«China’s Van Goghs»: un documental que explora el controvertido negocio de las réplicas en el país asiático

En «Amélie», de Jean-Pierre Jeunet, el inolvidable personaje interpretado por Audrey Tautou animaba a un excéntrico vecino Raymond a conseguir la réplica exacta de «El almuerzo de los remeros» de Renoir. Quizás Raymond tenía antepasados chinos.

«China’s Van Goghs»: un documental que explora el controvertido negocio de las réplicas en el país asiático

El negocio de la réplica genera un gran debate y una gran controversia porque, por un lado, es un acceso al arte para muchos y muchas de los que no tenemos las cuantiosas cantidades por las que se subastan cuadros originales, pero, por otro, es ganar dinero a través de copiar la idea y el talento original de grandes maestros como Van Gogh, por ejemplo.

Todas las imágenes son fotogramas del documental China’s Van Goghs.

A finales de la década de 1980, en el pueblo de Dafen, en Shenzhen (China), hogar de unos cientos de personas, se desarrolló un modelo de negocio que transformaría por completo el área.

Durante las últimas tres décadas, en lo que se ha denominado la «fábrica de arte del mundo», se han producido miles de réplicas de pinturas conocidas de maestros occidentales como Vincent Van Gogh, Leonardo Da Vinci y Edgar Degas.

En un documental llevado a cabo por el canal de YouTube Perspective, los cineastas retratan un retrato íntimo de la vida en Dafen: China’s Van Goghs nos presenta al pintor Zhao Xiaoyong, junto con familiares y amigos, a través de su día a día en el trabajo.

En varias escenas de este documental, podemos ver cómo inmensos rollos de lienzo se descargan de un camión, una fila de personas agrega detalles a los lienzos en bruto que están pegados a la pared y filas de pinturas se secan al aire sobre sus cabezas.

“Pintamos, comemos y dormimos, todo en este estudio”, dice Zhao, compartiendo que, antes de comenzar a pintar, nunca había oído hablar de Van Gogh. Ahora, supervisa la producción de cientos de pinturas cada mes, para las que se utilizan fotografías o pequeños grabados como referencias.

El pintor comercial empresarial Huang Jiang estableció la industria del arte de la aldea en 1989, después de trasladar su negocio desde su Hong Kong natal. Dafen se caracteriza por un proceso de línea de montaje que históricamente se ha basado en mano de obra barata, en el que los trabajadores locales han sido fomados para pintar al óleo.

A medida que se expandía la fabricación de copias de pinturas de maestros occidentales, también lo hacía el pueblo. Dafen es ahora el hogar de más de 10.000 residentes y se ha convertido en centro cultural de Shenzhen, pero la relación entre los yì shù jiā (artistas) y los huà jiā (pintores o trabajadores del arte) tiene matices únicos.

Zhao, en un viaje que hizo a Ámsterdam con su familia para visitar el Museo Van Gogh y conocer a un antiguo cliente, descubrió que lo que ganaba con sus pinturas en un puesto turístico era diez veces más de lo que le pagaban por hacerlas.

Después de un viaje a Arles, Francia, al hospital donde Van Gogh residió brevemente y su lugar de entierro en Auvers-sur-Oise, Zhao regresó a casa y reflexionó sobre la visita con emociones encontradas.

Él y sus colegas hablan de sentir una conexión con Van Gogh y un vínculo profundo con la obra. El documental sondea cuestiones universales y provocativas sobre originalidad y trascendencia.

Zhao cuenta que el personal del museo le preguntó sobre su trabajo: “¿Sabes cuánta presión sentí? Me quedé impactado. Ni siquiera tengo una sola pieza propia. Solo he estado copiando, copiando… Pasar de ser pintor a artista es muy difícil”. Zhao continúa con una pregunta que muchos creadores encontrarán familiar: «¿Me he convertido en artista? ¿Tengo algo que merezca reconocimiento?”.

¿La polémica sobre los límites de lo que debe considerarse arte o artista está basada únicamante en la originalidad?

Aquí los dejamos con el documenta

*CI/ by Wine Not