10 septiembre, 2020
Dicen los expertos que corregir el número de falsos positivos podría ahorrar cuarentenas individuales innecesarias. Es porque el test más común para diagnosticar el Covid-19 es tan sensible que podría estar detectando fragmentos del virus que ya están muertos, según algunos científicos.
Y es que la mayoría de personas solo permanecen infectadas alrededor de una semana. Sin embargo, el diagnóstico podría seguir dando positivo semanas después.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Oxford, este hecho podría estar sobreestimando la escala real y actual de la pandemia. Pero por otro lado advierten que otro tipo de test, con menos sensibilidad, corre el riesgo de no detectar todos los casos.
El profesor Carl Heneghan, uno de los autores del estudio, afirma que en vez de arrojar un resultado positivo o negativo, las pruebas diagnósticas deberían tener un límite en el que pequeñas cantidades de virus no provoquen un positivo.
Según Heneghan, esta detección de virus muerto o viejo podría explicar cómo en varios de los países que se enfrentan a una segunda ola de infecciones, las hospitalizaciones se mantienen estables.
El Centro de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford analizó 25 estudios en que se colocaron muestras de pruebas positivas sobre una placa de petri para ver si el virus crecía. Este método, conocido como «cultivo viral», indica si el virus hallado en un diagnóstico positivo puede reproducirse y propagarse en un laboratorio o persona.
Según Nick Triggle, corresponsal de salud de la BBC la sensibilidad de las pruebas diagnóstico es un problema que se conoce desde el comienzo y que ilustra por qué las estadísticas de la covid-19 están lejos de ser perfectas.
La prueba más común de diagnóstico, la llamada PCR, utiliza químicos que amplifican el material genético del virus para que pueda estudiarse.
Una vez se toma la muestra, esta pasa por varios ciclos de laboratorio para recuperar la mayor cantidad de virus posible.
El número de ciclos necesarios puede indicar qué tanto virus queda, si son pequeños fragmentos o varias cantidades del virus completo.
Esta práctica parece revelar la probabilidad de infección del virus. Es decir, mientras más ciclos de amplificación sean necesarios, menos probabilidades de que el virus sea reproducible en el laboratorio.
Cuando uno se hace la prueba de coronavirus, se obtiene un «sí» o un «no». Pero no hay un indicador de cuánto virus se detectó en la muestra y si se trata de una infección activa.
Una persona con mucha cantidad de virus activo y otra que solo tenga pequeños fragmentos restantes de una infección pasada dan el mismo resultado: ‘positivo’.
Sin embargo, Heneghan apunta que la «infectividad del coronavirus parece disminuir tras alrededor de una semana». Es decir, su capacidad para invadir un organismo y provocar una infección.
Añadió que, si bien no sería posible verificar todas las pruebas para detectar si el virus estaba activo o no, el número de falsos positivos podría reducirse si los científicos establecieran un punto de corte.
Esto podría prevenir que una persona dé positivo cuando en realidad solo se le ha detectado los restos de una infección ya pasada. Para Heneghan, esto ahorraría cuarentenas individuales innecesarias y ofrecería una escala más adecuada de la pandemia.
Sin embargo, varios estudios coinciden en que alrededor de un 10% de contagiados retiene virus vivo después de 8 días de infección. El profesor Francesco Venturelli, epidemiólogo italiano, destaca que no existe «certeza suficiente» sobre cuánto tiempo el virus permanece infeccioso mientras se recupera el paciente.
«En Italia sobreestimamos el número de casos por varias semanas» a causa de pacientes positivos que se habían infectado varias semanas antes, dice Venturelli.
El test PCR es un método muy sensible a la hora de «detectar material genético residual del virus», explica el profesor Peter Openshaw, del Colegio Imperial de Londres.
«No hay evidencia de la infectividad del virus, pero existe un consenso clínico de que es bastante improbable que un paciente sea infeccioso más allá del décimo día de la enfermedad», agrega Openshaw.
*BBC, NET