El estadio 974, el primero en la historia que fue cubierto, desmontable y reutilizable por completo. Está construido con materiales reciclados y 974 containers de transporte de carga marítima, que dan al origen al nombre. Además coincide con el prefijo de marcación telefónica de Qatar desde el resto del mundo.
El 974, uno de los tres estadios -junto a Ciudad de la Educación y Al Thumama- de la Copa del Mundo fue diseñado por el estudio de arquitectura español Fenwick Iribarren y está situado en la zona portuaria de Doha, muy cerca del zoco y el centro de la capital, y rinde homenaje a la tradición comercial y de navegación qatarí.
Su nombre no sólo es el código internacional telefónico del país del Golfo, sino también el número exacto de contenedores marítimos utilizados en la construcción. Cada contenedor cuenta con un código QR para su identificación y posicionamiento y orientación para desarrollar un montaje accesible. Lo llamativo es que el escenario reciclado no será necesariamente igual al que albergó a la Copa del Mundo, dado que puede variar en su forma y tamaño, ya que los contenedores se pueden combinar de diferentes maneras para disfrutar diferentes deportes que no tienen que estar relacionados con el fútbol. De esta manera fue posible cumplir con los criterios de desarrollo sostenible, porque era fácil de transportar y ensamblar en otros lugares.
Los colores de los contenedores no fueron elegidos al azar y cada uno de ellos tiene su propio significado. Los arquitectos Mark Fenwick y Javier Iribarren han querido dar un toque único y diferente: los azules representan oficinas y tiendas de comestibles; los amarillos es para los baños; los rojos son para los pasillos y pasajes entre las gradas; los verdes son para las áreas de seguridad; los negros están para las salas de oración de las mujeres y los grises fueron ideados para las salas de oración de los hombres.
Los contenedores se mandarán a otro país para que se vuelvan a montar como estadio. Había dos posibilidades en la mesa: donarlo a un país africano o, en caso de que su candidatura gane, a Uruguay para el Mundial 2030. Ocurriría algo inédito en la historia de un deporte: que un mismo estadio albergue dos ediciones de un torneo… en dos países y continentes totalmente diferentes.