos.
El tema es que no están dadas las condiciones políticas para resolver más profundamente, porque Arcioni no estaría dispuesto a compartir poder ni facilitar intromisiones. La Legislatura se la hará difícil porque la ruptura no subsanada con el vicegobernador, la existencia de un interbloque que vació de manos al arcionismo, y la negativa a ceder puestos dentro del Ejecutivo probablemente se seguirá pagando en complicaciones legislativas, presiones gremiales y ausencia judicial.
A su vez el peronismo chubutense navega y disfruta del caos de lo que quedó de la alianza gobernante apenas en meses. Ese campo arrasado que es hoy Chubut al Frente y hasta los que se dicen Juntos por el cambio, es tierra fértil para reverdecer los esquejes partidarios casi secos que logró rejuntar todo tipo de voluntades momentáneas. De hecho hasta pretenden lograr elecciones partidarias en poco más de quince días para acomodar el sello con vista a las legislativas de 2021.
Localmente el posicionamiento comenzará evidentemente mañana 17 de octubre, famoso Día de la Lealtad peronista. Un punto en el calendario de 1945, día en que se produjo en Buenos Aires una gran movilización obrera y sindical histórica por sus connotaciones. Por eso, el marco de la ‘ocupación’ sindical en Rawson, es vista por gran parte del oficialismo como recreación de una movida política ideal que para el lunes se encauzará otra vez en gestiones, que buscaría reinvindicar aquellas luchas, donde los obreros tenían su peso específico y sus referentes se convirtieron en héroes pidiendo la liberación de Perón, preso en Martín García. La diferencia tal vez radica que lo que en nuestro caso se busca que se ‘libere’, es la plata. Habrá que ver…