22 noviembre, 2023
A hora de la salida de empleados públicos de Rawson, el temor a otro piquete que bloquee Rawson y Trelew genera incertidumbre e indignación por la ausencia de ordenamiento público. La situación que debió soportar la población ayer con más de 8 horas de corte de las dos rutas que unen las principales ciudades del Valle, entre ellas la Capital de la Provincia, fue una muestra de la anomia que hay en algunos áreas de gobierno provincial.
Los piquetes de los trabajadores pesqueros por reclamos de recomposición salarial usaron literalmente de rehenes a los vecinos que debían transitar entre las 10 de la mañana del martes hasta pasadas las 18 horas, con liberación mínima de vehículos y una utilización de los inconvenientes ocasionados y el disgusto público que fue subiendo de tono y llamando la atención por la displiciencia o directamente liberación de la zona que hizo la policía y las autoridades intervinientes.
Tanto por lo que dicta la Constitución como por las disposiciones querigen en la Provincia, la Policía debe actuar y garantizar la libre circulación de las personas, permitiendo que las protestas y el derecho a manifestarse se produzca en las márgen sin inferir como en este caso nada menos que en rutas proviciales y nacionales.
Miles de empleados públicos quedaron varados tras salir de sus trabajos en organismos de Rawson, además de vecinos que debían concurrir por emergencias de salud, laborales o trámites de una ciudada a otra, se vieron afectados intempestivamente sin la menor respuesta del estado.
Ante los reclamos de la población, el ministro de gobierno, Cristian Ayala, aclaró en declaraciones radiales este miércoles que de volver a repetirse la medida, se aplicará la fuerza siempre y cuando sea «dentro de la ley y el estado de derecho».
Por su parte el ministro pidió que intervenga la Justicia en el corte que practicó en ambas rutas de acceso a la capital provincial el Sindicato Unido Portuarios Argentinos que nuclea a los trabajadores de la estiba.
Ayala reconoció que recibió a una delegación de SUPA que no estaba dispuesta a ningún tipo de negociación porque «no están en conflicto», según argumentaron, aunque solo concurrieron a entregar una nota al gobernador Mariano Arcioni y no ofrecieron ninguna vía de solución posible.
El ministro explicó que durante la reunión la delegación sindical le advirtió que él sería destinatario de las críticas a lo que respondió «qué le hace una mancha más al tigre».
Dijo que la negociación está en manos del secretario de pesca del Chubut, Gabriel Aguilar.
Y admitió que ayer no se hizo nada para intentar que se despejen las rutas, cortes que afectaron a miles de usuarios.
Por su parte el ministro de Seguridad, Héctor Castro afirmó también en declaraciones radiales a LU20 Radio Chubut que iba a evalua si se debía o no intervenir si se vuelve a repetir la medida, para evitar un enfrentamiento entre manifestantes y policía, ya que él debe tomar ‘decisiones mayores’ y preservar la seguridad de todo el conjunto.
En cierto modo relativizó el inconveninete en parte de su relato y aseguró que en definitiva se dejaban pasar autos cada 15 minutos, como indican las normas. Aunque el subsecretario de seguridad vial Néstor Siri, había reconocido el día anterior que si bien se había anunciado que la liberación sería cada 15 minutos dejando pasar 10 vehículos, en la práctica se trataba de una decisión que tomaban los manifestantes «de manera aleatoria». Esto lo pudo testimoniar además la mayoría de los damnificados por los piquetes, contrariamente a la percepción relajada de Castro.
El ministro de Seguridad saliente sin embargo aseguró que eso se producía y que las demoras se dieron por la enorme cantidad de vehículos que había en el horrio pico. También aseguró que el estaba allí y hasta que había dialogado con los voceros del piquete, aunque no pudo precisar en que tramo ni con quién habló para intentar disuadir del delito.