24 febrero, 2023
Por Trivia Demir
Arcioni ratificó que «lo más coherente es hacer las elecciones en octubre con las nacionales»
Así lo expresó el gobernador de Chubut al ser interpelado sobre la posibilidad de adelantar las elecciones en la Provincia, y ratificó que «se harán en octubre con las nacionales».
Lo dijo tras la ‘cumbre’ de mitad de semana en Rawson entre los eventuales candidatos del FdT donde emergen las diferencias por quien encabezará la fórmula, (si Luque o Sastre, o de quien es el ‘turno’ territorial, si de Madryn o Comodoro), la que no habría terminado con definiciones importantes ni clarificadoras pese al revuelo ambiental que generó. Como para cerrar el capítulo de marzo y poner en cajón a los protagonistas, el gobernador de Chubut, se refirió a la posibilidad de adelantar las elecciones en la provincia y afirmó que “lo más coherente es realizarlas en conjunto con las nacionales”.
Al mismo tiempo, reconoció que “ninguno de los candidatos me ha manifestado el deseo de adelantar las elecciones personalmente, sí a través de los medios de comunicación, pero por ahora en las reuniones que he mantenido con ellos nadie dijo nada”, afirmó contundente en un aprovechamiento magistral de presuntas omisiones. Porque como decía Cicerón, «la indecisión es el ladrón de la oportunidad».
“Prácticamente ya estamos en el mes cuatro, se nos viene el tiempo encima y tenemos que saber para donde vamos a ir todos juntos y así lograr que la Provincia vaya para adelante”, insistió Arcioni ‘exigiendo decisiones, o tomándolas él’, para expresarlo en idioma ‘escribano básico’.
Finalmente, mencionó que “mantengo reuniones constantes con todos los precandidatos a gobernador. Estamos en año electoral y tenemos que seguir trabajando en conjunto para que se puedan llevar a cabo con normalidad”, dijo. Con lo que sugirió la necesidad de contemplar todo el mapa nacional y que sus pasos no dependen solamente de las apetencias personales de dos ‘caprichosos’, como los definen en off a Luque y Sastre entre referentes del FdT.
Con esto, el mandatario no hace más que preservar su gestión y su propia fortaleza, así como el aparato y caja de campaña ante la evidente discordia entre los referentes populistas. La situación es clara, porque si siguen las tensiones es muy probable que uno de los candidatos decida ir por fuera del PJ y terminar con el dilema de compartir un sello que viene -como casi siempre- muy amañado y cargado de expectativas de actuales y exfuncionarios.
El gran dilema es si el FdT dividido llegaría a ganarle a la oposición, que ya demostró en las pasadas Legislativas que está en condiciones de dejarlos abajo del podio, de acuerdo al ánimo popular chubutano más reciente.
A la par, la decisión del escribano, que es el ‘dueño de la pelota’ que pica el calendario electoral, está fuertemente atada a los pasos electorales que dará Sergio Massa -con o sin candidatura propia-, y donde no se descartan conversaciones del más centroderechista Frente Renovador con fuerzas vinculadas a la oposición.
Está claro que la indefinición en el propio FdT nacional, donde Alberto Fernández peregrinamente sueña con repetir pero no termina de confirmar su candidatura, donde Cristina aparece ‘impedida’ judicialmente pero insiste con el clamor, y donde los exitos de Massa se licúan al ritmo de los salarios, impacta de lleno en lo que suceda con el sello a nivel provincial. Por lo menos en términos electorales. De allí la ‘urgencia’ de desenganchar el turno provincial del nacional, principalmente para Luque, el más enrolado con el oficialismo.
Tanto para Juntos por el Cambio como para otros sectores -que se supone que además de atomizar expectativas, también pujan por el poder-, la idea de mantener el calendario provincial atado al nacional es ideal, porque si algo falta en la oposición es tiempo. Ese escurridizo pero altamente necesario impasse para lograr difíciles acuerdos en una alianza electoral que núnca terminó de fraguar al momento de gobernar. Casi ‘Traición de alcoba’ se podría definir, herida difícil de superar sólo con promesas y bombones.
