19 agosto, 2023
El nombre es Promachocrinus fragarius y pertenece al grupo de estrellas de mar. Vive entre los 60 y los 3.840 metros de profundidad.
Recientemente, un equipo de investigadores hallaron en el océano cerca de la Antártida una criatura marina con 20 brazos y, a juzgar por la foto, parece inquietante. Recibió el nombre de una fruta. La investigación fue publicada en Invertebrate Systematics.
“La estrella de pluma antártica es una criatura marina con ’20 brazos’, algunos irregulares, otros plumosos, y en total pueden medir hasta 20 centímetros de largo”, según informó Greg Rouse, profesor de biología marina Instituto Scripps de Oceanografía en la Universidad de California en Estados Unidos, quien es coautor del artículo sobre el hallazgo, junto a Emily McLaughlin y Nerid Wilson.
“Si te acercas a su cuerpo, una pequeña protuberancia en el vértice de todos esos brazos, se asemeja al tamaño y la forma de una fresa o frutilla”, explicó Rouse.
Las protuberancias circulares en el cuerpo de la estrella están donde deberían estar los cirros, las cuerdas más pequeñas con forma de tentáculo que sobresalen de la base, “pero se quitaron para mostrar los puntos de unión -dijo Rouse-. Hemos quitado un montón de cirros para que puedan ver las partes a las que están unidos, y eso es lo que parece una frutilla”.
Agregó que los cirros tienen “pequeñas garras en el extremo que se usan para sujetarse al fondo del lecho marino”. Los llamados brazos son las partes más largas y parecidas a plumas de la estrella de pluma de frutilla antártica. “Por lo general, están dispersos -explicó Rouse-, y ayudan con la movilidad de la criatura”.
El nombre formal de la nueva especie es Promachocrinus fragarius y pertenece a la clase Crinoidea, que incluye estrellas de mar, erizos, dólares de arena y pepinos de mar.
Cabe aclarar que es un tipo de estrella de pluma, de ahí el nombre menos formal de “estrella de pluma antártica”. Fragarius deriva de la palabra latina “fragum”, que significa fresa.
La estrella pluma de fresa antártica destaca en particular por la cantidad de “brazos” que posee. “La mayoría de ellas tienen 10 brazos. La posición típica de una estrella de plumas es tener los “brazos extendidos y hacia arriba, mientras que los cirros apuntan hacia abajo”, destacó Rouse.
Con este descubrimiento, los investigadores podrían agregar ocho especies bajo la categoría de estrellas de plumas antárticas, agregando los cuatro nuevos y “resucitando” animales previamente descubiertos que inicialmente se creía que eran de su propia especie.
Los investigadores reconocieron en su artículo la “apariencia de otro mundo de los movimientos de natación de las estrellas de plumas. Encontrar nuevas especies en general no es un fenómeno raro. Nuestro laboratorio nombra entre 10 y 15 especies al año. Encontramos muchas. El problema es la cantidad de trabajo que implica identificarlas”, concluyó Rouse.
*ES/iP