27 febrero, 2021
Por primera vez desde que arrancó la pandemia la demanda de nafta y gasoil registró una contracción. Los estacioneros estiman que el aumento de precios tuvo que ver en el rendimiento de ventas.
El sector de venta de combustibles del país tenía grandes expectativas para el arranque del 2021 por la temporada de verano y por la menor dureza en las restricciones de circulación, sin embargo, los datos mostraron no solo que no aumentó el consumo, sino que se contrajo un 6,6% respecto a diciembre.
Se trata de la primera caída en los volúmenes de venta desde que se desató la pandemia del coronavirus. En detalle, los volúmenes despachados de gasoil en enero del 2021 quedaron un 15% por debajo de febrero del 2020. Peor aún, las ventas de nafta quedaron el mes pasado un 17,4% por debajo del último mes previo a la pandemia.
“El 2021 arrancó más complicado, más de lo que suponíamos, esperábamos que el turismo y la mayor circulación se viera en los datos, pero no pasó eso y nos dimos un golpazo porque los índices marcan otra realidad”, señaló el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Gabriel Bornoroni, en la presentación mensual de la venta de combustibles de la que participó este medio.
En el plano general del país, los registros muestran que la venta de naftas se contrajo un 5,3% mientras que la de gasoil lo hizo otro 7,7%. En ambos casos fueron los productos de menor calidad los que mostraron un nivel más bajo de comercialización.
“No olvidemos que del aumento de precios que vimos estos meses, gran parte se concentró en el mes de enero. El promedio de aumento de precios dentro del mes es de 9%, aproximadamente, en cada uno de los combustibles”, expresó el presidente de la consultora Economic Trends, Gastón Utrera, en la presentación de la Cecha.
Según los datos oficiales de la Cecha, a nivel país el gasoil y la nafta aumentaron entre un 31 y 34% entre enero del 2020 y 2021, un poco por debajo del nivel inflacionario acumulado que fue del 38,5% según el Indec.
“Uno puede pensar que el combustible se abarató con comparación al resto de los productos, no porque hayan bajado, sino porque los precios subieron un 38,5% y los precios de combustibles subieron unos 7 puntos menos. Al aumentar menos debería subir el consumo, pero el efecto del mes fue un montón, casi 10% de aumento en un mes debe haber impactado en el menor despacho”, agregó Utrera.
Los estacioneros también indicaron que, a pesar de las subas acumuladas, para el mes que viene se esperan nuevos aumentos en el precio de los surtidores por los incrementos programados de los biocombustibles y los impuestos.
*EON, RN