Todo esto se irá acomodando a medida que se vaya clarificando el enorme tablero territorial en que se ha convertido la Argentina y sus desenganches federales.
Para dar idea de como se irá dilucidando el poder de fuego político en el país, hay que ir anotando partida por partida. Pero un dato contundente es que antes de que asome Junio, ya habrá votado provincialmente el 18,19 % del padrón electoral nacional habilitado, con lo cuál habrá una clarísima tendencia de que color se pintará la Rosada el año que viene. Y de acuerdo a lo que suceda antes del ‘Día del Padre’, se irán ‘acomodando los melones’ y por supuesto cotizando mejor los idecisos como Chubut, de la mano de diestros negociadores como Sergio.
Esto es asi porque en 20 días más, exactamente el 16 de abril serán las elecciones en Neuquén (con 526.441 electores, 1,53%) y Río Negro (con 560.880 electores, 1,63% ), allí definirá preferencias más del 3% del padrón electoral del país.
Atras nomás, el 7 de mayo, habrá comicios en Jujuy, Misiones y La Rioja mientras que una semana más tarde se llevarán a cabo en La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y en Tierra del Fuego. Con esto se definirá el 18,19% de las preferencias provincianas.
Ya en junio, el domingo 4, Corrientes celebrará sus elecciones y una semana más tarde hará lo mismo San Luis y serán las PASO en Mendoza. Con todo esto, antes que comience oficialmente el invierno, se tendrá un mapa mucho mas claro de como viene la tendencia en la urnas, ya que habrá votado el 34,83 % de los electores provinciales.
El estocazo final será el 18 de ese mes cuando vaya a las urnas Córdoba que es el segundo distrito electoral del país con 2.984.631 de electores, o sea el 8,69% del padrón nacional.
Después de lo que suceda en las tierras de Riqui Maravilla y de Schiaretti, con lo que habrán mostrado las cartas y preferencias casi la mitad del mapa nacional (el 43,52% del padrón electoral), ya se tendrá una fotografía de anticipo de como viene la mano. Y aunque por supuesto las elecciones provinciales siempre están enredadas con los regionalismos, caudillismos, celos provinciales y otras cuestiones, son las microcélulas del poder que van conformando el entraado que prevalecerá finalmente.
Por eso, con esa instantánea ya sobre la mesa el sábado 24 de ese mes cerrarán las listas de candidatos a Presidente, a jefe de Gobierno porteño y a gobernador de Buenos Aires. Con estos dos distritos solos (y si fueran sumatoria en simpatías políticas), algún iluminado se podría quedar con el eterno ‘reinado’ del país, ya que suman el 44,43% de los electores nacionales. Afortunadamente el equilibrio de la madre naturaleza hace que a ese manubrio de la bicicleta política le tocaran dos manos, y que CABA sea un enclave histórico para quienes pretendan girar a la derecha, mientras que AMBA lo sea para la izquierda.
Así las cosas, antes de mitad de año las jugadas se tornarán mas finas, aunque también más preocupantes para los gobernados, porque está claro la incidencia de los años electorales en el parate de la vida del vecino de a pié. De ahí en más lo más pesado que queda a nivel calendario son las PASO nacionales que serán el 13 de Julio, y con ellas las grandes definiciones electorales, para unos y otros. Para ellos.
Una previa al solsticio a la que habrá que estar atentos, en términos astrológicos políticos.
Chubut se reservará entonces para cuando el Sol entre en la constelación del escorpión, y allí hará blandir su escaso peso del 1,31% del padrón como aguijón envalentonado en un atomizado escenario de gladiadores maltrechos. Sólo como dato de la realidad y remate alegórico, nomás. Habrá que ver…
