18 junio, 2021
El gobernador republicano Greg Abbott firmó un proyecto de ley que permite portar pistolas enfundadas en el territorio estatal sin un permiso a partir del 1º de septiembre.
Todo mayor de 21 años que no haya sido declarado incapacitado para ello estará a partir del 1 de setiembre en su derecho de portar un arma de fuego en público en el estado de Texas, sin permiso previo.
La ley estatal actual permite a los residentes de 21 años o más portarlas legalmente solo después de completar la capacitación requerida y la verificación de antecedentes penales para obtener una licencia.
Este jueves, Abbott llevó a cabo una ceremonia de firma de proyectos de ley en The Alamo, en San Antonio, para la medida de portar sin permiso y varios otros proyectos de ley de armas. Esperaba la adhesión del vicegobernador Dan Patrick, el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, legisladores republicanos y representantes de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés).
La Cámara y el Senado de la legislatura estatal remitieron el proyecto de ley a Abbott el mes pasado después de llegar a un acuerdo, lo que causó algunas preocupaciones de las fuerzas del orden.
En él también se permite que aquellos previamente condenados por portar ilegalmente un arma de fuego en un lugar público tengan la condena eliminada de su registro, y proporciona una defensa afirmativa limitada para aquellos que por error lleven su arma de fuego a ciertos lugares prohibidos.
Asimismo, la iniciativa ordena al Departamento de Seguridad Pública de Texas crear un curso de seguridad de armas en línea gratuito, pero ya no se requiere capacitación para portación.
En todo caso, las empresas las pueden prohibir colocando un letrero.
No es Texas el único Estado que autoriza la libre portación. Otros lo aprobaron antes, incluidos Alaska, Idaho, Iowa, Dakota del Norte, Oklahoma, Utah y Vermont.
Podrá cambiar en el tamaño y abarcar una mayor población, pero fundamentalmente se trata de uno de los que más masacres por armas de fuego suma en años recientes.
Alrededor de 1,6 millones de texanos tiene ya licencia para portar armas, de los 29 millones que viven en ese estado.
En el trámite de la ley en la Cámara y el Senado, varios demócratas recordaron las recientes masacres de Midland-Odessa (8 muertos), El Paso (23 muertos), Santa Fe (10 muertos) y Sutherland Springs (26 muertos).
En el caso de Texas, la tenencia de armas de fuego está permitida desde 1995 y año tras año ha ido reduciendo el precio y los requerimientos burocráticos para obtener una licencia.
Pero tras la masacre de El Paso, en 2019, destacados republicanos, incluido el gobernador Abbott y el vicegobernador Patrick, se manifestaron dispuestos a endurecer las leyes sobre la tenencia de armas de fuego, y una vez que su partido logró mantener el control de las dos cámaras legislativas en las últimas elecciones, dieron marcha atrás.
El autor de la actual iniciativa es el diputado republicano Matt Schaefer, quien al presentar en abril el texto en la Cámara lo justificó diciendo que los ciudadanos no debería verse con la carga económica de tener que sacar un permiso de armas cuando la Constitución por defecto le otorga el derecho de tenerla.
«Esta ley podría ser calificada como una ley de sentido común», señaló. «Los ciudadanos respetuosos de la ley tienen la necesidad de poder protegerse a sí mismos y a sus familias», agregó.
La diputada texana en el Capitolio, Verónica Escobar, dijo en un mensaje en la red social Twitter que, al firmar la ley, Abbott «eligió traicionar a las víctimas de la violencia armada».
Destacados jefes de policía, agentes y hasta instructores en manejo de armas de fuego advirtieron acerca de los riesgos de tener a la población armada en cualquier lugar, sin filtro alguno, y alertaron de que alguien que no haya sido enseñado a disparar un arma puede provocar graves accidentes.