8 enero, 2023
Los riesgos y beneficios de los principales instrumentos financieros para quienes buscan ganarle a la inflación. Acciones, bonos y plazos fijos son herramientas para no perder frente a inflación e incluso obtener ganancias en términos reales.
Por Pablo Caramelo*
En el marco de un mejor escenario internacional tras los comentarios del titular de la FED, Jerome Powell, quien brindó algunos indicios respecto a una moderación en los incrementos de la tasa de política monetaria, y una economía local que aún con serias dificultades se encamina a cerrar su segundo año de crecimiento consecutivo, algo que no sucedía desde 2010 y 2011, las acciones argentinas acumulan importantes subas en lo que va del año.
Luego de la debacle macrista y la pandemia, que golpearon ferozmente la actividad económica, la Argentina registra en los últimos meses una recuperación muy importante. En efecto, según los últimos datos publicados por el Indec, en septiembre de 2022 la actividad económica registró un crecimiento del 4,8 por ciento interanual y acumuló una suba del 6,2 por ciento en los primeros 9 meses del año con relación al mismo periodo de 2021.
Esto ubica a la actividad económica nacional un 8,33 por ciento por encima del nivel registrado en diciembre de 2019 para la serie desestacionalizada. Si bien esta mejoría no ha sido replicada en los salarios de los trabajadores debido a las limitantes establecidas por el FMI sobre las posibilidades del Gobierno para ajustar esta variable, la actividad en general muestra signos de una recuperación sostenida que ha dado lugar a un fuerte incremento del empleo.
A diferencia de lo que ocurre con el salario de los trabajadores, que no logra recuperarse, la rentabilidad del sector empresarial ha registrado un crecimiento muy importante en el último tiempo y esto se ha observado en los balances presentados por las empresas cotizantes en la Bolsa de Comercio local, que junto con un mejor contexto internacional y la fuerte recuperación de la actividad doméstica ha dado lugar a un fuerte incremento en el precio de la mayoría de estas acciones.
Durante el pasado mes de noviembre, el índice S&P Merval registró una ganancia del 12,4 por ciento y acumula así una suba del 101,83 por ciento en lo que va del año 2022. Sin embargo, ha habido papeles que registraron alzas muy por encima de ese nivel. La acción del panel líder que más ha subido en lo que va del año es el de TGSU2, que acumula un alza del 256,6 por ciento desde que arrancó el año. Luego, las mayores subas en dicho período fueron anotadas por YPF, COME y CEPU, con incrementos del 249,51 por ciento, 191,06 por ciento y 180,03 por ciento, respectivamente.
En este marco de subas tan importantes podría observarse en el corto plazo alguna toma de ganancias razonable e incluso saludable en términos de mercado. Sin embargo, a pesar de la fuerte recuperación de los últimos meses, las acciones argentinas continúan ofreciendo importantes oportunidades, para aquellos inversores dispuestos a lidiar con cierta volatilidad y a sostener inversiones en el mediano plazo, dadas las bajas valuaciones históricas que algunos de estos activos aún registran.
En este sentido, continúa destacándose la acción de YPF, que viene de publicar un muy buen balance para el tercer trimestre del año, según el cual la empresa ganó en ese período 678 millones de dólares (o 1,72 dólar por acción), comparado a la utilidad del mismo período del año 2021 de 237 millones de dólares (o 0,59 dólar por acción), marcando un incremento en su resultado del 186,3 por ciento interanual.
En la misma línea, se observan también oportunidades muy atractivas en papeles tales como CRES, AGRO, BBAR e IRSA, las cuales también muestran números muy interesantes con relación al promedio de sus pares. De esta forma, el Merval continúa ofreciendo oportunidades realmente interesantes para perfiles de inversión agresivos que estén dispuestos a tolerar los vaivenes del mercado y realizar inversiones a largo plazo.
Si éste no fuera el caso, los perfiles de inversión más conservadores pueden encontrar alternativas financieras más que razonables tanto en el plazo fijo tradicional como en el plazo fijo UVA. El plazo fijo tradicional, por su parte, ofrece una tasa nominal anual (TNA) del 75 por ciento y permite obtener una tasa efectiva anual (TEA) del 107 por ciento para las imposiciones a 30 días, lo cual en un contexto donde la inflación profundizaría su tendencia decreciente resulta más que atractivo.
Por otro lado, el plazo fijo UVA con cancelación anticipada, de rendimiento CER + 1 por ciento a 90 días, permite garantizar un rendimiento real positivo, posibilitando resguardar los ahorros de la inflación con un muy bajo riesgo.
Para perfiles moderados, los bonos CER de la parte corta de la curva o incluso también una posición en bonos en dólares soberanos, subsoberanos y corporativos, ofrecen rendimientos sumamente atractivos, teniendo siempre en cuenta la importancia de construir carteras de inversión diversificadas para moderar los riesgos.