20 noviembre, 2020
Gobernadores y funcionarios de salud de varias provincias señalaron que si bien la cantidad de casos de coronavirus tiende «al descenso» y se atraviesa «un momento de relativa estabilidad» en esta primavera, «no hay que bajar la guardia, ni confiarse» porque «el virus sigue circulando» en el país.
Al cumplirse este viernes ocho meses del inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), que hace una semana se convirtió en Distanciamiento Social (DISPO), las autoridades consultadas por Télam también mostraron sus expectativas sobre las vacunas anunciadas en el mundo, resaltaron que no colapsaron los hospitales y advirtieron sobre la posibilidad de «una nueva ola de contagios» el año próximo, cuando cambien las estaciones climáticas.
En ese marco, el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, afirmó que “uno lo que no debe hacer es relajarse en estos momentos, sino todo lo contrario, extremar medidas para que todo lo que podamos a invertir ahora, lo vamos a aprovechar de aquí a unos días, principalmente en las fiestas, que son muy importantes para nosotros”.
“Estamos teniendo un claro descenso de la incidencia en los números de casos y la tasa de internación, es decir la ocupación de camas, hay relación y vínculo de una cosa con la otra, por ahí he escuchado que estamos teniendo un descenso de casos porque testeamos menos y no es así”, remarcó.
Cardozo resaltó que en el mundo “las fiestas clandestinas son el eje y la base de los brotes de los contagios masivos, razón por la cual apelamos a que podamos mantener una conducta acorde para que en diciembre podamos tener actividades en marcha”.
Posiblemente Chubut es la excepción a la regla. Dado que fue una de las tres provincias en donde el virus llegó mucho mas tarde que en el resto del país, pareciera que es también la del proceso más largo hasta alcanzar la curva de mayores contagios. De hecho, el ministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich, reconoció que «estamos muy preocupados porque la población actúa como si la pandemia hubiera pasado y en realidad acá estamos en el peor momento».
Recordó que «en general se ha entrado en un amesetamiento de casos en casi toda la provincia, salvo en Trelew y Rawson, que están en su peor momento y con las camas de terapia intensiva totalmente cubiertas».
Los fines de semana preocupan porque «los días tienden a mejorar en cuanto a las temperaturas y la gente se vuelca a las playas sin respetar las medidas de prevención», por lo que pidió extremar los cuidados.
Será toda una prueba poder sostener el verano sin aislamiento extremo, disfrutando de los espacios naturales, además del ingreso de turistas que sostiene gran parte de la actividad comercial de las principales ciudades, y pero todo dependerá de la responsabilidad de la población y de un sistema de Salud acotado en proporción a la carga de gente que se da en verano.
En Buenos Aires, donde el 10 de septiembre llegó a la máxima ocupación de camas de terapia intensiva con el 60 % y el 67 % en el área metropolitana, el ministro de Salud, Daniel Gollan, afirmó que «estamos con la misma cantidad de casos que nos encontrábamos a mediados de julio en toda la provincia y en el Área Metropolitana a mediados de junio».
«La tendencia es francamente al descenso. Se ha emparejado la cantidad de casos del AMBA con el resto de la provincia», comentó en el último informe epidemiológico de la provincia.
El gobernador Axel Kicillof dijo a Télam semanas atrás que «la provincia estaba señalada como a la que se le iba a desbordar el sistema sanitario. Pero pasamos de 883 camas a 1.200, compramos 1.200 respiradores, hicimos 125 obras y nadie quedó sin atención».
«Son cosas que podremos evaluar terminada la pandemia. Mientras tanto, no me relajo ni festejo», señaló el mandatario y planteó que los efectos económicos de la pandemia «no tienen precedentes».
En Entre Ríos, el gobernador Gustavo Bordet destacó que la provincia «con orientación y apoyo del Gobierno nacional, trabajó tempranamente en la organización de la emergencia en salud, aumentando la inversión en el sistema sanitario, la integración público-privado y duplicando la capacidad de internación», lo que evitó el colapso hospitalario.
Y, destacó que la provincia atraviesa ahora «un momento de relativa estabilidad» y se mostró «orgulloso del trabajo integral en todas las áreas, en un contexto muy dificultoso y de mucha incertidumbre», por lo que señaló que el «primer objetivo» será «integrar de manera controlada el virus al funcionamiento de la sociedad», gracias a la vacuna y los hábitos de autocuidado esenciales.
