26 marzo, 2021
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, y sus pares de las provincias acordaron diferir 12 semanas la aplicación de las segundas dosis de todas las vacunas contra el coronavirus que dispone Argentina, en un intento por reducir el impacto de la segunda ola.
El miércoles pasado el Gobierno analizaba apostar a la estrategia de aplicar masivamente la primera dosis, una idea que tuvo buenos resultados el Reino Unido. La decisión se formalizó este viernes en una reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA).
«La decisión se basa en la recomendación del grupo de trabajo de la Comisión Nacional de Inmunizaciones y apunta a vacunar al mayor número posible de personas con la primera dosis para maximizar los beneficios de la vacunación y disminuir el impacto de las hospitalizaciones y mortalidad por esta causa», informó el Ministerio de Salud.
La ministra detalló que la estrategia apunta a concentrar los recursos para vacunar más rápido a un mayor número de personas, en especial a los mayores de 60 años. De todos modos, admitió que un factor clave para esta decisión es la escasez de vacunas a nivel mundial.
La medida implica que las segundas dosis se diferirán a un intervalo mínimo de 12 semanas desde la primera dosis. Y afecta a las tres vacunas que dispone la Argentina: la Sputnik V, Covishield y Sinopharm.
Esto a pesar de que en principio se analizaba sólo para la vacuna fabricada en India, que tiene una particularidad única, que es que cuanto más se demora la aplicación de la segunda dosis más crece la inmunidad. Los últimos estudios ya hablan de una inmunización que ronda el 80% luego de tres meses de aplicada.
En el caso de la vacuna rusa es distinto ya que la dosis 2 es diferente a la 1, por lo tanto cuando haya disponibilidad se le aplicará a lo que ya recibieron la primera.
La decisión apunta a vacunar al mayor número posible de personas con la primera dosis para maximizar los beneficios de la vacunación y disminuir el impacto de las hospitalizaciones y mortalidad por esta causa
Vizotti fue una precursora en proponer la estrategia de una dosis cuando era la número dos del Ministerio. En ese momento le valió una reprimenda de Alberto Fernández, que obturó un debate que la comunidad científica del mundo estaba abordando con mucha seriedad. Si la prioridad es detener la circulación del virus y lo que faltan son dosis, ¿por qué no duplicar la población que recibe una primera inmunización y dilatar el refuerzo?.
Los expertos además recomendaron que al personal de salud que atiende casos de coronavirus se le aplique el esquema convencional de vacunación, es decir sin el intervalo de 12 meses.
En tanto, las personas con diagnóstico positivo de Covid-19 se propone postergar la aplicación de la primera dosis de vacuna entre tres y seis meses después del alta clínica. Lo mismo para aquellos que se hayan infectado después de la primera dosis.
*LPO