Según indicaron desde el CONICET, el proyecto estuvo liderado por los siguientes profesionales: Gustavo Rodríguez, investigador independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (IICAR, CONICET-UNR), formó parte del equipo liderado por Esther van der Knaap de la Universidad de Georgia (USA) durante sus estudios postdoctorales y realizó importantes contribuciones al estudio del mecanismo genético que controla la diversidad morfológica en frutos y otros órganos vegetales en plantas de interés agronómico.
“Se sabe que proteínas de las familias OVATE y TONNEAU1 recruit motifs (TRM) influyen en la determinación de la forma de la parte comestible de distintos cultivos, sin embargo, se desconocía si estas proteínas estaban relacionadas o si compartían funciones similares en otras especies de plantas. El trabajo publicado recientemente demuestra que las interacciones entre miembros de dichas familias proteicas regulan los patrones de división celular en los ovarios en desarrollo y alteran la forma final de los frutos”, explicó Rodríguez.
En este marco, la investigación también comprobó que las interacciones entre estos tipos de proteínas son necesarias para la relocalización dinámica del complejo proteico en los diferentes compartimentos celulares.
Para llegar a estas conclusiones, Rodríguez indicó que se identificaron los genes, se realizaron estudios de interacción entre las proteínas y estudios de edición génica.
“Las investigaciones de este sistema realizadas en otros cultivos como papa, pepino y melón, aportan una valiosa información acerca de los posibles mecanismos de regulación de la variación morfológica en plantas y un marco de referencia que puede aplicarse al crecimiento de estos y otros órganos en todas las especies vegetales”, detalló el investigador.
El trabajo publicado se basa en experimentos que Rodríguez comenzó cuando estaba desarrollando los estudios posdoctorales en Estados Unidos y en datos que continuó analizando en Argentina en el último tiempo.