En Mendoza, el gobernador Rodolfo Suárez remarcó que «nunca colapsó ningún hospital y nadie se quedó sin atención» y destacó que se implementó «un plan de austeridad para prestar servicios esenciales de salud, educación y seguridad; y un plan de toma de deuda por 350 millones de dólares para obras necesarias en cada uno de los rincones de la provincia y generar empleo».
La ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Ana María Nadal, anunció que «a partir del amesetamiento que se está viendo en la provincia se restablecerán las cirugías programadas, suspendidas al inicio de la pandemia».
El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, manifestó que aún hoy «debemos seguir cuidándonos, no hay que bajar la guardia ni confiarse».
Destacó que la capital provincial, que registraba transmisión comunitaria de coronavirus, «ha logrado controlar, contener y bajar la curva de contagios».
Neuquén ha registrado los últimos dos meses una ocupación de entre el 95 y 99% de las unidades de terapia intensiva (UTI), y hoy se encuentra en un 84%, según el último parte del Comité de Emergencia Provincial.
En Río Negro también bajaron los casos de coronavirus pero la ciudad de San Carlos de Bariloche mantuvo una curva ascendente.
«Es evidente que están disminuyendo los casos activos», dijo la vocera del Ministerio de Salud Mercedes Iberó, pero advirtió que «hay lugares donde sigue alto el número. La Covid no se fue» y recordó que «hoy tenemos alrededor de 4.000 casos activos, hemos llegado a tener más de 5.000».
En Salta, el presidente del Comité Operativo de Emergencia de Salta (COE), Francisco Aguilar, dijo a Télam que allí la pandemia empezó «con muy pocos casos, la curva fue lentamente aumentando hasta agosto, en que empezó a hacerse más vertical y empezamos a tener circulación viral».
Aguilar apuntó que el momento crítico fue a principios de septiembre, cuando «llegamos a tener el 94% del sistema de salud saturado».
«Si seguimos el camino que está siguiendo el virus, dentro de cuatro meses podríamos tener una nueva ola de contagios, en febrero o marzo» advirtió e indicó que ahora «tenemos que ir semana a semana», porque comienza la apertura del turismo y las fiestas, pero insistió en el cuidado permanente.
La ministra de Salud de Catamarca, Claudia Palladino, explicó que «luego de 105 días sin casos tuvimos un primer brote en julio, que pudimos bloquear, después tuvimos otro en septiembre y a fines de octubre y lo que va de noviembre detectamos otro brote y ahí pudimos definir que teníamos circulación comunitaria del virus».
La ministra consideró que la «fortaleza» de la provincia consistió en «la detección precoz de los casos» y «una activa vigilancia en los efectores de salud de sintomáticos», lo que permitió determinar los contactos estrechos.
Palladino destacó que «la vacuna hará que podamos transitar esta enfermedad de otra manera a nivel comunitario», por lo que la campaña de vacunación es algo prioritario de la pospandemia.
El ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, señaló a Télam que «seguiremos siendo muy cautos, como desde un principio. Los resultados están a la vista: somos una de las provincias con menos casos del país y eso se debe a un entendimiento claro entre el Gobierno y la población en cuanto a las medidas de bioseguridad que adoptamos».
Los momentos más críticos «los vivimos en la primera y segunda fase de la pandemia, en la etapa de las restricciones más duras porque fue un golpe social, económico y cultural que nadie esperaba», añadió Pérez.
Consideró que «no podemos hablar de pospandemia hasta contar con la vacuna y poder inmunizar progresivamente a la población, comenzando por la primera línea de contención, ya sea personal de salud y de seguridad, como así aquellas personas que por edad o por padecer enfermedades preexistentes, estén en una situación de vulnerabilidad si contraen el virus».
En Chaco, el presidente de la Legislatura, Hugo Sager, dijo que «el rol activo e intenso del estado chaqueño evitó más daños durante la pandemia del coronavirus en una articulación permanente con autoridades del gobierno nacional para afrontar una época inédita».
«Con el acompañamiento del gobierno nacional, el Chaco pudo atender la demanda sin que el sistema sanitario se sature», acotó en dialogo con Télam.
Sager apuntó que «aunque no sabemos cuál será el escenario que nos dejará la pandemia podemos advertir que la recuperación demandará un tiempo que no sabemos de qué magnitud será pero debemos tener muchos cuidados y cumplir los protocolos sanitarios para evitar contagios».
*Informe Télam