24 febrero, 2022
Las ventas están en alza y algunas refinerías no consiguen todo el petróleo que quieren. La suba del barril a nivel internacional puso a todos en alerta.
La secretaría de Energía convocó a una reunión con petroleras. Fue para monitorear la situación del mercado local. Las ventas de combustibles pasan por un buen momento, pero existen algunos «cuellos», es decir refinerías que no pueden procesar la cantidad de nafta y gasoil que quisieran.
La tensión entre Ucrania y Rusia está provocando alzas en los precios energéticos, y los funcionarios también quieren asegurarse que eso no impacte en el despacho doméstico de combustibles. El barril de petróleo se acercaba a los 100 dólares esta mañana, tras el ataque de Rusia a Ucrania, y el gas también se disparó.
Las empresas refinadoras (como Raizen y Trafigura) son las que compran petróleo crudo para transformarlo en combustibles.Le habían hecho llegar su inquietud a Energía porque dicen que tienen problemas de abastecimiento -no consiguen petróleo- y que sus refinerías no estaban operando al máximo de su capacidad.
Las empresas productoras (las que despachan petróleo) admitieron algunos problemas, que atribuyeron a la recuperación post-pandemia. YPF, por ejemplo, está algo por debajo de su mayor capacidad de producción, según se comentó en esa reunión.
Con los altos precios internacionales (el petróleo merodeando los US$ 100), para las empresas es más negocio exportar a ese precio que venderle a refinadores locales, que pagan menos de US$ 60. Sin embargo, el Gobierno concede permisos de exportación siempre y cuando las refinerías locales se encuentren abastecidas.
El último aumento de combustibles, del 9% después de varios meses sin subas, abrió la expectativa en el sector sobre la posibilidad de más correcciones. En marzo se espera un incremento en los impuestos que pagan los combustibles, cuyo impacto podría ser de entre 7% y 10% en surtidores.
Ariel Kogan y Maggie Videla Oporto, de la secretaría de Energía, escucharon a las compañías y preguntaron sobre los problemas de refinerías y productores. La intención del Gobierno sería que las empresas puedan aprovechar los altos precios internacionales, pero que mantengan abastecido el mercado local.
Raizen, que posee la marca Shell, y Trafigura, que comercializa Puma, relataron sus problemas para acceder al petróleo. El Gobierno alentó a las productoras a entenderse con esas refinadoras a través de diálogo entre ellas.
Las empresas son reticentes a firmar contratos de abastecimiento a más de tres meses, ya que ven las oscilaciones en el precio del petróleo crudo y no quieren quedar con importes desactualizados.
También se habló de la situación de los ductos. Odelval, la empresa que transporta el petróleo que sale de Vaca Muerta, tuvo algunos inconvenientes en 2021. «Es una compañía conformada por las empresas. Entre ellas deben buscar la solución», comentaron fuentes oficiales.
Refinor, una compañía que es fuerte en el NOA, también manifestó problemas. Los ejecutivos de otras compañías los escucharon y sugirieron soluciones. Pero los funcionarios entendieron que esa conversación los excedía y dieron por terminado el Zoom del encuentro.
*EC